Qué bien he dormido. Mariling lleva despierta desde las 5:30 haciendo el desayuno y el resto nos hemos levantado a las 6. Desayuno de gallo pinto (frijoles y arroz) con aguacate y huevos revueltos con queso. Y café, claro.

A las 6:30 estamos cogiendo el bus. Mariling se baja en el hospital donde trabaja, Marina y Martin cogen el bus a Alajuela camino del Poás y yo sigo en el bus hasta San José centro.

Desde ahí camino hasta la otra parada, frente al Teatro Nacional…

El bus sale a las 8 y son poco más de las 7, así que me doy una vuelta por el centro. Paso por la entrada del barrio chino…

…y luego a la parada.

El viaje en bus es increíblemente largo. Hace una parada larga en Cartago y luego sigue hasta el Volcán. Cuando llegamos son las 10:30 (2,5 horas!) y veo este cartel:

2,5 horas para 53kms!! Los viajes aquí son baratos pero largos de cojones!

Cómo no, todo nublado, pero en algún momento de despeje consigo ver los dos cráteres.

Me doy una vuelta por la zona y encuentro extrañas formaciones rocosas.

Luego subo al punto más elevado. Hace un frío y un viento espantosos, y además está lloviznando, y no se ve nada… pero es divertido. 😀

Cuando al final voy a la cafetería a tomarme un café para entrar en calor, veo una manada de Coatíes entre las mesas buscando comida de los turistas (tengo que buscar el nombre en las postales de la tienda).

Llegan a ser un incordio, porque no son como perritos poniendo caritas para que le des de comer… no, estos van a saco a meter la nariz donde pillan.

El Volcán no está mal, pero no vale los 15$ que cuesta acceder y tampoco te puedes mover mucho de la zona marcada. Echo de menos sitios como La Pedriza de Madrid, donde te puedes perder… literalmente. :-p

A las 14:30 sale el mismo bus de vuelta que, curiosamente no lleva hasta San José, sino que termina en Cartago. Aprovecho para visitar el mercado.

En el Mercado hay montones de puestos de comida, pero puffff… no puedo con más arroz, frijoles, tortas de maíz y similares. Mataría por una ensalada. Menos mal que me traje dos plátanos y un mango.

Más tarde cojo el bus a San José y después el bus a La Uruca. He quedado con Mariling, Marina y Martin (las 3 M’s :-p) a las 4 en el hospital donde trabaja Mariling.

Una vez juntos vamos a casa de Mariling. Chispea, y al llegar nos encontramos con al arcoiris más espectacular que haya visto jamás…

Una vez en casa de Mariling intentamos comprar entradas para los toros de Zapote (no es corrida, es como un encierro, no se maltrata al toro), pero por internet vemos que no quedan. Aun así nos arreglamos y vamos para allá aunque sea para disfrutar de la fiesta.

Nada más llegar, cuando queda muy poco para empezar el espectáculo, nos para un reventa y nos ofrece sus últimas 4 entradas por 14.000 colones cada una (unos 17$). El precio en taquilla eran 13.000. El margen que pone es tan pequeño que nos hace desconfiar. Ante la duda, baja más el precio a 13.500 y nos acompaña a la puerta del ruedo para que chequeemos las entradas antes de pagar. Comprobamos que todo ok, así que la jugada nos sale perfecta y de repente estamos dentro de algo que llevamos días viendo en la tele.

El espectáculo impresiona verlo en directo y es una auténtica fiesta. Aunque no me gustan los espectáculos con animales, es impresionante estar dentro de algo así.

La cosa termina a media noche y volvemos rápido a casa, porque mañana hay que salir como a las 4 para coger el bus de las 5 am para Río Celeste. Es la 1, me levanto en 2 horas y media y aquí estoy escribiendo el blog. No lo repaso, así que puede estar escrito con los pies, pero no son horas… ¡Buenas noches!