18 – 19 julio 2016

216 días viajando…
36 días en Rarotonga…

El lunes es un día poco interesante. Tanto es así, que la única foto que hago en todo el día es de mi comida.

Por la mañana quiero ir a Waffle Shack pero está lleno, así que me voy al Café Salsa, donde me encuentro con Carlos (me lo encuentro en todas partes) y Bárbara y nos quedamos de cháchara.

Como el tiempo se está poniendo realmente feo, me voy para el hostel. Tengo una suerte bárbara, porque en cuanto llega empieza a llover y ya no para hasta el día siguiente. Por la noche quiero ir a Rio’s y llevarme a Ruby, que me lo ha pedido, pero no hay forma. Llueve en plan tropical y no para ni un segundo.

Paso la tarde terminando de escribir el post de la semana pasada y la noche la paso con los argentinos, que se van de madrugada. De hecho me quedo con ellos hasta la 1h para despedirme. Se van todos menos Antonella, que se queda hasta el jueves.

Por la noche duermo profunda y pesadamente. Me despierto unas pocas veces y no deja de oírse la lluvia. Sueño con mi amiga, la actriz y cantante Jazmín, que participa en una especie de deporte de lucha o algo así. Otra de las veces sueño que me voy a vivir con mis hermanos a una especie de piso de superlujo y muy barroco. Es raro, porque no me suelo acordar de mis sueños, pero esta noche han sido más intensos de lo habitual.

Cuando me despierto ha dejado de llover y luce un sol estupendo, así que le hago mis saludos, ducha, desayuno y me voy para el Waffle Shack.

Dedico la mañana a buscar ofertas para Brisbane en HelpX y Workaway. Se me ha metido en la cabeza que mi mejor opción es Brisbane, porque me apetece Australia, me apetece una ciudad medio grande y me apetece un clima no demasiado frío. Y Brisbane encaja perfectamente en todo ello. 

Encuentro en Workaway algunas ofertas especialmente chulas y muy tentadoras, de esas que sientes que vas a tener buen rollo con los hosts desde el primer momento.

En ese momento me llega un mail de Lucile desde Castaway Resort:

Just wanted to keep you in the loop and let you know that you have made it to the last 2 candidates for the Restaurant & Bar manager position! Bravo!

Ostras… por más que espero no tener que tomar la decisión, me va a tocar tomarla.

Y en ese momento lo veo claro. Me da tanto vértigo la noticia, que tengo claro que no es lo que quiero. Que no me veo un año atado a un trabajo que va a suponer mucha responsabilidad y mucho estrés. Justo las cosas de las que estoy huyendo. El hecho de que me haya llegado cuando estaba mirando las ofertas en Brisbane me hace comparar las sensaciones producidas por ambas cosas… y no me cabe duda.

Y en cuanto tomo la decisión de irme, siento que me quito un peso de encima. Efectivamente estaba atascado…

…y acabo de desatascarme.

Quiero seguir mi viaje.

Mando solicitud a una docena de ofertas en Brisbane y me vuelvo para el hostel a comer una rápida ensalada con lechuga, tomate, garbanzos, cebolla y huevo. En la puerta del hostel están los dos fieros guardianes del sitio.

Hace tan buen día, que decido irme a la playa. Me voy a una muy cercana que he visto cuando paso en la moto y que tiene muy buena pinta. 

Ahí hago rápidamente un amigo.

Es muy curioso lo de los perros en Cook Islands. En Aitutaki no existen, están prohibidos. Sólo hay gatos. En cambio, en Rarotonga, hay montones, y uno nunca sabe cuales son callejeros y cuales tienen dueño, porque algunos tienen collar, pero no los ves con gente. Eso sí, todo son extremadamente amistosos y buscan cariño. En cuanto se lo das un poco, ya no se te separan.

Después de la playa, una ducha rápida y un vinito en Castaway Resort para ver el atardecer… pero no hay atardecer. Muchas nubes en el oeste.

Por la noche, Ruby, la canadiense, me propone que vayamos al Muri Night Market para comer algo. allí nos encontramos con algunos de los recién llegados al hostal: los tres chinos y el búlgaro.

De lo poco vegetariano (que no vegano) que hay en el mercado, es el yogurt helado…

…que resulta estar llenísimo de azúcar. ¿Es que no saben comer sin azúcar aquí?

De vuelta al hostel compruebo en el correo que he tenido algunas respuestas positivas, y me resulta especialmente interesante la respuesta de Michelle, la madre de una familia vegetariana y practicante de meditación con una niña de 20 meses que viven a unos 20 minutos de Brisbane. Necesitan ayuda con su jardín, con algunas pequeñas construcciones y… con la niña! Yo encantado, claro. Puede ser de lo más divertido y los niños se me suelen dar muy bien.

Me ofrecen habitación muy amplia con baño privado y acceso independiente y comidas por 4 h/día, 5 días/semana. Es un sueño.

Ellos están encantados conmigo y sólo falta fijar fechas.

Lo primero que miro es lo de cambiar el vuelo a Auckland que tengo para el 30 de Agosto. La primera fecha disponible es este sábado, 23 de julio, pero el cambio me costaría $170. En cambio si me voy el sábado siguiente, 30 de julio, no me costaría nada. 

Pero el irme el 30 de julio tiene 2 pegas:

1) Supone una semana más de gastos aquí, y ya sólo una semana de hostel + moto son justo $170 sin contar gasolina y comida.

2) Me apetece más pasar mi cumple con amigos en NZ que aquí solo.

Así que me estoy planteando irme este Sábado. Nat dice que me acoge cuando sea (“We always have room for you, Pablo“). Richie dice que le diga la fecha que va a buscarme al aeropuerto, y Star me dice que está encantada de recibirme cuando sea.

¿Estoy o no rodeado de gente maravillosa?

Lo siguiente que miro son los vuelos a Brisbane desde Auckland y me llevo una alegría. Son especialmente baratos. Hay uno el 8 de Agosto por 97€.

Así que en cuanto Michelle me confirme fechas, me pongo en marcha.

Me siento mucho más ligero y activo. Siento que mi tiempo en Cook Islands ha terminado. He disfrutado mucho mi estancia aquí, me ha encantado todo lo que he aprendido y es un sitio maravilloso… pero no para vivir.

Y es que aún no me veo asentándome en ningún sitio…

…Sigo siendo un viajero viajando.