21 – 31 mayo 2019

 

1.261 días viajando…
9 días en Hearthstone Village (Powell River)…

El 21 de mayo de 2019 terminan mis 3 meses en USA (el visado no da para más), por lo que me pongo en camino para mi próximo destino: Canadá. Mi vuelo es a la ciudad de Vancouver en la provincia de British Columbia. Así que tras una larga escala en San Francisco…

…dejo finalmente este país.

La llegada…

Y como todo llega… hasta los aviones, en un plis estoy aterrizando. Y tras un rapidísimo y sencillo trámite en inmigración (por Dios, qué diferencia con USA!) y un corto viaje en “metro”… ya estoy en Vancouver!

Es demasiado tarde como para irme a mi próximo destino (Powell River), por lo que le he pedido a Thorsten, el host de mi siguiente housesitting (ver siguiente capítulo), que me acoja por esta noche.

El viaje…

A la mañana siguiente me pongo en camino. Tengo reservado un workaway de 9 días en una comunidad de familias asentada cerca de Powell River, una pequeña población de la Costa Oeste.

Lo curioso de la Costa Oeste es que tiene tantas bahías que en dos de ellas no hay puentes y hay que coger sendos ferries, por lo que para recorrer una distancia relativamente corta de 170 kms, hay que echar bastantes horas.

El recorrido consiste en:

1) Un bus desde el centro de Vancouver hasta Horseshoe Bay.

2) Un ferry desde Horseshoe Bay hasta Langdale. Aquí ya se empieza a apreciar lo espectacular de los paisajes de la Costa Oeste de Canadá.

Hay hasta delfines siguiendo al ferry!

3) En Langdale, a la salida del ferry, me coloco rápidamente para hacer autostop para llegar hasta el siguiente ferry en Earls Cove. No tengo que esperar mucho hasta que me recogen Connie, Bonnie y Carol, dos hermanas y su tía. Sólo van hasta Gibsons, pero ya me vale, porque lo malo de la terminal del ferry es que si no consigues un viaje de alguno de los que salen, te quedas ahí tirado, ya que no pasa nadie más hasta el siguiente ferry.

En Gibsons nos despedimos con todo mi agradecimiento…

…y me vuelvo a colocar en posición.

Poco después me recogen Greg y su precioso perro Arlo, que están de excursión por la isla. Greg quiere visitar un lago que hay unos kilómetros antes de Earls Cove, pero me hace el inmenso favor de llevarme hasta la terminal del ferry. Y menos mal, porque, una vez allí, veo que el ferry está a punto de salir y el siguiente es 3 horas más tarde. Así que me despido de los dos corriendo…

…y me voy a por mi billete. Para mi sorpresa, este viaje es gratis. Y es que como hay que coger dos ferrys para recorrer la costa oeste, pagas por el primero, pero no pagas por el segundo, y lo mismo en la dirección opuesta.

4) Ferry de Earls Cove a Saltery Bay. Los paisajes son cada vez más espectaculares.

Me encantan los viajes en ferry.

En Saltery Bay, me vuelvo a colocar rápidamente en modo autostop. Y por un momento parece que nadie va a parar, pero vuelvo a tener suerte y consigo un viaje. No recuerdo su nombre, pero me deja en el mismísimo acceso de mi nuevo hogar. Allí nos despedimos.

Y aquí estoy, delante de los dos postes que, tal y como me indicaron, marcan el acceso a la comunidad.

Avanzo por el sendero. El silencio es total. Según me acerco, veo que tienen un fino sentido del humor.

Y finalmente…

Hearthstone Village Cooperative…

Me recibe Jaqueline, que es la que se encargada dentro de la comunidad (entre otras muchas cosas) de los helpers. ¡Y resulta que soy el primero! Llevan poco tiempo funcionando como comunidad y han empezado hace muy poco a buscar voluntarios a través de workaway, y yo tengo el honor de ser su primer helper.

