Roadtrip por Centroeuropa (Cap.2): Austria

by | 12 Jul 2022 | 0 comments

10 – 12 julio 2022

 

2.399 días viajando…
3 días de Roadtrip por Austria…

 

Aquí va el segundo capítulo de mi Roadtrip por Centroeuropa. Si aún no has leído el primer capítulo, ya estás tardando, porque ya son ganas de leer algo empezado.

En ese primer capítulo contaba mi viaje por Italia durante los primeros 5 días del roadtrip y lo dejé justo en el 5º día, cuando estaba cruzando la frontera de Austria. Vamos allá.

Nos habíamos quedado en Brenner, justo cuando estaba cruzando la frontera entre Italia y Austria, momento inmortalizado en esta foto.

Necesito metano para el coche y no sé cómo va en este país. Me bajo otra aplicación de combustible (las que tengo son de Italia y España) y veo que hay una estación de servicio en Innsbruck con CNG a un precio sorprendentemente barato (1,15€), la mitad de lo que le he estado poniendo en Italia. Pero en este momento no estoy seguro de si “CNG” es lo mismo “metano”. Parece que si, pero no sé si hay varios tipos o qué.

Llego a Innsbruck y voy a la estación de servicio. Veo en el surtidor una cartel en el que pone CNG en varios idiomas y en italiano es “Metano” y el conector coincide, así que parece que sí lo es. Flipo bastante por el precio. Lo lleno por 12€ (estaba a 1/4) y cuando arranco veo que me da una autonomía de 420 kms. Me acojono un poco, porque lo normal son 300 kms después de repostar. Pienso que le han metido más presión de lo normal y que va a reventar. Pero no, va bien, como siempre. Luego veo que la autonomía va bajando rápidamente hasta ajustarse.

Aparco en algún lugar de Innsbruck y me doy una vuelta por el centro. Está chulo, muy centroeuropeo, pero no me emociona. Demasiada gente. Estos días me apetece más naturaleza y sitios más recónditos. Pensaba ir hoy a Salzburgo pero lo descarto. Las ciudades es mejor visitarlas con housesitting.

Busco algún sitio con mesas de picnic para comer y quizá para pasar la noche. Encuentro uno en Astholz, pero no es muy acogedor para dormir, pero para comer ya me vale. Me hago una ensalada y un café y planifico.

Estoy pensando en ir hacia el este y luego volver a entrar a Italia cerca de Eslovenia. Busco un sitio para pasar la noche y encuentro uno chulísimo junto al pequeño lago Elisabethsee. Parece perfecto, pero cuando miro la altitud veo que es algo más se 1.440 m… ¡y el día está frío! Busco la previsión y me acojono. Esta noche allí habrán 3.8⁰. Eso son 3º menos de lo que pasé en el río ayer. Me planteo buscar otro sitio, pero éste mola tanto que decido lanzarme a la aventura. Ya me buscaré la vida para dormir abrigado.

Tiro para allá, pero tengo que hacer una parada cuando paso por el Lago Speicher Durlaßboden, porque el sitio es flipante,

Cuando llego al Área de Descanso del Lago Elisabethsee, flipo. Hay fuente de agua, baños, mesas de picnic en una estancia cubierta y un sendero que lleva al lago que es súper bonito. Y se permite pasar la noche. Y todo gratis. Igualito que en España, ¿eh?
Me doy un paseo por un sendero que hay casi encima de la autopista.

Cuando vuelvo, me pongo con la cena. Llega una furgoneta de la que se bajan como 6 personas. No creo que se queden a dormir, porque son 6 dentro de un furgo. Creo que han parado sólo a cenar. Se ponen a cocinar y hablamos. Me dicen que son de Lituania. Yo me hago unas lentejas caldosas con arroz. ¡Hay que entrar en calor! Me he tenido que poner el abrigo por primera vez.

Por cierto, en la fuente leo “Kein trinkwasser“, y me acuerdo que “trinkwasser” es agua potable, así que la uso sin problema.

Lo que no me acordaba es que Kein es “No” en alemán. Ups… 😅

En fin, lo que no nos mata, nos hace más fuertes. Y seguro que es agua del río que, como no le meten cloro, ya consideran que no se puede usar. A mi me sabe bien.

Las 6 personas de la furgo, para mi sorpresa, se quedan a dormir… ¡¡y duermen los 6 dentro de la furgo!!

Yo me preparo para una noche fría. Veamos si sobrevivo.

Día 6 (11 jul): Elisabethsee – Hallstatt (Austria): 153 kms.

Pues sí he sobrevivido. Me levanto con frío, pero al final no ha sido para tanto. No sé si habremos bajado de 4⁰, pero yo no lo he notado. Me hago un desayuno con lo poco que me queda y me caliento a base de café.

Estoy dándole vueltas hacia dónde ir. Si sigo por esta carretera hacia el norte me termino metiendo en peaje, que es justo lo que no quiero (estoy siempre siguiendo carreteras sin peaje). En ese momento me contacta mi amigo Roberto, que ha visto en Insta que estoy en Austria, y me dice que no deje de visitar Hallstatt. No lo había tenido en cuenta, ya que está bastante al este, pero me libra del peaje y me fío de su criterio, así que ni me lo pienso. Además, veo que puedo hacer la vuelta por Salzburgo y Alemania y me da tiempo a llegar para recoger a mis chicas en Milán. Vamos allá.

