25-26 octubre 2016

314 días viajando…
42 días en Melbourne…

El martes empieza de nuevo con mis saludos al sol y un nuevo desayuno. Como han comprado plátanos, vuelvo a mis papillas de plátano, cacao, maca, leche de almendras y frutos secos. Más que recomendable.

Estoy intentando acordarme de tomarme un vaso de agua con limón en ayunas, pero casi siempre se me olvida. Y es que me tengo que aprovechar de los cientos de limones que está dando el limonero.

Durante el desayuno Daniella nos comenta que mañana vienen los primeros inquilinos. Unos amigos de Dave. En principio son 3, pero dos de ellos son temporales y el otro se quedará más tiempo. Les han asignado mi antigua habitación, así que toca ponernos a pintar a todo correr todo ese ala de la casa, empezando por la propia habitación.

Asi que toooooda la mañana se nos va entre el blanco de las paredes y el gris oscuro de los marcos, puertas y rodapiés.

A la hora de comer me ofrezco a cocinar algo. Esta vez pruebo a hacer una quinoa con verduras, mezclando quinoa blanca y negra.

Lo único es que he calculado mal la cantidad y he hecho el doble de lo normal, por lo que ha quedado bastante sosa. No ha sido mi mejor plato, pero hace el apaño.

Por la mañana, Dave y Pierre han traído la nueva furgo que se acaban de comprar Pierre y Marie. En realidad se la ha comprado Dave a través de una página de subastas que hay aquí. Y es que en Australia son muy fans de las subastas. 

Por la tarde seguimos pintando hasta las 19h. Hoy han sido como 9 horas de curro. Se nos ha ido un poco de las manos. 

Para desintoxicarme de tanta pintura, en cuanto acabamos, me planto las zapatillas de correr… y me lanzo al camino que hay al lado del río. No puedo evitar la tentación de pararme de tanto en tanto a hacer alguna foto.

Ya he visto que dar la vuelta al río de puente a puente son unos 4 kms. Hoy he ido lentísimo, pero es que estoy matado.

Cuando vuelvo, Daniella ya tiene lista la cena de leftovers, como dice ella. Pero ha incluido un zumo de sandía y mango que está para morirse.

Está la quinoa de esta mañana, el curry de ayer y una ensalada de patatas y huevo que ha hecho con lo que quedaba en la nevera. Muy apañado.

Como lo de correr no ha sido suficiente desintoxicación de la pintura, no puedo evitar la tentación de sucumbir a la llamada que han hecho en el grupo de “Españoles en Melbourne”. Uno de ellos, Pablo, celebra su cumple y ha convocado una quedada de cervezas en el Rooftop Bar Cinema del CBD. Así que, a pesar del cansancio y la pereza, me cojo el Tram (no estoy para 40 minutos de bici) y me voy para allá.

El Rooftop Bar, como su nombre indica, es la azotea del edificio Curtin House.

Allí me encuentro con una docena de españoles y al homenajeado, Pablo, que resulta que ha vivido antes en Brisbane y es buen amigo de Igor e Irene… el mundo es un fucking handkerchief. Casi todo el tiempo lo paso de charla con Mirem, una chica vasca que ha venido a Australia a trabajar con una Working Visa, y que ha dedicado toda su vida a estudiar baile de jazz, especialmente un año en Barcelona en la Escuela de Coco Comín. Dado que el baile que ella hace es especialmente para musicales, ahí tenemos tema de conversación como para aburrir… al resto. :-p

Al final de la noche, nos sacamos la foto oficial.

Al día siguiente, Miércoles, es como el Día de la Marmota: Saludos al Sol, desayuno (esta vez le añado unos huevos escalfados) y a pintar de nuevo. Tenemos que terminar todo el ala antes de que lleguen los nuevos guests.

Y ahí estamos dándolo todo Marie…

…Pierre…

…y yo.

Por cierto, las dos picaduras de abeja que tuve el lunes, en la cara y en el hombro, le han dado por manifestarse 48h después.

No duelen, pero la de la cara no para de supurar líquido, que no es ni sangre ni pus. Pero bueno, parece que no va a peor.

Lo que sí ha ido a peor es una de las otras picaduras que tenía, que se me ha infectado. Y es que vuelvo a estar como en Cook Islands, con infecciones en la piel. Sigo sin tener muy claro si son picaduras o granitos que se infectan. Ahora mismo tengo 5 en distintas fases: 1 en el brazo que ya está curando, otra en el trasero que está en su peor momento, muy hinchado y duele a rabiar, otra en la espalda y dos en la rodilla que están empezando y que estoy tratando de curar continuamente para que no vayan a más.

Si a alguien se le ocurre qué puede ser, me sería de gran ayuda.

Hoy hemos terminado antes porque se ha acabado la pintura. Aprovecho para darme una vuelta por el río, pero de paseo, nada de correr, que necesito parar un poco.

Los nuevos inquilinos nos son la alegría de la huerta, precisamente. Van bastante a su bola y no se esfuerzan en hablar claro (son MUY australianos). Pero es lo que hay.

Yo estoy intentando que me admitan en el grupo de Facebook “Chilenos en Melbourne” que tiene más de 7.000 miembros, porque creo que es el sitio perfecto para hacer los contactos que necesito para empezar mi proyecto, que es un concierto de música chilena. Ya daré más detalles. Por ahora… shhhhh… chitón.

Me noto un poco más cansado y dolorido de lo habitual. Es normal con el ritmo de trabajo que llevamos. Pero cuando estaba paseando por el río, no dejaba de pensar en lo afortunado que soy de poder estar viviendo de esta manera. El poder estar aquí, ahora… es realmente maravilloso.

Y soy también afortunado por la gente maravillosa que me rodea. Comenté en el grupo de “Españoles en Melbourne” que se me había roto la pantalla del móvil, que si alguien sabía de algún sitio barato donde repararla…. porque estuve mirando y en ningún sitio baja de $115 la reparación. Y de repente me contacta uno del grupo, Fer, y me dice que él en España se dedicaba a esto y me recomienda que compre una pantalla nueva en Aliexpress, por $25, y que él me la cambia si le invito a una cerve. ¿Puedo estar más agradecido? Así que ya la he pedido… lo que tarde en llegar.

Algunos de los españoles me han pedido que monte un grupo para practicar yoga en un parque algunas tardes. La verdad es que no me considero tan avanzado como para enseñarlo, pero creo que sí puedo compartir mi práctica con otras personas y puede ser algo muy bonito. Me apetece bastante. En cuanto llegue el buen tiempo lo organizo. 

Tengo un poco abandonada la meditación, porque llego tan cansado a la noche, que me quedo dormido. A ver si consigo volver a ello, porque lo echo mucho en falta.

Y deseando que llegue ya la primavera. Por aquí circula un chiste muy apropiado.

1 Comment

  1. Al

    Muy bueno!
    Cuídate hermanito! 🙂

    Reply

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