21 – 23 abril 2018
858 días viajando…
4 días en Kuala Lumpur…
El día 21 de abril de 2018 por la mañana, Julie, Alycia y yo nos despedimos de nuestros compañeros del Refugio de Animales de Pekan y cogemos el bus con destino a Kuala Lumpur.
Una vez en Kuala nos despedimos de Alycia, que tiene un vuelo a Bangkok, y Julie y yo nos vamos a las Regalia Suites, donde nos hemos pillado un AirBnB. Y si nos lo hemos pillado aquí, ha sido especialmente por…
…efectivamente, la espectacular piscina de la azotea. Hay que darse un pequeño capricho de vez en cuando. Y, como puede verse, las vistas son especialmente increíbles de noche.
Nuestro apartamento da al interior, pero… ¡qué interior!
Al día siguiente, dedicamos la mañana… sí, a la piscina de nuevo. Hay que aprovecharla.
Desde allí se puede apreciar una vista muy completa de Kuala Lumpur, tanto del centro financiero y lujoso, como del barrio de Chow Kit, bastante más modesto.
Por la tarde nos decidimos a dejar el apartamento, a pesar del terrible calor que hace, para darnos una vuelta. Lo primero que me llama a atención es que lo “normal” para salir del complejo es hacerlo en coche o taxi, los cuales tienen un acceso especial en la 4ª Planta. Pero si eres tan raro como para salir andando, te hacen salir por el garaje (no hay una “salida” como tal) que da directamente a la carretera sin que esté demasiado pensado para peatones.
Y es que este tipo de ciudades no están nada pensadas para “andar”.
Durante el paseo es muy curioso ver los enormes contrastes de arquitectura.
Intentamos volver a comer en el Monasterio Budista como la otra vez que estuvimos, pero esta vez lo pillamos cerrado.
Terminamos la tarde tomando un helado junto a las Petrona Towers.
Y terminamos el día… en la piscina, claro. Donde, esta vez, nos cae el diluvio universal. Pero tenemos la ocasión de ver una tormenta espectacular desde un sitio privilegiado. Hasta cae un rayo muy cerca.
Al día siguiente, 23 de abril de 2018, por la mañana, llega el momento de la despedida. Julie y yo nos decimos adiós en la estación de KL Sentral, tras dos meses de compartir nuestros viajes. Ella regresa a Pekan, a seguir su viaje por Asia, y yo voy al Aeropuerto a tomar un avión a Singapur donde mañana tomaré otro con destino… ¡Madrid!
Ha sido maravilloso poder compartir todo este tiempo con Julie, disfrutando tanto de recorrer Nepal en moto como de nuestro voluntariado en el Refugio de Animales de Pekan, sintiendo que todo era fácil, sin ningún conflicto entre nosotros, con muchísima complicidad. Es duro decir adiós…
…pero, al final, viajar es decir continuamente “adiós”.
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