6 abril 2016

111 días viajando…
4 días en Christchurch…

Si hay gente sensible, mejor que deje de mirar. 

Así es como tenía la picadura antes de acostarme y así es como la tengo al levantarme.

La picadura en sí está menos aparatosa, pero el dedo se ha hinchado cosa mala. Tiene pinta de mala reacción a una picadura. Igual ahora me convierto en Spiderman. Pero por más que intento escupir telas de araña por mis muñecas… nada.

Mi amiga Mer (que no sé que haría sin ella), contacta con mi seguro para no tener que llamar desde aquí, y al poco me llaman desde Auckland para asignarme un centro médico: El 24h Surgery (vaya nombrecito), que está en el centro, a 1/2 hora en bici. Es sin cita, así que desayuno antes de ir. Hoy, además de la calabaza, pongo un resto de brócoli que dejaron las woofers polacas.

Hoy he preferido saltarme el yoga, porque no me veo apoyando bien la mano en el suelo y dando saltos.

Por cierto, en la ducha hay un botón que estoy muy tentado en pulsar, porque igual sale alguien que se me abraza y me dice “¡¡Muy bien Pablo, eres el mejor!!”

Me cojo la bici y marcho para el centro. Por el camino no puedo evitar la tentación de hacerle una foto a algo que no sé si es una casa particular o un campo de fútbol.

Llego al centro médico…

 …y toca esperar.

Qué clarito dejan lo de que hay que pagar antes de ser atendido. Menos mal que cuento con un muy buen seguro médico (imprescindible), gracias a mi maravillosa amiga Mar.

Me atiende un médico joven y muy simpático. Me cae muy bien (cosa que no suele ocurrirme con los médicos), porque no sólo me explica detalladamente lo que ve, sino que, además, me deja discutírselo! 😉

Me dice que es probable que haya una infección interna debido a que es una herida abierta y me recomienda tomar antibióticos. Yo se lo discuto. Le digo que, en mi opinión, no creo que sea una infección, que parece más una reacción alérgica al veneno de un insecto. Que una infección no evolucionaría tan rápido y que, en cualquier caso, si yo tengo razón, sería tomar antibióticos para nada (cosa que no hago casi en ningún caso), mientras el efecto del veneno sigue adelante.

Me reconoce que no sabe mucho de picaduras y que va a consultar a un colega. Da gusto acudir a médicos que no se creen dioses que deciden por ti sin preguntarte siquiera (como me ha pasado en el 80% de los casos en España, incluidos los privados). Vuelve diciendo que su colega opina lo mismo, que es posible que sea una infección, pero que si no lo es, tampoco hay un antídoto, que toca simplemente esperar a que el sistema inmune lo sane por sí solo. Que sólo habría que preocuparse si hubiera un empeoramiento rápido, o tuviera otros síntomas más generales. Me propone que espere hasta mañana a ver cómo evoluciona, que si mejora, no me tome el antibiótico; que si no mejora, que lo empiece a tomar mañana y que si empeora muy rápido, que vuelva o me vaya al hospital.

Me parece razonable.

Me marca con un rotulador la zona hinchada para que la controle… 

…y me da en informe médico, la receta y otros papeles, diciendo “esto es para ti”.

Por cierto, que durante la consulta me pregunta de dónde soy, y si estoy haciendo turismo, y abre el Google Maps en su ordenador de la consulta para mostrarme los sitios de la isla sur que no puedo dejar de visitar. Curiosamente los 3 sitios que me indica, ya los tenía marcados en mi mapa. 🙂

De vuelta saco fotos a algunas de las obras que me voy encontrando. Media ciudad está en obras para arreglar las infraestructuras afectadas por el terremoto.

Me voy directamente al Antidote a comer algo, luego me tomo un café al lado (en Antidote no tienen café) con un pequeño pecadito de azucar, pero gluten free…

…y me voy a casa a ayudar a Sai a empaquetar portátiles y pantallas. Me dice que le lleve mi portátil a las 17h para echarle un ojo, ya que también se dedican a cambiar pantallas. Si me lo consigue reparar, voy a flipar.

