21 marzo 2016

95 días viajando…
7 días en Rangataua…

Hoy he soñado que yo era Hitler, pero al estilo “El Gran Dictador” de Chaplin o “Los Productores” de Mel Brooks, o sea, muy de coña. Hasta siendo Hitler, estoy de coña. 

Anoche hice mi mejor meditación últimamente. Por fin vuelvo a conseguir concentrarme lo suficiente como para disfrutarlo. Que razón tienen todos los que me dicen que lo más importante es hacerlo a diario, aunque sea poco, porque si no, se pierde la práctica. 

Sophie y Damien se han ido temprano a hacer el Tongariro Alpine Crossing. Yo hoy me dejo dormir un poco más, hasta las 8:45, momento en el que, haciendo un esfuerzo sobrehumano… me levanto de la cama. 

Preparo zumo de manzana y zanahoria y me voy para The House (aquí las casas tienen nombres y ése es el nombre de la de Susan). Me hago mis saludos al sol y nos tomamos el zumo. Sigo de lo más disciplinado con el yoga.

Después, como siempre, me voy para The Shed a preparar el desayuno. Hoy la tortilla es de cebolla y queso. Susan está flipando con mis tortillas. Le sorprende poder desayunar todas las mañanas tortilla y que sean siempre diferentes y que no se canse. Y que sea algo tan sano.

Nos tiramos un buen rato de charla hablando de la vida, pero toca ponerse a currar. Me pongo con las cortinas y por fin las dejo terminadas. Me han quedado niqueladas.

Pinto la pared que dejé emplastada ayer. Aquí se ve a medio terminar, pero la dejo terminada. 

Me estoy convirtiendo en un experto pintor. 

Me termino la ensalada que sobró de ayer…

…y marcho para casa de Susan. Me pide que le ayude a arreglar la segadora siguiendo las instrucciones que le ha mandado su padre por mail, donde le indica que desconectemos el conducto de la gasolina al carburador para ver si está obstruido. 

Consigo abrirlo montando la de Dios, y vemos que no está obstruido. Lo volvemos a montar y…

…parece que funciona. 

Llegan los excursionistas franceses. Les ha encantado la ruta, aunque dicen que ha estado muy nublado y no ha podido ver gran cosa ni subir al Tongariro. Yo me reservo para mejores condiciones. 

Marchamos para The Shed a preparar la cena. Me dejan que les haga uno de mis arroces de cosas…

Susan me pregunta… “How can I help you?” y yo le respondo muy seriamente “giving me a glass of wine”. Se pasa la noche riendo con mi respuesta que a mi me parece de lo más sensata… 😉

Al final me queda un arroz de lo más decente. Lo hago pasar por paella… más o menos, no?

…y esto es lo que queda. 

Damien dice que está sorprendentemente rico para ser vegetariano, y que es la primera vez que come brócoli en su vida, que debería mandarle una foto a su madre. Susan dice que está bien, pero muestra menos entusiasmo desde que vio que le iba a poner lenjetas rojas (no se lleva bien con las legumbres) y eso que han quedado disueltas, pero dice que se nota en el sabor. 😀

Para mí está especialmente bueno con salsa tamari. 

Las dos botellas de vino ayudan a que sea una cena de muuuuuchas risas. 

Ya me encuentro adaptado del todo a este lugar y muy contento de estar acá. Tengo que empezar a moverme para visitar algunas zonas de la isla, como el parque nacional o la zona norte. Voy a ver cómo está de couchsurfings la zona. Para moverme, tiraré de autostop, que dicen que aquí es muy fácil. 

Mi hermana Almu y mi cuñado José ya me han mandado el portátil junto a otro par de cosas que necesitaba (mis carnets de conducir y de buceo. Gracias Mer!!) y mi sobrino Diego se ha encargado de llenarlo de amor. 

Jo, qué bien me va a venir!!

Es probable que tarde entre 2 y 4 semanas… pero tengo tiempo. Otra cosa no, pero tiempo… 

…todo el del mundo.