La comunidad es una pequeña maravilla. Está formada por una casa principal donde conviven las 4 familias que la forman (bueno, una de las familias aún no vive en la comunidad y sólo viene los findes)…

Una cabaña que normalmente alquilan por AirBnB, pero que por unos días será mi alojamiento (no me puedo quejar… para nada!).

Una especie de santuario (los dueños anteriores organizaban bodas) o espacio multiuso que será el espacio perfecto para mis sesiones matinales de yoga…

El Huerto…

El espacio para las gallinas y los patos…

Una cocina exterior que llaman “The Stage“, porque los anteriores dueños lo usaban como escenario para eventos….

Y hasta una pequeña laguna…

Una de las actividades que realizan es la cría de pollos para consumo. Ay, Dios, eso lo llevo fatal…

Pero bueno, me parece mucho más honesto que si vas a comer animales, al menos los mates tú mismo. Por suerte no estoy el día del “chicken processing“, como le llaman muy eufemísticamente.

Jaqueline me cuenta la historia de Hearthstone Village Cooperative. En 2015 se puso a la venta un terreno cerca de Powell River que era una auténtica maravilla, al lado del mar, muy grande, con capacidad para numerosas familias. Esto hizo que varias familias de Powell River se pusieran de acuerdo para adquirir esa propiedad y convivir en comunidad. La cosa es que antes de que se hiciera la compra, el dueño murió y los herederos dividieron la propiedad en varios lotes, por lo que al final no pudo ser. Pero este hecho fue la semilla que hizo brotar el deseo de estas familias de vivir en comunidad. Desde entonces estuvieron durante más de 3 años reuniéndose con frecuencia para sentar las bases de lo que sería la futura comunidad, buscar un espacio para crearla y decidieron adoptar la sociocracia como forma de organización.

A finales de 2018 encontraron este terreno que encajaba bastante bien en lo que estaban buscando, pero que estaba a 17 kms de la ciudad. Una parte de las familias no querían estar tan lejos por motivos logísticos, pero la otra parte no quería dejar pasar esta oportunidad, por lo que finalmente el proyecto se escindió en dos. Una parte es el actual Hearthstone Village, y la otra parte adquirió una propiedad dentro de la ciudad.

Actualmente son 4 parejas: Jaqueline y Mark, que tienen dos preciosos perros, Lily y Sophie…

…Jena y Jamie, con dos hijos, y que actualmente acampan en el exterior de la casa; John y Sue, con dos hijas, y que aún no viven en la comunidad, pero pasan todos los fines de semana y planean mudarse en breve; e Ian y Genoveva, una pareja muy joven que están en periodo de prueba para integrarse en la comunidad.

El plan de futuro para la comunidad es que la casa principal sea el espacio común y que cada familia se construya su propia casa en un espacio asignado alrededor de la laguna. Ya lo tienen todo muy bien planificado y van a empezar a construir las casas muy en breve siguiendo métodos de construcción sostenible, ecológico y muy adaptado al medio ambiente. De hecho Jaqueline y Mark contarán con la ayuda del Mudgirls Natural Building Collective, un grupo de constructoras formado exclusivamente por mujeres.

Los alrededores…

Lo primero que hago después de instalarme, es darme una vuelta por los alrededores, que son puro bosque. Jaqueline me dice que me lleve un silbato por si me encuentro con un oso (¿¿Whaaaaat??). Al parecer hay muchos por la zona, pero que lo normal es que rehuyan a los humanos… salvo que sea una hembra con una cría y se sienta amenazada.(¡Ejem!). Pero que si voy haciendo ruido, lo normal es que ni me los encuentre.

Voy con una mezcla de acojone total y unas ganas locas de ver un oso.

Pero es evidente que haberlos, haylos!… y por el aspecto se diría que han pasado hace poco. Madre mía.

También me doy una vuelta (y un baño) por el río que pasa justo pegado a la propiedad, el Eagle River.

A propósito de osos, una de las primeras tareas en las que ayudo es a proteger los árboles frutales recién plantados, para que no se los coman por la noche.

