Me levanto a las 6 y poco. Miriam se ha ido ya a ver la ceremonia de los monjes. Yo tardo un poco más en conseguir levantarme. Pero para cuando salgo del Guesthouse, ya ha terminado… 

…así que me voy para Utopía para la clase de yoga.

Ha habido una fuerte tormenta esta noche y justo ahora vuelve a empezar a llover. Cuando llego allí me dicen que la clase se cancela por la lluvia, así que vuelta al Guesthouse. 

La previsión dice que parará entre las 10 y las 14h, así que mantenemos el plan de ir a las cascadas. Es algo que hay que ver sí o sí, pero es una pena que el tiempo no acompañe.

Desayuno algo y nos reunimos con Sytske y las dos hermanas inglesas, Hannah y Alex a las 8:45. También viene algunos de los holandeses. Contratamos un tuk-tuk para todos por 30.000 cada uno, con espera de 4 horas allí y viaje de vuelta incluido. 

Las cascadas de Tat Kuang Si están a 30 kms. Llegamos a las 10 en punto. 

La entrada son 20.000 Kips pero merece mucho la pena. 

Antes de entrar nos compramos algo de fruta. Yo un vasito con piña y otro con mango por 10.000 cada uno. 

El grupo se ha disgregado y quedamos juntos solo las inglesas (Anne y Alex), la holandesa (Sytske) y nosotros los españoles. Hemos hecho al final un grupo muy agradable nosotros 5. 

Pasamos primero por el centro de rescate de osos…

…y después llegamos a las cascadas. El sitio es sencillamente espectacular. Las mejores piscinas naturales que haya visto nunca, con un color azul turquesa increíble. Es momento de fotos y más fotos. 

Hacemos el camino que recorre la cascada de abajo a arriba, la cruza y la baja por el otro lado.

Justo cuando bajamos sale el sol y los colores son ya indescriptibles. 

Toca ya darse un baño. Aún nadie se ha atrevido a meterse, pero ahí nos lanzamos. 

Y al poco de meternos sentimos pequeños peces mordisqueando con suavidad nuestra piel. Son peces de unos 10 cms que incluso podemos ver. Es como un Fish Spa pero a lo bestia. La verdad es que impresiona.

La mayor parte de las fotos del baño las hace Anne con su cámara acuática y son espectaculares. Las subiré aquí en cuanto me las pase. 

Nos tomamos la fruta dentro de la piscina. La piña es la mejor que he probado nunca. 

A las 13:30, y en contra de nuestra voluntad (me quedaría a vivir ahí dentro), salimos del recinto. Como aún nos queda media hora para coger el tuk-tuk nos vamos a un bareto y nos pedimos algo de beber (yo un batido de piña, también espectacular)…

…y unas patatas autóctonas

A las 14h en punto cogemos el tuk-tuk de vuelta. Por el camino aprovecho para fotografiar algo que me flipa. La gente aquí está acostumbrada a conducir la moto con una mano, y la otra la usan para llevar una sombrilla, un paraguas, la compra… hasta bebés he visto!

Cuando llegamos a Luang Prabang, como estamos muertos de hambre, nos pedimos un bocadillo en un puesto callejero. Parece que es algo muy típico de aquí. El mio es de huevo, vegetal y aguacate. Me sabe a gloria.

Son las 15:15. Como estamos muertos y el día promete ser largo, nos retiramos a echarnos una siestecilla y quedamos a las 17:30 para subir al templo de Phousi, en la montaña del mismo nombre que se levanta en medio de la ciudad.

Llegamos al Guesthouse y yo caigo muerto enseguida. A las 17h me despierto sin saber muy bien dónde estoy. Nada que no se arregle con una ducha rápida y nos reunimos con el grupo. 

Las inglesas dicen que como se ha puesto el sol, prefieren subir ya mañana (lo bonito es ver la puesta del sol). Sytske, Miriam y yo nos vamos mañana así que decidimos subir los tres. La montaña de Phousi es una montaña de roca bastante pequeña pero muy alta, por lo que la subida es por escalones y bastante empinada. 

Cuando llegamos arriba las vistas son espectaculares.

Bajamos por el lado contrario, el del Night Market con vistas directas al palacio real, el Wat Ho Pha Bang. Aquí salen algunas fotos espectaculares. 

Paseo y compras por el mercado…

…y cenamos los tres en el mismo buffet en la calle.

Cuando estamos yendo a cenar vemos que muchos puestos están recogiendo. No entendemos por qué, ya que es muy pronto. Mientras estamos cenando, vemos que la recogida se acelera hasta el paroxismo, todo el mundo corriendo como locos. Incluso el buffet lo han recogido. Yo pensando… “Dónde está el fuego?”… Pues fuego no, agua. De repente se desata una tormenta enorme. Parece que lo huelen!

Corremos los 3 a nuestro Guesthouse, donde llegamos empapados. Miriam le deja una camiseta seca a Sytske y esperamos ahí hasta que pare. Nos pasamos unas horas muy agradable de charlas sobre nuestros viajes y nuestras vidas. 

Cuando por fin para sobre las 22:30 Sytske y yo nos animamos a ir a Utopía a tomar al menos una cerveza con la gente antes de que cierre. Miriam prefiere quedarse y descansar. 

Utopía está como siempre hasta arriba de gente. Nos encontramos con Anne y nos tomamos la última con ella. En la música no deja de sonar salsa y música latina. El local está lleno de backpackers… Difícil hacerse a la idea de estar en Asia. 

A las 23:30 cierran el local y acompaño a Sytske a su Guesthouse. Nos despedimos aunque quizá coincidamos mañana por la mañana en la estación de buses. Ella para el norte y nosotros para el sur. 

Me vuelvo a nuestro Guesthouse y me pongo a escribir. Consigo terminar el texto, pero la subida de fotos es tan extremadamente lenta que me quedo dormido, así que publicaré mañana.

Buenas noches!!

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