26 noviembre – 15 diciembre 2018

1094 días viajando…
18 días en Tlapan (CDMX)…

El 26 de noviembre de 2018, una vez que vendí mi moto a Miguel Ángel (sigo esperando a que me la pague), di por terminado mi Mototrip por Costa Rica. Paso mi última noche en Alajuela, en casa de mi couchsurfing Nelson, y al día siguiente, 27 de noviembre de 2018, me doy un último paseo por el pueblo…

Alajuela

Sigo preocupado por la quemadura que me hice con la moto. No parece que vaya muy bien, pero todavía me resisto a ir al médico para que me recete antibióticos. 

Desayuno unos huevos rancheros en la Soda Avenida Nueve. 

Y finalmente recojo mis cosas y me despido de Nelson. Como ya dije en mi anterior post, Nelson es una persona con un corazón que no le cabe en el pecho. Ha sido todo generosidad conmigo. 

Y poco después ya estoy en el aeropuerto, que está muy cerca de Alajuela. Ahí está mi avión esperándome. 

CDMX

El vuelo a Ciudad de México es directo y rápido. El aterrizaje es especialmente espectacular porque Ciudad de México ha crecido tanto que el aeropuerto está ahora en medio de la ciudad.

Por cierto, acerca del nombre… me di cuenta nada más llegar que yo era el único que hablaba de la ciudad como DF (Distrito Federal), que era como yo creía que se llamaba. Y es que no me había enterado de que a comienzos de 2016 se produjo un cambio de nombre (además de otros aspectos políticos) de la ciudad, y pasó a llamarse Ciudad de México, abreviado en todas partes como CDMX.

Renata

Mi amiguísima mexicana Renata, que conozco desde que vivía en Madrid, viene a recogerme al aeropuerto. El plan es que me alojaré en su casa en Tlalpan (uno de los barrios de CDMX) y compartiremos tres días en los que me enseñará lo que dé tiempo. Luego ella se va a Madrid y yo me quedo tres semanas en su casa cuidando a sus gatos Peluso y Burbuja. Lo gracioso es que ya me quedé en su casa de Madrid cuidando de los mismos dos gatos, en mi visita a España en 2017. Ahora Renata se ha mudado a México y se ha traído a sus gatos y aquí estamos reunidos de nuevo.

Así que a partir de ese momento y durante tres días, mi visita se convierte en un festival gastronómico. Empezamos la primera noche en La Tlalpeña, donde cenamos nos damos un auténtico banquete de comida mexicana, Renata, Marco y yo.

A la mañana siguiente, Renata me lleva al Mercado de la Paz para enseñarme su puesto de verduras preferido, presentarme a su verdulero Jorge, y desayunar ahí mismo.

El mercado, en la misma plaza central de Tlalpan, es de lo más auténtico.

Renata desayuna una quesadilla de queso y hongos…

…y yo unos huevos con rajas poblanas y frijoles, con un zumo de naranja y zanahoria de litro.

Para comer, estamos invitados al cumpleaños de Leonora Esquivel, muy amiga de Renata y famosa activista mexicana del veganismo y los animales, en el Vegan Inc.

Y para cenar (voy a explotar) y tomar unos tequilas, vamos con unos amigos de Renata a La Coyoacana, en el mismo centro de Coyoacán, otro de los barrios de Ciudad de México.

Donde puedo ver (y oír) una de las cosas más típicas (y turísticas) de México… los Mariachis!

Y con esta cena me despido de Renata, que viaja al día siguiente para Madrid. Así que me quedo solo con mis nuevos compañeros de piso. Aprovecho para sacar la primera foto con mi nuevo teléfono recién adquirido.

Tlalpan

Dentro de mi rutina en casa de Renata está, como siempre, mi sesión matinal de yoga que, en esta ocasión, hago en la azotea de su casa.

Pero ocurre una cosa extraña y es que, cuando estoy en pleno Saludos al Sol B, noto que me ahogo, como si me faltara el aire. Llevo 3 años haciendo esta rutina a diario y nunca me había pasado eso.

Tardo unos días en encontrar la causa… y es que la Ciudad de México está considerablemente alta y, en concreto, Tlalpan está a 2.419 msnm!!

Para hacernos una idea, cuando escalé con Alex el Mount Rolleston en Nueva Zelanda usando crampones y piolets para la nieve, la cima estaba… a 2.212 msnm!!

Así que tiene cierto sentido que note un poco la altura en momentos de bastante esfuerzo físico.

En general paso bastante tiempo en la casa de Tlalpan, siempre muy bien acompañado por burbuja, que me ha cogido adoración. Peluso es más independiente.

Burbuja no se me separa ni para dormir.

Pero también aprovecho para visitar la ciudad, empezando por mi barrio actual, Tlalpan, que es como un pueblecito. Bueno, de hecho, casi todos los barrios de la Ciudad de México fueron pequeños pueblos absorbidos por el crecimiento de la megaurbe.

Aquí hay de todo.

Justo estoy aquí durante el Festival del Taco de Tlalpan, por eso todas las tardes hay música y baile en la plaza.