Me llaman del seguro para decirme que por qué me he llevado todos los papeles. Que los tenía que haber firmado y dejado ahí. Pues hombre… si me dicen “esto es para ti”, ¿qué esperaban?… Total, me toca volver mañana o pasado a llevarlo de nuevo. Y es una hora en bici ida y vuelta… perezón.

A las 17h le llevo el portátila Sai. Abre la parte de la pantalla (se nota que tiene costumbre), la saca y prueba con otra, aunque no encaja, pero solo para ver si va… y no va. Probablemente el problema no es de la pantalla. Tiene difícil solución. Pero le agradezco infinitamente el haberlo intentando y el que me esté dejando un monitor externo para poder usarlo.

Quería haber pasado la aspiradora a mi habitación para asegurarme de que no hay más bichos, pero no me da tiempo. Se me ha ido la tarde mirando posibles nuevos helpex. Hay algunos muy interesantes. Pero ahora tengo que pasarme por la otra casa para la cena. Es un paseíto de unos 20 minutos en bici para ir a cenar y otro tanto para volver. Y lo malo es que el frío empieza a apretar.

Cuando llego resulta que Grace se va a yoga en Antidote, James está ocupado y Holly está haciendo ayuno, así que me ofrezco a hacer yo la cena con un arroz de cosas, mientras charlo largamente con Holly sobre cómo mejorar mi inglés. Holly me recomienda (y no es la primera) que deje de leer en español, incluso las noticias y que lo lea todo en inglés. Es un buen consejo.

El arroz no me queda mal y arrasamos con él.  

De postre Holly ha vuelto a hacer su pudding vegano con pan sobrante, leche de coco y dátiles para endulzar (sin nada de azúcar ni nada de origen animal) y le queda espectacular.

Pasamos una sobremesa de lo más distendida y cuando me voy, me llevo un pequeño tesoro que no usan y que a mí me salva la vida.

James ha traído un montón de fruta y verdura de Ooooby y me ofrece hacerme una veggie box y llevármela mañana a mi casa para tener más provisiones. Eso sí que me salva la vida.

Se están portando muy bien conmigo y por fin empiezo a sentirme uno más. No sé, quizá me precipité al esperar que todo fluyera desde el principio como me ha pasado en los demás sitios. Igual es algo que “esperaba”, pero no tiene por qué ser así. Quizá hay cosas que necesitan tiempo y yo las quería ya.

Ahora me siento mal por mi cabreo, porque demuestra en el fondo poca tolerancia y paciencia. Como siempre, las cosas no son como son, sino como nos las tomamos. Es nuestra reacción a las cosas lo que las hace buenas o malas en nuestra cabeza y no como son realmente. Porque realmente no podemos saber las motivaciones de los demás o la historia que hay detrás de cada uno para actuar como actúa.

Tolerancia y paciencia. 

Ha sido una buena lección.

Cuentas

Por otra parte estamos a primeros de mes. Toca repasar las cuentas de Marzo. Veamos…

En total poco más de 500€ de los que un tercio es el billete de avión a NZ. Si no contamos con el extra del vuelo, serían unos 322,47€. 

Está claro que mis gastos mensuales están creciendo. Voy a tener que tratar de ser un poco más austero…

Pero también es verdad que este mes he ganado 485 NZD (unos 290€. Y porque el dueño del Clyde Hotel me timó $40…) trabajando en Ohakune, lo que deja el saldo de Marzo en:

• Marzo:     32,00€.

Eso ya es otra cosa… 😉

PD. Mañana me toca hacer algo con la sobreproducción de melocotones. Si alguien sabe cómo hacer salsa de melocotones o mermelada o algo así, pero sin azúcar, se agradecerán infinitamente las recetas.

La que use, será publicada aquí. 🙂