29 marzo 2016
103 días viajando…
15 días en Rangataua…
El despertador suena a las 6:00… Uf, es noche cerrada. Lo pongo a las 7:00.
Zzzzzzzzzz….
Vuelve a sonar la música de Amelie. Las 7:00. Venga, va… vamos a ello.
7:00 – Me levanto, ducha rápida y me hago para desayunar un par de plátanos con cacao.
Preparo la mochila. Como comida me llevo algo de fruta, frutos secos, chocolate (negro, porsupu) y unas barritas de frutos secos con chocolate (vaya redundancia). Normalmente prefiero llevar una ensalada o algo más preparado a la montaña, pero esto es lo más efectivo cuando es todo un poco improvisado.
Meto también la batería de repuesto (fundametal), la cámara, una lámpara frontal, mucho abrigo (la chaqueta de la madre de Susan), una gorra, gafas de sol, un litro de zumo de naranja (sin añadidos) y un litro de agua (sin limón. Mecachis, se me olvidó comprarlo).
8:00 – Tras andar los 800m que me separan de la carretera, me planto ahí para probar suerte con el autostop.
El Ruapehu esconde El Tongariro y el Ngauruhoe, que están justo detrás…
…y las vacas de la granja vecina me miran raro, como diciendo… “vas a tener que esperar muuuuuuuuuuucho”.
Pero, se equivocan. Aunque pasan pocos coches, en menos de 3 minutos me para una mujer con sus dos woofers americanas. Va sólo hasta Ohakune, pero al menos me soluciona los primeros 5 Kms.
8:10 – Me deja a la salida de Ohakune y ahí vuelvo a hacer dedo. Aquí la espera es más larga porque pasan poquísimos coches. Así que me entretengo como puedo.
Tras casi media hora de espera, por fin me para un coche. Se trata de Craig, que lleva dos años trabajando con su equipo en la rehabilitación de un puente del ferrocarril que ya casi han acabado. Se ofrece llevarme hasta el puente, que es algo menos de la mitad del camino.
Me despido de Craig que ha sido supersimpático…
…y flipo con el puente en el que trabaja.
8:55 – Pongo el dedo y el primer coche que pasa, veo que da media vuelta un poco más allá y vuelve a por mí. Se trata de Gary, que vive más al norte, pero que trabaja en Wellington, que está como a 3-4 horas, por lo que vive allí entre semana y vuelve a casa los findes. Hoy es martes, pero ayer fue fiesta, por eso hoy le toca ir a currar.
9:05 – Me deja en National Park que, curiosamente, no es el parque, sino una pequeña población que ni siquiera está dentro del parque. Cosas de los Kiwis… Gary me regala uno de los pastelillos que lleva a su oficina para celebrar el reciente Easter (la Pascua).
Me compro un café malísimo en la gasolinera y me sitúo en el desvío hacia el Parque Nacional de Tongariro…
…y el segundo coche que pasa, se para. Son una pareja de alemanes absolutamente encantadores, Mato y Doreen, que van a hacer el Tongariro Alpine Crossing, así que vamos al mismo sitio.
Me piden la dirección de mi blog, así que seguro que me están leyendo (¡Hola Mato y Doreen, sois los mejores!). Como llevamos la misma dirección nos acompañamos parte del camino.
9:40 – Llegamos al aparcamiento del Mangatepopo, que está bastante lleno pero conseguimos aparcar, y empezamos la ruta!
Es el primer Parque Nacional en el que no hay que pagar entrada… ¡¡Bien!! Supongo que el negocio lo hacen con los buses que tienen que traerte de vuelta, al no ser un circuito circular.
Mato y Doreen van a hacer la ruta completa, que son casi 20Kms. Yo aún no tengo muy claro qué voy a hacer, pero lo que es seguro es que voy a subir al Tongariro.
Enseguida vemos el Volcán, que es espectacular. En ese momento nos creemos que es el Tongariro, pero más tarde descubrimos que no, que ese es el famoso Ngauruhoe, el Monte del Destino de El Señor de los Anillos. El Tongariro no tiene una forma tan perfecta, y está más a la izquierda.
Como suele pasar en todos los Parques Nacionales, el camino está más que marcado y, en muchas ocasiones, evitando que toques el suelo.
10:35 – En casi una hora ya hemos hecho los primeros 4 Kms, donde está el primero de los dos únicos baños que hay en toda la ruta.
