8 enero 2016
22 días viajando…
18 días en Tasmania…
No sé si es la meditación que hago justo antes de acostarme, las felicidad que me da el contacto por las noches con la gente que me quiere en España, o el cansancio por el trabajo físico… pero la verdad es que duermo como un bebé. Muy profundamente, con muchísimos sueños (en general complejos y agradables) y casi de tirón, lo justo para cambiar de postura de vez en cuando.
Hoy me dejo dormir un poco más, hasta las 7:30, y me levanto con el firme propósito de hacer la serie entera de yoga Ashtanga, pero cuando empiezo, mi espalda me dice que hoy no es el día, así que hago sólo los 15 minutos de los saludos al sol. Cuando mis lumbares están así, la mejor solución es dejarlos descansar un poco y no forzar. Me encanta la frase que dijo una vez una profesora de Yoga, Rebeca, que dijo “El yoga es reconocer los límites de nuestro cuerpo, no intentar superarlos”.
Aprovecho el rato hasta que se levanta la familia para mantener contacto con mi gente. Me hace mucho bien ese contacto diario que evita que me pueda sentir solo. Tengo a quien contarle mis dudas y alegrías, y así sentirme un poco menos lejos.
Cuando Sarah y los niños se levantan, hacemos un desayuno tardío de patatas con verduras y café (de los míos). Sarah reparte tareas. Ayudo A Max con algunas pequeñas tareas, y después hago un repaso de cómo están los cerezos y perales de la huerta. Ayer dediqué un rato a esparcir cenizas sobre sus hojas, para acabar con una plaga de babosas que hay en sus hojas y que acaban secándolas y matando el árbol.
Las cenizas matan a las babosas, y las que quedan, me toca aplastarlas una a una. Es parte del trabajo sucio que implica una granja. Hay que elegir entre babosas y cerezos… y francamente… 😉
Después Sarah me pide que quite todo el musgo que se ha ido acumulando con el paso de los años en los bordillos, y que vacíe el canalón de desagüe de la entrada. Me graba un par de vídeos demostrativos para futuros Helpers, así no tiene que explicarles cómo hacerlo.
El trabajo es bastante cansado, especialmente porque ha vuelto a salir el sol y, efectivamente, pega muy fuerte. Pero hay una enorme satisfacción en acabar una tarea a la que le has dedicado esfuerzo, tiempo y mimo para que quede bien. Y es un gusto ver el antes y el después de cada parte.
Antes:
Despues:
Antes:
Después:
Antes:
Después:
Antes:
Después:
Estoy terminando esta parte sobre las 15h sin haber comido (el desayuno fue tan tardío que aún no hay hambre), cuando viene Ella a decirme que Sarah les lleva de nuevo a la Poza de Lognley y que si quiero ir con ellos. Yo encantado, claro. Es mencionarme el agua y me salen aletas.
Como algo de fruta, me cambio y salimos para allá. Está de camino a Margate. El sitio es espectacular.
Max inmortaliza con su iPhone mi primera zambullida en el agua. Como se puede ver, decido entrar en el agua muy poco a poco.
Aprovecho para probar lo waterproof que se supone que es mi cámara de fotos…
…y parece que lo es. Es genial para hacer videos como estos…
…o para hacer selfies subacuáticos.
Pasamos una tarde estupenda. En la poza hay un ambiente genial, como puede verse…
Aunque la verdad es que no sé si es sugestión por lo del agujero de ozono, pero yo aquí siento a los pocos segundos de estar al sol, que me estoy quemando cosa mala, así que me paso el rato en el agua.
Cuando volvemos nos ponemos con la cena. Como Sarah tiene que regar el huerto, le propongo hacer un arroz con verduras. Me pongo con ello y no me queda mal, aunque con el arroz integral (orgánico, porsupu) siempre me cuesta un poco más pillarle el punto. Lo completamos con una ensalada con hojas del huerto, zanahoria, pepino y remolacha.
Después de cenar me sirvo un vasito del vino artesanal que tiene Sarah en la nevera…
…y continúo con la lectura de “True Love”. Cada vez que dedico un rato a leer este libro, lo siento casi como una meditación. Y sin el “casi”. Además, me viene genial leer en inglés, especialmente a este autor que escribe con frases muy cortas y sencillas. Debería aprender de él y dejar de intentar expresarme con frases complicadas y rebuscadas, como suelo hacer, en las que al final me pierdo yo solito.
Le he preguntado a Sarah cuándo vuelven los niños al colegio, y me dice que en Febrero, y le digo que menudas vacaciones de Navidad… y claro, es que siempre se me olvida que estamos en verano. Éstas son las vacaciones de verano, no de Navidad. Luego en invierno tiene otras dos semanas de vacaciones.
Hoy ha sido un día bastante redondo. Me gusta cuando me ponen tareas que puedo hacer yo solo, a mi manera, y organizando yo el tiempo y la forma. Me resulta muy relajante, por mucho esfuerzo que suponga. Puedo estar varias horas con ello, con plena concentración.
Tengo dos propuestas de HelpX más para trabajar, una cerca de Brisbane, en una Eco-Granja Orgánica. Me ofrecen dormir en una caravana para mí solo. La otra propuesta es ayudar a poner a punto un barco y embarcarme con ellos. Es muy tentador, pero también muy arriesgado. Un sitio demasiado pequeño como para llevarte mal con alguien.
En cualquier caso quiero estar aquí hasta febrero para ayudar en lo que pueda y aprovechar al máximo todo el aprendizaje que este lugar me está aportando. Luego…
…ya veremos.
¡Me estás empezando a dar hasta envidia! Acabo de estar con una amiga que se va en dos semanas a pasar unos meses a Christchurch, en NZ, es una tía muy divertida si acabas yendo para allá te paso su contacto.
¿Qué Jorge eres?
Sí, porfaplis, pásame el contacto a ver si me puede guiar un poco cómo empezar por allí, que quiero ir en Febrero o Marzo.
Luego te envío el contacto por email. Te dejo con la duda de qué Jorge soy hasta que recibas ese email ;P
Jajaja… ya te vale… :-p
¡Que divertido lo de la cámara subacuática!
Y de verdad, qué emocionante toda tu experiencia y tus vivencias. ¡Muchas gracias por compartirlas!