Parada para metano en Bischofshofen. Vuelve a ocurrir lo mismo, marca 400 kms de autonomía, qué raro. Aquí está más caro (1,99€). Me voy a un super cercano a hacer la compra, ya que no me queda casi nada, y tiro por fin para Hallstatt. Cuando llego a la ciudad, entro en pánico. Es una ciudad pequeña, muy turística, fundamentalmente peatonal y todo lo que veo desde el coche son indicaciones para parkings de pago. Es imposible ni siquiera parar. Parece que Roberto no me conoce tanto. Consigo pararme en un rincón y así poder echar un ojo a Park4Night. Veo un aparcamiento con mesitas y WC a orillas del lago a 2 kms al norte. Voy para allá… y resulta que el sitio es estupendo.

Aparco tranquilamente y me hago una ensalada y una tortilla de queso, que ya es hora de comer.

Después de comer planifico mi visita a Hallstatt. Veo que hay un sendero que lleva a allá y que empieza muy cerca del parking. Mucho mejor que ir andando por la carretera, claro. Nada más empezar veo que lo han cerrado con una cinta diciendo que el sendero está cerrado por peligro de caída de rocas. Empezamos bien.

Ni caso, me lo salto y sigo. Al poco llego a un puente y veo que está cerrado con llave.

Nada, que me lo ponen difícil. Podría saltar la puerta facilmente, pero igual es pasarme un poco. No sé si el puente es seguro y, si me pasa algo, estaría cometiendo una infracción grave. Veo en el mapa que hay una forma de rodearlo yendo por la carretera. De esta manera consigo llegar de nuevo al sendero y vuelvo a encontrarme con un cartel por lo de la caída de rocas, pero esta vez es sólo advertencia, no prohibición. Por fin me dejan decidir a mí el nivel de riesgo que deseo asumir.

Literalmente: “Calle privada. ¡Entra bajo tu propio riesgo! ¡Se requiere cabeza para las alturas! ¡Peligro de caída de rocas! ¡Prohibido para ciclistas!” O algo así.

Y pensaba yo que exageraban, pero parece que lo de la caída de rocas va en serio.

La excursión la voy narrando en estos vídeos.

Llego hasta la salida del sendero y me encuentro con una valla cerrada y un cartel de prohibido el paso. Parece que desde este lado la cosa no es opcional. Por eso no me he cruzado con nadie.

Y ahi está Hallstatt. Tenía razón Roberto, es una maravilla.

Me doy un paseo por el centro. Es una preciosidad, sin duda, pero es que se ve que está cuidada hasta extremos prusianos para que sea un lugar turístico… y eso es lo que es. No es pueblo real, es un pueblo de postal. Pero superbonito, no digo que no.
Una parada técnica en el Cafe Bäckerei Konditorei Maislinger.
Y voy volviendo.

La vuelta la hago por la carretera, que me duelen los pies. Cuando llego al parking, me hago un buen lavado en el WC y me cambio de ropa. Como nuevo. Me hago un café y me siento a escribir.

Me hago una cena de judías caldosas con arroz. Me arrepentiré cuando me pase toda la noche haciéndome pis.

Me quedo un rato viendo el atardecer a orillas del lago. Esto es un lujo.

Aunque el lugar está lleno de campers que pasarán la noche aquí. Flipo con unos que en vez de aprovechar las mesas de picnic y el césped, se colocan sus mesas y sillas de camping al lado de su furgo. Pero lo peor es que se ponen a fregar sus cacharros ahí mismo. Luego no es de extrañar que nos prohíban pasar la noche en los parkings.
Me levanto a las 7 y me hago mi sesión de yoga con vistas al lago. Mucho mejor, no me siento tan cansado. Quizá son las vistas. Me lavo lo mejor que puedo en el baño público y me hago desayuno de huevos y café.

Me pongo en marcha hacia Salzburgo. Consigo encontrar un lugar no demasiado lejos del centro donde aparcar y darme un buen paseo.

Lo primero que me llama la atención es el nivel de organización, muy prusiano, indicando por dónde tienes que andar y en qué sentido.

Lo segundo es que, para entrar en el centro, hay que atravesar una enorme muralla de roca natural que es verdaderamente impresionante. Parece como si se entrara en una fortaleza.
Y esto es Salzburgo.
Me compro un bollito de pan, un pedazo de queso y un tomate… y ya tengo almuerzo barato. Porque aquí los precios son de asustarse.
Explotación animal… 🤦‍♂️
El Río Salzach a su paso por Salzburgo.
Me quiero tomar un café, pero se me quitan las ganas al ver los precios. Y son para llevar, no hay mesas.
Y, por supuesto, la estatua de Wolfang Amadeus Mozart en la Plaza Mozart.
La casa donde nació Mozart, en la zona más comercial de Salzburgo.
Vuelvo a cruzar el río, donde veo que hay una pequeña playa.

Y vuelta al coche. La verdad es que me esperaba una ciudad más… musical. Me ha parecido muy comercial y llena de gente. Pero es historia pura y sin duda me gusta más que Innsbruck.

¿Y ahora qué? Pues decido que voy a volver a Italia por Alemania, por variar, y porque estoy al lado de la frontera. De hecho, nada más salir de Salzburgo, ya estoy en la frontera… y me hago la foto, claro.

Y dado que estoy cambiando de país, termino el capítulo dedicado a Austria de mi Roadtrip. Alemania será… ¡en mi próximo capítulo!

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