Hoy suenan muchos despertadores a muchas horas… A las 7, a las 7:30… y por fin a las 8 me levanto. No hay prisa, no salimos hasta las 9:30.

Ducha y recoger. Bajamos a desayunar al GuestHouse de enfrente, que les funciona el WiFi. Esta vez me pido un ice coffee y acierto plenamente.

Y una ensalada de fruta para ir limpiando el estómago.

Compramos un par de bocadillos vegetales con huevo para el viaje…

…y regresamos al GuestHouse donde nos espera ya el tuk-tuk.

Nos llevan hasta una tienda cerca del embarcadero donde nos piden el resguardo del billete y el pasaporte para ir a comprar los billetes. Ese servicio también está incluido. Esperamos en la tienda unos 10 minutos hasta que nos los traen.

Estamos en el barco 37. Y es que hay unos cuantos barcos.

Sytske, la holandesa, está en el mismo barco que nosotros. Tenemos asiento asignado, pero al embarcar vemos que la gente se sienta donde quiere, así que nos sentamos con ella. Embarcamos a las 10:30.

Han colocado las mochilas debajo de las tablas del suelo y han conseguido acomodar a todo el mundo. Va el barco lleno. La espera se hace eterna, pero por fin, a las 12 en punto, salimos.

A la izquierda, Laos. A la derecha, Thailandia.

Aunque el viaje será largo (unas 6 horas hoy y unas 8 mañana) se hace muy agradable por las vistas, el aire y el ambiente.

A las 13h me como el bocata y me compro una bolsa de patatas “sour cream & onion”.

Sytske nos cuenta sus experiencias en sus viajes por Latinoamérica, África y Asia. Me queda mucho que recorrer aún. Lo que me cuenta de su safari por el Serengueti y su subida al Kilimanjaro me dejan fascinado. Me lo apunto para la próxima… 😉

Ella ha decidido que era su momento de realizar su sueño de pasarse un año viajando antes de estabilizar su vida y tener hijos. En julio le toca ya volver a Tarrasa y empezar a buscar trabajo. Dura adaptación…

En Huay Xai vimos a una pareja de suizos viajando con sus dos hijos en bicicleta.

Por lo preparadas que estaban las bicicletas se diría que son de los que se tiran años viajando en familia. Me parece admirable… y muy difícil. No sé si podría. Para mí es mucho más fácil y emocionante viajar solo. Pero reconozco el valor de lo que hacen. La experiencia debe ser impagable.

El barco está sobre todo lleno de turistas. En la parte de atrás está el motor (a la vista) y justo después un espacio en el que hay una gran familia sobre alfombras en el suelo. Parece que la familia del que lleva el barco vive permanentemente en él.

Hacemos varias paradas por el camino para dejar a gente local…

…y finalmente, a las 18:30, llegamos a Pak Beng.

Sytske va con un grupo que conoció hace pocos días, así que al final somos 10 personas: Miriam y yo españoles, Sytske, otras 3 holandesas y un holandés, dos hermanas inglesas y un inglés.

Cuando buscamos alojamiento, encontramos un Guesthouse de 80.000 Kips noche, así que pedimos 5 habitaciones dobles, pero en el ultimo momento el inglés prefiere irse por su cuenta a otro sitio, así que pedimos una cama supletoria en nuestra habitación y Sytske se viene con nosotros.

La cama supletoria es un colchón en el suelo. Nos pide 110.000 Kips por la “habitación triple”. Intento regatear, pero me dice que tiene que subir el colchón (1 piso!) y que está muy cansado y que son más camas que lavar, etc… me hace tanta gracia que cedo.

Lo justo para dejar las cosas y nos vamos al Sabaydee Restaurant a cenar y tomarnos una cerveza.

Me pido un curry vegetariano. Suuuuuperrico. Curry y cerveza por 40.000 Kips (5€).

Después de la cena no puedo evitar la tentación de comprarme un muffin de chocolate. Me sabe a gloria. Aunque, como todo aquí, no es muy dulce. Pero por mí mejor.

Vuelta al hotel y me pongo con el blog. Quiero subir 25 fotos y en 1/2 hora aún va por la primera. Así que por ahora publico sin fotos y lo dejo toda la noche subiendo. A ver si sube algo.

Pues no ha tardado tanto. A las 0:10 consigo colocar todas las fotos… Ahora sí…

A dormir!!

Buenas noches!!