Mis tareas…

Workaway nos permite a los viajeros tener alojamiento y comidas gratis a cambio de nuestro trabajo, normalmente unas 5 horas al día, 5 días a la semana. Además, tenemos el privilegio de convivir y compartir con gente local y, en algunas ocasiones (no en ésta), con otros viajeros.

Las tareas asignadas pueden ser de lo más variadas. En esta ocasión mis tareas han sido…

1) Apilar ramas. Algunos de los árboles de la propiedad están enfermos y existe el riesgo de que sus ramas caigan sobre las construcciones o las personas. Es por ello que poco antes de mi llegada, vino alguien e hizo limpieza cortando gran cantidad de ramas. Mi primera tarea es apilarlas todas en un sólo montón para poder, más tarde, convertirlas en serrín con una trituradora (Wood Chipper).

2) Triturar ramas. Una vez apiladas, han alquilado una trituradora industrial, también conocida como Chipper Shredder, y ayudo en la tarea de chippear las ramas.

3) Apilar maderas. Los anteriores dueños de la propiedad cambiaron el tejado de la casa hace unos 4 años. El anterior tejado era de madera de cedro y apilaron todas las tablas que lo formaban en un enorme montón en una zona apartada. Esa madera ya no sirve para nada y quieren usar el espacio donde están para colocar el remolque que será el alojamiento de los futuros helpers. Así que me encargan que apile todas esas maderas al lado del lugar donde hacen las grandes hogueras para quemarlas. Es un trabajo enorme que me ocupa unos 3 días completos.

4) Quemar maderas. Cuando ya tengo acumulada una cantidad suficiente, y en el primer día medio húmedo que se presenta, empezamos a quemar. El primer fuego lo enciende Jena (que tiene bastante más experiencia que yo) con ayuda de los niños.

Un par de días después quemamos por fin las últimas maderas. Ese día ya me siento con confianza suficiente como para encender yo solito el fuego.

5) Pasear perretes. Algunos días me ofrezco a Jaqueline para pasear a Lilly y Sophie. Es una buena excusa para darme una vuelta por el bosque.

6) Dar de comer a las gallinas. En Canadá la basura se separa en varios grupos: Basura general, reciclables (que hay que separar a su vez en latas, vidrios, plásticos y papel) y orgánico. En nuestro caso, el orgánico se lo damos a las gallinas. Lo que no se comen, se va convirtiendo en compost.

7) Construir una estantería. Como tengo algo de experiencia en carpintería, Jaqueline me pide que construya una estantería para los contenedores que contendrán los reciclables. Me dice más o menos las medidas y dónde están las maderas y las herramientas, y me deja diseñarla yo mismo. Es el trabajo que más me gusta hacer con diferencia. Desde que construí el gallinero en Nueva Zelanda, he ido cogiendo más y más experiencia en carpintería y cada vez me gusta más. Y me encantan estos sitios en los que tienen todo tipo de herramientas que puedo aprender a usar. Hasta una sierra de mesa.

El resultado final me hace sentir muy orgulloso, la verdad.

8) Construir una mesa. En vista del éxito de la estantería, Jaqueline me pide que le construya una mesa para doblar la ropa. De nuevo me da solo unas pocas especificaciones (las medidas, la altura y que sea plegable) y me deja que la diseñe yo. Y éste es mi diseño.

Uso la madera de cedro que tienen en abundancia. Empiezo por el marco.

Con varias tablas construyo la superficie.

El acabado lo hago con la pulidora, que la deja más suave que el culito de un bebé.

Éste es el momento en que le enseño a Jaqueline el resultado. Estoy yo más encantado aún que ella.

Y así queda. Mucho mejor que Ikea, dónde va a parar!

Y entre tarea y tarea, saco tiempo para hacer la colada.

Pero como no todo es trabajar, también hago algunas escapadas.

Powell River…

Jaqueline tiene un pequeño descapotable desde hace años, pero como lleva tiempo sin usarlo, se ha quedado sin batería, así que lo arrancamos con la batería de otro coche y me pide que lo conduzca media hora para que se cargue. ¡Como para decir que no!

Aprovecho para darme una vuelta hasta Powell River que está a unos 19 kms y ver el atardecer.

