A pesar de que hoy puedo dormir hasta tarde, me despierto a las 7:30 y ya no me duermo, así que aprovecho el tiempo que tengo hasta las 10 en que tengo que ir a recoger lo de la lavandería para escribir el blog de ayer, que tenía tanto sueño que no pude hacerlo por la noche.
A las 10 y poco recojo mis botas (5$), mi vaquero y mi polar (3$) limpios y secos y vuelvo al hotel. Hago alguna foto de la ciudad de La Fortuna por el camino.
De camino paro en un súper para comprar algo de comida para la excursión de hoy.
Finalmente llego a mi hotel, el Hotel Dorothy:
Comento que me quedo una noche más y sin que lo pida me hacen precio: 16$ por la segunda noche… ¡olé, olé! (En Manuel Antonio pagué 14$ por una habitación de 12 con baño común).
En el hotel me preparo: bañador, botas de montaña, crema protectora, gorra, comida y agua con limón.
Mi intención es visitar en cráter de Cerro Chato, del que tanto me han hablado. Salgo a las 11, bastante tarde, así que me doy prisa.
Por el camino veo que no para todos hoy es fiesta.
Sigo la ruta que me recomendó Martín, el belga, por la Diagonal 301. Una larguísima calle cuesta arriba que subo a buen ritmo, de velocidad y de sudar.
Es una calle de casas chulísimas…
Tiendas de todo…
Y hasta un campamento cristiano que es casi, casi el cielo… 😀
Me encuentro con gente en el camino…
Y después de una hora, sobre las 12h llego a la entrada de la Catarata del Río Fortuna. La dejo a la izquierda y busco el camino a Cerro Chato. Un vigilante me dice que es hora y media o dos horas de subida. Bah, eso no es nada…
Se supone que hay que comprar tickets, pero Martín me dijo que si cogía otro camino podía esquivar la entrada. Después de dos intentos de buscar caminos alternativos, encontrándome en medio de una finca con vacas y caballos, decido ir por la puerta principal y compruebo que nadie pide ticket, así que… para alante!
El camino está muy embarrado… muchísimo. Me pongo las botas perdidas. Un cartel pone que está a 1,7 kms…
…y son las 12:30, así que calculo que para las 13h puedo estar arriba…
…jajaja!! ¡De eso nada! El camino es, sin exagerar, la subida más dura que he hecho en mi vida, con escalones que van desde grandes a enormes.
Cuando estoy físicamente al límite, cuando no puedo más, justo baja un grupo y me dicen “pues aún te queda un montón” ¡Gracias, pero no lo había preguntado! Madre mía, llego a pensar que no lo termino. Más tarde un tico me explica que en este clima se hace mucho más duro el ejercicio físico. Ah, vale… entonces no es la edad. :-p
La verdad es que la subida es brutal, pero a las 14h sorprendentemente consigo llegar arriba. Casi dos horas subiendo escalones sin parar, muchos de más de medio metro.
Una vez arriba se medio divisa la laguna que hay en el crater del volcán, pero está bastante nublado. Hay un camino que baja a la laguna. Los que suben están completamente cubiertos de barro. Avisan que es muuuy vertical y que hay que usar las manos y el culo para bajar por el suelo enfangado. Allá que voy, claro.
Aquí no se aprecia lo vertical, pero creedme, lo era. Delante mío va una pareja de canadienses. En apenas 15 minutos llegamos a la laguna. Está muy nublado, pero, de repente, se levanta la bruma y lo que se ve es espectacular.
Parece que en cualquier momento va a aparecer un dinosaurio.
Me dicen que está permitido el baño, así que no me lo pienso dos veces.
El canadiense también se mete, pero se sale enseguida porque dice que está helada, pero para mí está perfecta y paso un buen rato en la laguna disfrutando del momento.
Pero finalmente toca volver, es ya bastante tarde y queda una vuelta larga. La subida hasta el borde del volcán es muy divertida, usando las dos manos porque casi hay que escalar entre las raíces de los árboles. Es una subida corta pero bastante dura. No tengo fotos porque tengo las manos llenas de barro. Llego arriba completamente enfangado, como era de esperar y con el bañador empapado de agua y la camiseta empapada de sudor.
Empiezo la bajada sobre las 15h y alcanzo a los canadienses, así que bajamos juntos charlando. Se llaman Karrel y Tommy.
Con ellos la bajada se hace amena y es mucho más rápida y sencilla que la subida, aunque las rodillas se resienten bastante. Pero en una hora, sobre las 16h, estamos donde la Cascada del Río Fortuna. Ellos siguen hasta La Fortuna, pero a mí me tienta mucho visitar la cascada, aunque sólo queda una hora hasta el cierre y aquí sí que no puedo evitar los 11$ de la entrada, pero allá que voy. Y vaya si merece la pena…
Aquí también está permitido el baño, así que…
A las 17h nos echan. Vuelvo a ponerme mi camiseta empapada (¡puaj!) y empiezo a bajar hacia el pueblo. Hay como una hora de camino y estoy bastante muerto, así que saco el dedo y como no podía ser de otra manera en este increíble país, en seguida me para un tico.
Se trata de Alexander, un tico de La Fortuna, encantador y muy sabio que me explica durante el paseo muchos y muy interesantes datos sobre el funcionamiento del agua en el país. Me lleva hasta la misma puerta del hotel. Sin palabras.
En el hotel extiendo la ropa para secar y me doy una muy necesitada ducha. Son cerca de las 18h. Dedico el resto de la tarde a contestar mensajes y escribir el blog. Estoy bastante muerto. Luego voy al super y me compro una lechuga, un tomate, una lata de champis, otra de garbanzos, otra de mixed vegetables y una latita de aceite de oliva y me hago la ensalada más impresionante que se ha visto en este país (no ha hecho falta matar a nadie) y que me como en el salón del hotel viendo una entrega de premios de no sé qué con Chayanne y Marc Anthony.
Ahora son las 21:30 y no creo que haga nada más. Me acostaré temprano. Al final creo que no voy a Monteverde. El camino es caro y muy largo (hay que coger un bus turístico y un ferry) y por otro lado me han ofrecido un alojamiento mañana en San Ramón así que para allá voy, como paso previo a Tortuguero.
¡Buenas noches!
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