Australia (Tasmania) – Preparando la aventura a Bruny Island

by | 6 Feb 2016 | 0 comments

6 febrero 2016

51 días viajando…
57 días en Tasmania…

Hoy todos nos levantamos con un poco más de calma, que es sábado. Pero a las 8 ya estoy haciendo mi media serie de Ashtanga. Aún no consigo reunir suficientes fuerzas, tiempo y voluntad para hacerme la serie completa.

Se me olvidó contar mi sueño del hace un par de noches. Soñé que otra productora volvía a montar el musical Avenue Q, y que me volvían a coger para hacer de Brian, y estábamos en la noche del estreno, a punto de empezar, y me daba cuenta de que no habíamos ensayado nada y no sabía si las letras y el texto de esta producción eran las mismas que la de la producción de 2010. Ni siquiera estaba seguro de acordarme de nada. Y entraba en pánico, claro… y me desperté. 

La verdad es que para mi es un sueño muy recurrente, el de tener que salir a escena y no saberme el texto o no saber qué tengo que hacer. Aunque creo que es frecuente en la profesión, ¿no?

Hago café para Sarah y para mí (Mary toma té) y nos vamos Mary y yo a dar de comer a los animales. Me asomo a ver cómo van las semillas que planté, y muchas han germinado ya.

La gallina blanca parece que está mejor. Come algo más y ha puesto un huevo, lo cual es muy buena señal.

Para desayunar, me pongo un par de tomates con aguacate y pepino. Ella, que lleva un buen rato haciendo tortitas por su cuenta, me ofrece una con miel que está deliciosa.

Me sigue impresionando verla cocinar con 10 años y sin supervisión, y la imaginación que le pone.

Hoy es día tranquilito. Después de desayunar recogemos todos los trozos de hormigón que quedaron desperdigados alrededor del cobertizo, y los amontonamos con el resto para limpiar un poco la zona. Después ayudamos con la limpieza de la casa. Mary con la habitación de Sarah y yo con el baño exterior. Aprovecho para arreglar la fuga de agua del retrete cambiando una pieza. También le arreglo una silla. Sarah dice que…

– I’ll miss you a lot

😉

Para comer decidimos que Mary hace un plato, yo otro y los compartimos. Así que nos ponemos a cocinar a la vez. Mary con unas patatas y yo con un arroz de cosas.

Y la verdad es que nos queda una comida de lo más apañada.

Sarah no tiene problema en que nos vayamos mañana a Maria Island, al contrario, le parece muy buen plan, así que lo comento en el grupo. Me dicen que llame a la empresa del ferry, porque se están agotando las reservas. Y, efectivamente, cuando llamamos ya se han agotado las plazas para mañana. Buscamos más opciones, pero no las hay, así que Mary propone montarnos nuestro propio viaje: irnos a Bruny Island a la aventura, con la tienda de campaña, haciendo autoestop hasta el ferry (hay muchos más y no hay que reservar), e intentando que alguien nos lleve dentro de la isla en coche, ya que es muy grande como para recorrerla andando.

A mí todo lo que sea aventura, es un sí inmediato, así que aprovechamos que Sarah tiene que ir a Hobart por la tarde para ir con ella y comprar algo de comida para los dos días que durará la escapada.

De camino, pasamos por el Centro de Meditación Budista Chagtong Chengton de Hobart para que Sarah deje unas cosas.

Una vez en Hobart, compramos fruta, patatas (Mary va a cocinar una especie de hamburguesas de patatas para llevar), tomates, pan (me voy a saltar mi dieta gluten-free por un par de días, porque si no, es demasiado complicado), unas galletas, queso, etc…

Mientras esperamos a encontrarnos con Sarah, me pido un café cargadito. Tengo un sueño mortal, no sé por qué. Es la primera vez que me pasa desde que estoy aquí. 

Sarah llega en lo que tardo en tomármelo.

Cuando volvemos, doy de comer a los animalillos y preparamos las mochilas. 

Luego, mientras Mary cocina las hamburguesas de patatas…

…yo hago una ensalada de (muchas) cosas, que compartimos. 

Así que desaparezco por un par de días, ya que dudo que la tienda de campaña tenga WiFi. Contaré la aventura a la vuelta.

Sigo a la búsqueda de couchsurfing en Melbourne. Tengo varias opciones, pero busco quien no le importe que llegue después de media noche, que ahí la cosa cambia. Pero seguro que sale algo.

Una de las mejores cosas que estoy viviendo aquí es la tranquilidad que siento en todo momento. Nada me agobia, nada me estresa. Es como si supiera que todo va a ir bien…

…y es que todo va a ir bien.

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