El Centro Hostórico

Para visitar el centro de CDMX, cojo el Metrobús, que son varias líneas de autobuses articulados de hasta 3 vagones con un carril exclusivo para ellos. El primer vagón siempre está reservado para…

Me bajo del bus a la altura de la Plaza de la República, donde está el famoso Monumento a la Revolución.

Voy avanzando por la Av. de la República, que hoy domingo está cerrada al tráfico.

México es una ciudad de contrastes. Si miro a mi izquierda, veo…

Pero, en ese mismo sitio, miro a mi derecha, y veo…

Avanzo un poco más y paso junto al Palacio de Bellas Artes….

…Y llego a la Plaza del Zócalo, justo cuando están recogiendo el escenario que se usó el día anterior para la toma de posesión de López Obrador como nuevo Presidente de México.

La Plaza del Zócalo es inmensa.

Dese allí paseo por una calle peatonal donde no paran de ofrecerme lentes y tatuajes. En serio.

Para el camino de vuelta, opto por meterme por otras calles menos… transitadas, y puedo ver otro México.

Cuando paso junto a un hospital, me quedo impactado con la cantidad de gente que está esperando en la Entrada de Pacientes.

Roma

Otra de mis visitas en el CDMX es al barrio que da nombre a la última película de Alfonso Cuarón, el barrio de Roma.

Me hace especialmente gracia este restaurante… “El único lugar que no es de Carlos Slim”.

Y es que Carlos Slim es un empresario Mexicano y, actualmente, el 5º hombre más rico del mundo, dueño de numerosas empresas e inmuebles de México. Popularmente se dice que medio México le pertenece y, probablemente, no está muy alejado de la realidad.

Pero lo que más gracia me hace de Carlos Slim es su Twitter:

No puedo evitar imaginarme a casi 300.000 personas esperando con ansias delante de la pantalla el primer tuit de Carlos Slim.

A Roma voy especialmente a visitar el Huerto Roma Verde, un espacio comunitario, cultural y reivindicativo creado en un parque del barrio.

Haciendo honor a su nombre, gran parte del espacio es un huerto, claro.

Y tienen una espectacular sala hecha con bidones de agua alrededor de una palmera.

Esa noche, mi amiga Paola me invita a una degustación de Mezcal en en Céntro Cultural San Ángel, donde también hay música y baile.

Bosque de Chapultepec y Museo Nacional de Antropología

Otra de mis visitas es al famoso Museo Nacional de Antropología de México. Pero para ir, decido atravesar el Bosque de Chapultpec, un enorme parque que está muy cerca del centro.

Lo más curioso del nombre de Chapultepec es que proviene de la palabra náhuatl “Chapulli”, que significa saltamontes y que posteriormente se llamó en Mexico “Chapulín“, un manjar gastronómico aquí. 

Y yo pensando que mi apellido era más bien italiano y resulta que es de origen mexicano!

El museo es bastante espectacular…

…y muy interesante para conocer la historia y las diferentes culturas de México.

Y también para darse cuenta de lo terrible que fue la invasión española. Es cierto que la civilización azteca no era precisamente pacífica ni civilizada, pero es bastante terrible ver que los españoles les superamos en violencia y hubo un auténtico exterminio.

En mi camino de vuelta, me quedo impactado con la solución a los problemas de tráfico en CDMX.

Si las principales avenidas no pueden absorber todo el tráfico, se hace otra carretera por encima. Y si sigue sin ser suficiente… se hace un segundo nivel! (ambos de pago, por supuesto).

Polanco

Otro de los barrios que visito es el el Barrio de Polanco, donde vive desde hace años mi amigo y compañero de universidad, Raúl, en un precioso apartamento, con su perra Lua, que es un auténtico amor.

Es una alegría volver a ver a Raúl después de tantísimo tiempo. Fuimos juntos a la universidad, juntos estudiamos Teleco, y entramos casi a la vez en su grupo de teatro No Es Culpa Nuestra. Incluso llegamos a actuar juntos en el espectáculo The Monty Python Experience que monté con mi compañía Tela-Katola.

La Condesa

La Condesa es otro de los barrios de México…

…al que voy para comprar en una de mis tiendas favoritas, La Botánica Granel, que es de ese tipo de tiendas en el que tú debes llevar los envases y que, además, tienen de todo.

Para llegar, paso por el Parque de México…

…donde es muy habitual encontrar a los “entrenadores de perros” trabajando. Es algo muy normal aquí. Raúl también lo hace con Lua. Mientras te vas a trabajar, dejas a tu perro con un entrenador que lo pasea, juega con él y lo entrena.

Mi pierna

Como conté al principio, la quemadura que me hice con el tubo de escape de la moto en Costa Rica, acabó en infección. Al poco de llegar tiene mejor pinta…

…pero es engañoso. Está cicatrizando por fuera, mientras se mantiene la infección por dentro. He intentado de todo para curar la infección, pero sin grandes resultados, así que al final cedo a regañadientes y hago uso de mi seguro para ir al médico, sabiendo lo que me van a decir.