Lund…

En uno de mis días libres, Jaqueline y Mark me dejan el coche y me recomiendan que vaya a Lund, el último pueblo de carretera de la Costa Oeste de Canadá, ya que los domingos tienen el Shellfish Market.

Cuando llego, aún están montando los stands, así que me doy una vuelta por los alrededores.

Por el parque…

Por la costa…

El molino…

Cuando por fin me asomo por el market, hay un grupete de escoceses con sus faldas y sus gaitas.

El mercado no da para mucho. Son 4 puestos mal contados, pero tiene su encanto.

Me doy una vuelta por los alrededores. La costa que lo rodea es una pasada.

Y al fondo pueden apreciarse las montañas de Vancouver Island.

A la vuelta hago una visita un poco más detenida al Casco “Antiguo” de Powell River. Me llama especialmente la atención el Patricia Theatre.

Comida…

A cambio de mi trabajo recibo alojamiento y comida. El desayuno y almuerzo me lo suelo preparar yo (tienen de todo), pero las cenas me las suele preparar Jaqueline, que cocina de maravilla, ya que fue chef profesional en un barco de investigación oceánica durante mucho tiempo.

Eventos…

La comunidad de Hearthstone Village también organiza eventos abiertos para la gente de la zona, como este concierto de música celta que nos ofrecieron dos de los componentes del Trío Nua.

Despedida…

Pero todo llega a su fin, incluidos estos 9 días que han dado para tanto. En mi última “noche” (estamos tan a norte, que en verano anochece tardísimo), Jaqueline y Mark me llevan a cenar al Coastal Cookery.

Y luego a tomar un mojito al Costa del Sol (puede verse lo “de noche” que es después de cenar).

Al día siguiente, 31 de mayo de 2019, muy temprano, Jaqueline me lleva muy amablemente hasta Saltery Bay, donde tomo el ferry a mi siguiente destino… ¡Vancouver!

Cuentas…

Y ya ha terminado el mes de mayo, así que toca hacer las cuentas. Este mes corresponde a mi estancia en Pasadena y estos 9 días en Powell River (Canadá).

Entre que no he conseguido currar en Pasadena, y el viaje en avión hasta Canadá, se me han vuelto a disparar los gastos.Mi media mensual queda tal que así:

Mis gastos totales vuelven a pasar de los 20.000€ (en 3,5 años de viaje, que no está nada mal), pero mi media mensual continúa por debajo de los 500€.

Conclusiones y planes…

Ha sido un gran acierto volver a hacer Workaway y alternarlo con Housesitting. Ha sido impagable la experiencia de compartir tiempo y experiencias con estas maravillosas familias y he aprendido muchísimas cosas, además de tener la oportunidad de mejorar mis habilidades de carpintero, que cada vez me gusta más. hacer housesitting es maravilloso, por poder cuidar animales y por tener tiempo para uno mismo, pero workaway da mayor oportunidad de conocer gente y vivir más experiencias. Así que para mí el ideal es alternar ambas opciones.

Así que ahora mi destino es el West End de Vancouver, la zona más céntrica de la ciudad, donde haré un housesitting en una casa enorme cuidando de tres perros increíbles, a los que ya conocí en mi primera noche en Canada.

Lo que llevo visto de Canadá, me fascina. La naturaleza aquí es increíble y tengo la sensación de estar en una zona bastante remota del mundo. Aunque quizá también siento que es una zona un tanto “exclusiva”, en el sentido de que sólo unos pocos se pueden permitir vivir por aquí.

Tengo interés en saber más sobre los indígenas canadienses, aquí conocidos con el muy justo nombre de First Nations. No he visto muchos, pero siempre he oído hablar de ellos con mucho respeto e integración, y se ve una gran influencia en el arte, la artesanía, los nombres de muchos lugares, etc.

Me sigo sintiendo con muschísima ilusión y energía en este viaje que ya va para 3 años y medio… quién lo iba a decir. No dejo de aprender en cada paso que doy. Sobre el mundo…

…y sobre mí mismo.