Hoy el día comienza la las 8:30, así que hemos podido dormir un poco más. Ducha y bajamos sobre las 9:00. Hemos quedado a mas 9:30 con Daniel, pero él ya está en la recepción. Mientras esperamos a la sueca, Luisa, nos compramos unos bocadillos en los puestos de enfrente y un zumo en el supermercado.
Al final Luisa se retrasa bastante, así que aprovecho para fotografiar el Guesthouse y a uno de los cachorros…
A las 10:30 llega Luisa y vamos a la agencia, que está pegada al Hostel.
Ahí alquilamos los flotadores y una bolsa estanca para compartir y guardar nuestras cosas, nos marcan con un numero en la mano y nos llevan en tuk-tuk hasta el punto de partida a unos 3,5 kms de Vang Vieng.
Ahí ya vemos cual es el plan. Son las 11h y nos ofrecen unos chupitos de algo que parece whisky. Nos hacemos la foto de partida…
…y por fin salimos.
Apenas recorremos 50 metros y encontramos el primer bar. Pensábamos pasarlo de largo, pero Luisa insiste y al final nos dejamos liar. El sitio es de lo más curioso, con pista de voley playa y todo.
Nos echamos unos frisbis con otro turista y acabamos jugando al beer-pong con el animador del sitio.
Al cabo de cerca de una hora, logramos escapar del sitio.
Recorremos otros 200 m más de río y aparece otro bar diciendo que es el último del recorrido (completamente falso, claro), pero nos dejamos convencer. El sitio tiene un ambientazo increíble, con pista de “aquabasket”, petanca, ping pong y otras muchas zonas.
Está lleno de gente pasándolo en grande y ni siquiera te persiguen para que consumas. Podríamos estar disfrutando del lugar sin tomar nada sin ningún problema. Da un buen rollo increíble.
Unos coreanos nos lían a Daniel y a mí para echar un 3 contra 3 al aquabaket…
…mientras que Miriam y Luisa echan una petanca.
Más tarde, mientras Daniel sigue jugando con los coreanos Miriam y yo compartimos un tentempié.
Al final decidimos seguir el camino sin más interrupciones, porque se supone que es largo…
…y tanto que lo es. Son como las 14h y apenas acabamos de empezar el recorrido de 2’5 horas. El problema es que el río baja muuuuy lento y prácticamente hay que remar para avanzar, salvo en unos pocos sitios de poca profundidad donde la cosa acelera pero hay que ir salvando las rocas del fondo.
Aprovecho el rato para charlar con Daniel. Su cumple es un día antes que el mio, otro Leo. Es fascinante ver cómo con apenas 29 años se ha montado un viaje de un año por el que ha vendido su coche, dejado su trabajo y todo. Por algunos errores de cálculo ha gastado más de lo debido y n podrá llegar al año, pero así es cómo se aprende y ya quisiera yo darme esos viajes tan largos. Pronto… La verdad es que Daniel es un tío estupendo y una compañía genial en esta parte del viaje. Espero visitarlo pronto por Mallorca, que es un viaje que tengo pendiente.
Sobre las 16:15, por fin, cuando ya estábamos un poco hartos de remar y de tanta agua, llegamos al destino. A Vang Vieng.
Ahí me encuentro…
Devolvemos los roscos, nos devuelven la fianza y nos vamos al Guesthouse a ducharnos. Quedamos en 1/2 con Daniel y Luisa para irnos a cenar.
Le pido a Daniel que nos lleve (el lleva aquí 4 días, se lo conoce bien) al sitio más cutre, barato y auténtico de la ciudad donde poder comer unos buenos noodles. Los lleva a…
…Victor’s Place. Y cumple lo pedido. El que nos atiende tiene un peculiar sentido del humor y nos partimos con él. Además es de los pocos sitios que ponen Family Guy en vez de Friends.
Como la sopa de noodles vale solo 10.000 Kips (1,2€) y sé que me va a saber a poco, me pido también un curry amarillo de vegetales y un batido de naranja.
Mientras esperamos pasan por ahí la pareja de alemanes, Julian y Magda y se unen a cenar con nosotros. Son una pareja estupenda, la verdad.
Me traen primero la sopa, bastante más grande de lo que esperaba, pero está ligera, justo como me gusta.
Después me traen el curry y… madre de dios, eso no es un plato:
Y para colmo está superpicante. Aún así consigo comérmelo todo!
Menos mal que me traen el batido para sobrevivir al picante.
Al final el dueño nos invita a unos chupitos de lo que él llama toxic water…
…y que resulta ser algo parecido al tequila.
Después de cenar, Daniel nos lleva al Banana, un lugar donde los batidos de fruta cuestan 5.000 Kips (60 céntimos), nos pedimos el de limón y menta.
Curiosamente aquí también ponen Falimy Guy.
Después nos vamos al local de enfrente a jugar al billar. Aquí es gratis, lo ponen para atraer clientes. Así que echamos una partida Magda y Julian contra Daniel y yo. Miriam y Luisa prefieren irse al Sakura.
La primera partida la ganamos, así que nos toca jugar con los siguientes que son un chico y un chavalín de no mas de 12 años, ambos laosianos y que apenas hablan inglés. Nos lo pasamos bomba con ellos. El chavalín juega increíblemente bien. Nos ganan y juegan otra contra Magda y Julian. Les ganan a ellos y juegan con nosotros mientras Julian y Magda se van ya para el Sakura. Conseguimos ganarles una partida y jugamos otra más en la que nos dan una paliza. Hemos tenido bastante, nos vamos para el Sakura. Al salir me encuentro con las inglesas Hannah y Alex y una de las holandesas. Nos saludamos y quedamos en vernos después, ya que al parecer hay una Jungle Party a 5 kms de ahí y va todo el mundo.
Nos encontramos con Miriam en el local de enfrente, el Happy Hour, y cruzamos al Sakura que tiene ambientazo. Y allí nos encontramos también con las canadienses, Hannah y Sarah. Al final todo el mundo acaba en Vangvieng. Pasamos un estupendo rato, pero a las 23:30 decidimos retirarnos Daniel, Miriam y yo, ya que vamos juntos mañana por la mañana a la capital, Ventiane. Tenemos billete para las 9:00. Coger ahora un tuk-tuk para ir a la Jungle Party, suena un poco a locura.
Antes de despedirnos nos hacemos una foto los que coincidimos en el Trekking.
Ahora ya estoy en el Guesthouse. Es casi las 2 y estoy terminando esto antes de caer muerto de sueño. Así que…
…buenas noches!!
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