6 – 12 diciembre 2017
726 días viajando…
7 días en Perth…
Tras mi roadtrip por la West Coast de Australia, paso una semana en Perth alojado por mi amiga Mims, de Madrid. Más concretamente en Fremantle.
Fremantle empezó siendo un suburb de Perth, y es ahora una ciudad con identidad propia. Tanto, que incluso los locales lo llaman “Freo”. Y es que mientras que Perth es una ciudad bastante financiera, comercial y fría, Freo es una ciudad mucho más cálida y cultural.
Lo primero que me llama la atención es encontrarme un montón de edificios con rayas amarillas pintadas en sus fachadas.
Y no sólo los edificios. También hay rayas por el suelo y en el mobiliario urbano.
Y no lo entiendes hasta que vas a The Round House, la antigua prisión de Fremantle, y desde allí ves el efecto visual.
Se trata de una obra del artista suizo Felice Varini. El efecto es brutal cuando lo ves allí mismo.
Fremantle tiene, además, un estilo colonial en su arquitectura que le da un encanto muy especial.
Me alojo en casa de mi amiga Mims (llego justo el día en que ella se muda allí) y su compañera de casa, la brasileña Sarah, quienes muy amablemente me dejan ocupar el sofá de la casa durante casi una semana.
Durante ese tiempo me dedico a visitar la ciudad…
Disfrutar de la pisci de la casa…
Cocinar para mis anfitrionas…
Salir con Mims y sus amigos.
Visitar el mercado (me encanta esa costumbre tan australiana de poner pianos en lugares públicos)…
Y es que te encuentras pianos donde menos te lo esperas…
En dos ocasiones visité el Fremantle Arts Centre.
Una para visitar una exposición de artistas aborígenes…
…y la otra para escuchar a la banda Soukouss Internationale dentro de los Sunday Music.
También visito la playa de South Beach…
Pero gran parte de mi tiempo lo dedico a escribir el blog, cosa que hago en alguna cafetería agradable como el Dôme Café.
Mi último día lo dedicamos Mims y yo a visitar Perth, especialmente el Kings Park and Botanic Garden, un impresionante parque justo en la desembocadura del Río Swan y que tiene unas vistas impresionantes de la ciudad.
Allí me encuentro casi de casualidad con Denisse, una ecuatoriana que conocí hace 2 años en Tasmania y que no había vuelto a ver desde entonces. Es una gran alegría. Nos vamos ella, Mims, un amigo español de Mims y yo a tomarnos algo y contarnos la vida.
Finalmente me despido de Mims y de Sarah dándoles las gracias por su maravillosa hospitalidad durante estos días…
…y esa misma noche vuelo para Melbourne para pasar las navidades y el resto de mi visado australiano, es decir, hasta finales de febrero.
Ha sido genial poder dedicar estos días a conocer Perth, la última ciudad grande australiana que me quedaba por conocer (si no contamos Canberra, la capital, que al final me quedo sin visitarla, pero todo el mundo dice que no me pierdo nada). Y no puedo estarle más agradecido a Mims por acogerme y darme la oportunidad de pasar aquí una semana de lo más tranquila.
Viene ahora una etapa de poco más de dos meses en tierra conocida (Melbourne) que dedicaré a ganar algo de dinero, salir con los amigos, pasarlo bien y poco más.
No suena a gran aventura…
…pero tampoco suena mal, ¿no?
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