24 marzo 2016
98 días viajando…
10 días en Rangataua…
No falla, no hay como llenar el depósito del agua, para que empiece a llover como si no hubiera mañana. Hemos tenido noche de tormenta con muchísimo viento. No podía evitar imaginarme la casa a medio hacer de Susan arrasada por el viento (pensamientos de medianoche), preguntándome si las ventanas sin cristal y forradas de plástico aguantarían un viento como éste.
Y con esa sensación tan optimista me he levantado.
Llueve… bastante, así que decarto irme hasta casa de Susan con la ropa de yoga. Me ducho, me hago un licuado de limón y jengibre para mi garganta y un zumo de naranja, manzana, zanahoria y jengibre para compartir y nos lo llevamos Damien y yo para casa de Susan, intentando no mojarnos demasiado. Por fortuna la casa sigue en pie.
Hoy tenemos invitados para desayunar, los vecinos de enfrente (Susan les ha hablado maravillas de mi totilla), así que nos vamos a hacer algo de compra. Lo primero que veo es…
…sí, los famosos Kiwis!!
Aprovecho para comprarme por fin alcohol de desinfectar, que es mano de santo para mi dedo del pie.
Vuelta a casa y me pongo a preparar una tortilla grande de patata, boniato y calabaza…
…con la ayuda de Damien, que me hace de pinche.
Y finalmente vienen Gary y otro vecino que no recuerdo el nombre y nos damos un homenaje. Parece que gusta.
Susan ha preparado también unos cakes.
Después nos ponemos a preparar la casa para los guests que llegan mañana. Yo me ocupo de arreglar una portezuela del baño de abajo…
…y después vuelvo a la carga con la cisterna del baño de arriba. El peso del agua ha hecho que la madera que puse se empiece a desclavar de la pared y me aterroriza la posibilidad de que se suelte y se caiga la cisterna. Iba a ser divertido.
Así que meto pegamento para construcciones entre la madera y la pared y luego lo sello con silicona…
…y lo dejo secar. A ver si así…
Al final dejamos la casa más que apañada. Susan nos lo agradece grandemente.
Me voy un rato a la casa a conectarme a internet. Por un lado sigo buscando información sobre las rutas del Tongariro y buscando posible acompañante para la avecomplicadogusta ir solo, pero igual es un pelín arriesgado). Los refugios (huts) para pasar noche cuestan como $32 la noche, así que se me ha ocurrido cómo de hacerlo de la forma más económica y eficaz.
En vez de hacer el Tongariro Alpine Crossing, que es demasiado comercial y dependes de contratar un bus que te recoja en la llegada, y en vez de hacer el Tongariro Northen Cirtuit que necesita 4 días y hay que pagar 3 noches de refugios, que sale muy caro y no hace ninguna cima… he pensado que mi ideal sería llegar hasta el aparcamiento de Mangatepopo, ya sea en autostop o liando a alguien con coche, y desee allí hacer la ruta hasta hacer cima en el Tongariro y de allí bajar hasta el Oturere Hut para pasar la noche, pasando antes, si hay fuerzas, por el Blue Lake y los Emerald Lakes.
Al día siguiente sería hacer cumbre en el Ngauruhoe, que es bastante más complicado, y de ahí de regreso al Mangatepopo. De esta forma sólo habría que pagar una noche y se acaba donde se empieza, y haría lo que más me apetece: hacer las cumbres.
Tengo que buscar los dos días más despejados de la semana que viene y reservar el refugio.
Y por el otro lado estoy buscando dónde quedarme en las islas Cook. Sólo hay 4 ofertas de HelpeX que no me han contestado. Así que he empezado a escribir a bares y restaurantes ofreciendo un intercambio trabajo/alojamiento. A ver si sale algo!… No me puedo ir allí sin nada, es demasiado caro.
Toca volver a hacer la cena. Hay una luz maravillosa.
Propongo hacer de cena algo bastante arriesgado: un guiso de lombarda. Eso sí que es un desafío para un no vegetariano.
La receta es de mi madre. Frío ajo, luego añado cebolla y luego mi madre añadía patata. Yo he añadido patata, boniato y calabaza en tacos. Lo rehogo todo y le pongo algunas especies: comino, orégano, curry en polvo, nuez moscada, pimienta… Añado la lombarda bien cortada y lo rehogo todo. Le añado un poco de salsa tamari (toque personal) y luego pimentón ahumado. Lo rehogo un poco más, pero poco, que el pimentón se quema enseguida, y añado agua y a cocer!
Mientras se cuece, aprovechando que hemos recogido, limpiado y ordenado la casa, Susan me pide que haga unas fotos chulas.
Fuera el atardecer es precioso.
La cena está lista.
Y a pesar de lo arriesgado, es todo un éxito y al final nos lo acabamos. Eso sí, no han podido evitar la tentación de hacerse unas salchichas en la barbacoa.
Durante la cena terminamos de planificar cómo vamos a dejar la casa mañana. Los inquilinos llegan a las 13h. Damien se marcha y yo ocuparé el estudio. El domingo llega una nueva helper francesa (cómo no!), Lisa. A ver cómo nos apañamos.
Al final trabajo desde mañana hasta el lunes en el pub con mis amigos chilenos. Será divertido.
Ayer estuve un poquillo de bajón, porque tenía cierta sensación de vagancia, de que llevaba una semana en Nueva Zelanda y realmente no había visto nada porque no me había movido. Y es verdad, el tener que mirar las cosas en el móvil por falta de portátil hace que me dé más pereza, pero estoy en la Tierra Media y tengo que verla!!
Por eso me he puesto tanto las pilas hoy… y eso me quita la tontería. Y a partir de mañana tendré Internet todo el día, así que todo será más fácil.
Hemos venido a vivir aventuras, ¿no?
Pues vamos a ello.
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