La imagen de unos baños “casi llenos” es una imagen que prefiero olvidar.
10:40 – Llegamos al primer desvío, que lleva hasta las cascadas de Soda Springs. Nosotros seguimos la ruta principal.
Y aquí es donde empieza la bueno. A partir de aquí y hasta el Red Crater, la subida es intensa y aún queda la mayor parte de la ruta, por eso hacen muy bien en advertir de que si no estás muy seguro, que des media vuelta.
Empezamos a subir. En las subidas yo suelo llevar un buen ritmo, porque me es más cómodo, por lo que empiezo a adelantar a los grupos más madrugadores, y dejo atrás a Mato y Doreen, que prefieren ir con más calma, que aún les queda mucha ruta.
10:50 – Ahí a lo lejos está el aparcamiento de Mangatepopo. Se nota que vamos subiendo.
Saludo a Mato y Doreen…
11:03 – El paisaje es muy parecido al del Volcán del Teide, en Canarias.
11:12 – Llego al siguiente desvío, el que lleva hasta la cima del Ngauruhoe. Hacerlo hoy creo que es excesivo, pero mañana es bastante seguro que lo voy a hacer.
El volcán es una absoluta preciosidad y me llama para que lo suba. Todo el mundo dice que es bastante peligroso… pero no está prohibido, así que… 😉
En esta parada me alcanzan Mato y Doreen, por lo que seguimos juntos un trecho más.
11:20 – Para llegar a la base del Tongariro se atraviesa una larga llanura…
…hasta el South Crater.
11:35 – Seguimos subiendo hacia la base del Tongariro. La subida sigue siendo fuerte.
Mis amigos me decían que les daba miedo que fuera a la montaña solo. ¿Solo?… Esto parece el Everest en hora punta.
Esta es la llanura que hemos atravesado, que está justo entre el Tongariro y el Ngauruhoe.
11:50 – Llegamos al desvío de la cima del Tongariro. Aquí nos despedimos, pues Mato y Doreen siguen la ruta y yo me voy a hacer la cima. Aquí sopla un viento helado y es cuando agradezco infinitamente a Susan por haberme dejado la chaqueta de esquí de su madre.
Empiezo la subida, y aquí la cosa cambia. No hay prácticamente nadie. Se nota que la gran mayoría de la gente viene a hacer sólo el Crossing.
A mi izquierda el Ngauruhoe…
…y a mi derecha se empieza a ver el Blue Lake.
12:15 – Y justo enfrente aparece la cima del Tongariro. No es una gran subida y se hace con bastante facilidad, por lo que yo creo que merece la pena hacerlo.
Justo antes de llegar me hago una autofoto señalando el Ngauruhoe y el Tongariro y justo en medio, pero mucho más lejos, está la tercera montaña del parque: el Ruapehu.
12:20 – Estoy en la cima del Tongariro. Desde aquí se ve el camino de venida.
Aprovecho que hay una pareja para que me hagan la foto “oficial”.
Desde aquí se ve lejísimos el aparcamiento de Mangatepopo. Y pensar que vengo andando desde ahí.
12:35 – Emprendo la vuelta por el mismo camino…
…tiro una última panorámica de las tres cimas…
…y hago un pequeño vídeo.
12:55 – Llego de nuevo al desvío. Ha sido una hora, con parada incluida. En las indicaciones suelen poner tiempos algo más largos para que la gente que va más despacio lo tenga en cuenta.
Es un poco tarde para subir el Ngauruhoe y muy pronto para volverme a Mangatepopo, que era mi plan C de ayer. Así que opto por el plan B y decido hacerme entero el Tongariro Alpine Crossing. Se supone que desde aquí (estoy al lado del Red Crater) es casi todo cuesta abajo.
Ahí está el Red Crater.
No se aprecia bien en la foto, pero la chica de la derecha va en calcetines… sin calzado. Que me lo expliquen.
13:05 – Empieza la bajada. Ya se ven claramente los Emerald Lakes (justo detrás de mí) y el Blue Lake.
Y ahí están, los impresionantes Emerald Lakes, los Lagos Esmeralda, haciendo honor a su nombre.
No estoy así de delgado. Es que la japonesa que me hizo la panorámica no controlaba mucho mi Nexus.