Me marean un poco, mandándome primero al Hospital Médica Sur, donde me dicen que no han recibido ningún aviso de mi aseguradora. Me hacen perder la mañana y al final me dicen que ellos no trabajan con esa aseguradora.

Les echo la bronca a los de Netservices Travel Assistance por su nefasta gestión y, finalmente, me mandan al día siguiente al Hospital Star Médica Centro, donde me atienden muy amablemente. Me dicen lo que ya sé, que tengo una infección y me mandan, claro, antibióticos, que es lo que quería evitar.

Me compro los antibióticos y vuelvo a casa de Renata. Pero antes de tomarlos, decido hacer un último intento de curármelo por mi cuenta como me enseñó la austriaca Sonja en las Islas Cook. Sé que esto va a escandalizar a más de uno, pero ahí lo dejo: 

Hiervo un poco de agua, le echo mucha sal y, con un algodón, me lo aplico en la herida (cuando está a una temperatura aguantable). Lo hago una y otra vez para ablandar la costra que cubre la infección, hasta que está suficientemente blanda como para que termine abriéndose (con un poco de presión) y salga el pus acumulado. Éste es el objetivo, llegar a la infección y poder sacar el pus. Una vez hecho esto, puedo aplicar algún tipo de antiséptico como betadine y cubrir la herida.

Dos semanas después…

…ni rastro de la infección y la herida completamente cicatrizada. Esta vez me he librado de tomar los antibióticos.

Conclusiones

Gracias a Renata, ha sido un “aterrizaje” muy fácil en México. Me ha dejado su casa (más cómoda, imposible) y me ha enseñado a dar mis primeros pasos acá.

Reconozco que iba a Ciudad de México con una idea preconcebida (es imposible no tenerla). Pensaba que sería una ciudad caótica, terriblemente densa, contaminada, llenísima de gente y, sobre todo, insegura. Ésa es un poco la imagen que nos llega en el extranjero.

Sin embargo me he encontrado una ciudad bastante ordenada, tranquila, segura y agradable. Toda una sorpresa. Está dividida en pequeños barrios con entidad propia, como si fueran pueblecitos unidos unos a otros por el crecimiento urbano. El tráfico puede ser terrible en horas punta, pero sólo lo notas si conduces y estás en alguna de las grandes avenidas. Si no conduces, no lo notas tanto, porque el mexicano es una persona tranquila, que, aunque esté en un atasco, no está tocando el claxon constantemente. Simplemente, espera.

Sí resultan muy sorprendentes las distancias. Para ir de Tlalpan (un barrio no muy periférico) al centro tenía que calcular entre 1 y 2 horas de transporte público. Y con Uber no era mucho mejor. El transporte público no es una maravilla, pero Uber (que sí funciona bien) puede ser terrible en horas punta por el tráfico, pero es buena opción en horas tranquilas y es sorprendentemente barato comparado con los estándares europeos.

Pero sí me voy dando cuenta de algunas cosas de la cultura mexicana. A nivel medioambiental es un poco desastre. No se reciclan las basuras y los mexicanos no son especialmente limpios ni cuidadosos. En eso hay una enorme diferencia con Costa Rica (inevitable comparar con el país en el que acabo de estar).

Otra enorme diferencia con Costa Rica es la personalidad de la gente. En Costa Rica TODO el mundo se desvivía por ayudarte siempre que lo necesitabas. Casi no tenías que pedirlo. Lo llevan en la sangre. En cambio la herencia mexicana es más… española. Tienen muy acentuada esa cosa que tenemos los españoles de intentar sacar provecho de donde sea, de buscar siempre la trampa y de ser más listo que nadie. Me pareció muy representativo el comentario en un grupo de Facebook de aquí en el que una chica comentaba que le habían robado el pasaporte y que, por favor, si alguien lo encontraba, que se lo comunicara. Y alguien en los comentarios ponía simplemente:

“Cuánto ofrece?”

Estoy generalizando, por supuesto. Pero una parte muy interesante de mi viaje es estudiar la sociedad de cada país y para ello es inevitable tener que generalizar para sacar conclusiones generales. Por supuesto, después cada persona es un mundo.

Iré profundizando según me vaya moviendo por otros lugares de México y vaya conociendo más el país y su gente.

Cuentas…

noviembre, así que toca hacer las cuentas. Casi todo el mes corresponde al mototrip por Costa Rica. Veamos…

Para haber sido un mototrip casi todo el mes e incluyendo un vuelo de avión, no ha sido tanto gasto. A ver cómo queda la media.

Así que la media varía poco. Aunque sigo por encima de los 500€.

Planes

Me ha salido un house-sitting muy chulo en una casa en el Desierto de los Leones que, a pesar de su nombre, no es un desierto, sino un Parque Nacional formado por un espeso bosque que está a las afueras (sur-oeste) de CDMX, pero que sigue formando parte de la ciudad.

Lo empiezo el 15 de diciembre y cuidaré de 4 perros y 2 gatos durante 3 semanas. El sitio parece muy chulo, aunque un poco remoto. 

Ya os contaré.