13:15 – Llego hasta la primera de las lagunas.
Nadie lo hace, pero no hay ningún cartel que lo prohíba, así que no puedo evitar la tentación…
13:25 – Ésta es la continuación del camino…
…pero justo a la derecha hay un pequeño desvió que rodea las lagunas y por el que sale mucho humo. Demasiado tentador.
Llego hasta la más baja de las lagunas, donde me encuentro a una familia al completo.
El padre, que se nota que es fotógrafo, me da su pedazo de cámara para que le haga una foto. Da la sensación de que se hace sola. Luego yo le doy mi pequeña Nikon compacta, sabiendo que, al menos, el encuadre será bueno.
13:35 – Llego al desvío que lleva al refugio de Oturere, que era donde me habría gustado pasar la noche, pero estaba completo, así que sigo.
Desde donde estoy se ve la cantidad de gente que está bajando hacia los lagos, por donde yo he pasado antes. Recuerda mucho a cuando esquiaba y en las pistas más difíciles se acumulaba la gente, buscando el valor para lanzarse. Aquí lo mismo, como resbala bastante la gente lo baja con mucho cuidado, pero es más fácil simplemente pisar con fuerza para que la bota se hunda y dejarse llevar por la gravedad.
13:45 – El Blue Lake, el Lago Azul. AquíLos kiwis no se esfuerzan mucho con los nombres. O todo lo contrario y son impronunciables e imposibles de recordar.
13:55 – Se empieza a ver el otro lado del Parque Nacional y, a lo lejos, el enorme Lago Rotoaira.
A partir de aquí el camino se hace interminable y un poco aburrido.
14:10 – Esa pequeña edificación del medio que está a tomar por culo muy lejos, es Ketetahi, que es menos de la mitad del camino desde el Tongariro. El aparcamiento al que voy es eso que se ve entre los árboles.
Llego a la zona privada que cruza la ruta. Aquí es como lo de caperucita y lo de no salirse del camino.
14:17 – La sensación es la de “bueno, ya debo estar llegando” y te encuentras con el Km 12 de los 20 Kms que tiene la ruta. La madre que los… ¡llevo poco más de la mitad!
Y no es que esté cansado (que lo estoy… un poquito), sino que el camino aquí es bastante menos interesante.
14:25 – Ahí está Ketetahi, el otro baño del camino.
14:30 – Por fin llego a Ketetahi y aprovecho para hacer un pis.
14:45 – Y seguimos bajando…
14:52 – Y, de repente, el paisaje empieza a cambiar. Aparece un riachuelo y algo de vegetación.
15:15 – Parece que voy bien… 3 Kms aún. ¡Ánimo!
La vegetación se empieza a espesar, lo cual se agradece, por el cambio, por la sombra, por la vida… En la zonas volcánica el único rastro de vida que vi fueron unos pocos líquenes.
15:25 – Km 17. Ya no queda nada.
15:35 – Uy… que se ponen serios.
…pero claro, ni idea de qué es lahar. y resulta que en español se dice igual y según San Google es “una avalancha de agua y lodo volcánico por las laderas de un volcán”.
Y yo que pensaba que serían lagartos o algo así.
Pues sin que nadie me vea me paro dos segundos para tomar una foto al río.
15:40 – Y ya he recorrido los 700 m. de terrible peligro.
15:52 – Y de repente, sin previo aviso, aparece el final de la ruta.
Está lleno de gente destrozada esperando sus buses. Le pido a un chico si me puede hacer la foto finish y lástima no haber grabado en vídeo el esfuerzo sobrehumano que hace para levantarse.
Y aquí está el mapa que prueba que llegué al final.
Queda ver cómo de difícil va a ser volver a Rangataua a dedo. Aquí todo el mundo tiene coche o bus esperándoles. Yo empiezo a andar y pongo el dedo en cuanto empiezan a salir coches. El segundo que sale, me recoge.
Son una pareja un poco seria, que lamentablemente van hacia el este, por lo que sólo pueden llevarme hasta la carretera, pero me viene perfecto. Acaban de hacer el Alpine Crossing y el chico dice que ayer subió al Ngauruhoe y que es difícil, pero que merece la pena. Me recomienda que vaya por la zona de rocas, que resbala menos que la zona de grava volcánica.
16:05 – En la carretera toca esperar más, porque hay muy poco tráfico hacia el oeste.
La espera es como de media hora, pero al final me para una pareja encantadora, Simon y Nathalie, él alemán y ella de Sydney. Parecen surfistas. Ella tiene una mirada de las que quitan el hipo. Lástima que se pone las gafas para la foto.
16:55 – Me dejan en National Park, el pueblecito, porque ellos van hacia el norte y yo hacia el sur. Tiro una última foto de las montañas…
…y no tengo que esperar mucho. Enseguida me recoge Sam. Y no puedo ser más afortunado. Resulta que es el encargado del mantenimiento de los refugios del parque. El que los limpia, se encarga de que haya comida, gas y que estén en buenas condiciones. Le pregunto por su trabajo porque, claro, no puede ir en coche a los refugios. Toca andar mucho y llevar el material a cuestas. Dice que pasa varias noches en cada refugio, que no anda todos los días. Es un trabajo estacional, sólo por los 6 meses que dura el verano. A final del mes que viene acaba la temporada.
Hablamos de la subida al Ngauruhoe que quiero hacer mañana. Dice que es complicada y peligrosa, pero que se puede hacer. Que él la ha hecho 10 veces (!!), pero que ayer, sin ir más lejos, alguien se partió una pierna con una de las rocas, y que el año pasado una chica tuvo la mala fortuna de empujar una roca de 100 Kgs que fue a golpear a su novio, que tuvo que ser rescatado en helicóptero. Dice que el mayor peligro es ese, las rocas sueltas, pero que por lo demás… merece la pena. No lo dudo ni por un segundo. 🙂
Sam va más allá de Ohakune, pero le pido que me deje en la ciudad para comprar algunas cosas para mañana.
17:35 – llego a Ohakune sano y salvo y en bastantes buenas condiciones. Las suficientes como para animarme a volver mañana. Hay que aprovechar, que son los dos únicos días de buen tiempo pronosticado. El de hoy ha sido increíble.
7 autostops, 4 de ida y 3 de vuelta. 7 historias que contar. El autostop fue mi gran descubrimiento en el viaje a Costa Rica.
Mientras hago las compras, aviso a Susan que ya estoy, y viene a recogerme con Lisa. Llegamos a casa y propongo hacer un arroz de cosas para cenar. Y no me queda mal. Como parece que todos necesitamos hoy proteínas, ellas se han hecho aparte un poco de carne y yo me he cocido dos huevo en el mismo arroz. Es un arroz sencillo, de zanahoria, calabaza y poco más, pero queda apañado.
Mi propósito después de cenar era escribir este post, pero estoy demasiado cansado y mañana toca madrugar de nuevo, así que lo pospongo y me voy a dormir.
El día ha sido genial. Me alegro muchísimo de haber ido finalmente. Éstas son las experiencias que luego quedarán grabadas en este viaje.
Ayer TODO el mundo me dijo que no hiciera una locura y que contratara el bus para ir al Parque Nacional, pero si algo he aprendido es a no hacer demasiado caso a TODO el mundo. No se trata de arriesgar demasiado, pero sí es verdad que necesito experimentar las cosas para saber si son buenas o no. No me vale el “esto no, porque siempre ha sido así”. Porque así que es como se crean las falsas creencias y las leyendas urbanas.
Hubo incluso quien me dijo que era superpeligroso, que nadie me cogería, que se me haría de noche y podría morir de frío. Supongo que ese tipo de creencias son las que mantienen todas las empresas de buses que llevan a los turistas a allá.
Y por supuesto que es más cómodo ir en bus, que tener que hacer, a veces, largas esperas en la carretera. Pero precisamente eso hace que sea parte de la aventura, el no saber, el conocer gente nueva, el que pueda pasar cualquier cosa. Dentro, siempre, de cierta prudencia. Nunca arriesgo demasiado, porque quiero que esto dure. 🙂
Lisa ha reservado bus para hacer mañana el Crossing. La recogen aquí a las 7h. Yo, aunque tengo las piernas un poco cansadas, mañana vuelvo a a la carga, pero no voy a madrugar tanto y volveré a ir en autostop, así que no creo que coincidamos.
Por cierto. Ni rastro de molestias en la rodilla ni en el costado derecho. Me siento fuerte y en plena forma. Está claro que estoy mayor para trabajar en el campo…
…pero no para ir a la montaña.
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