22 – 23 agosto 2016
250 días viajando…
18 días en Brisbane…
250 días viajando… ¡wow!
Lunes
Empieza mi primera semana en Upper Brookfield. Y empieza sin casi dolor de garganta, sin fiebre, sin estornudos (pues va a ser que no era alergia, menos mal!), pero aún con un poco de dolor de cabeza y leve cansancio.
Lo primero que hago es mandar sendos emails con mi CV a mis vecinos Mark y Nye, que me ofrecieron posibles curros en la fiesta de anoche, para que no se olviden de mí.
Bueno, eso no es lo primero. Lo primero es celebrar mi recuperación retomando mis saludos al sol… si estos me dejan.
Y después, un desayuno en condiciones.
Hoy vuelvo a tener algo de vida social. He quedado por la tarde en el centro con Silvia, una pamplonica que lleva en Brisbane 4 meses, para tomarnos un café y contarnos la vida.
Como me han recomendado no meter el coche en el centro, porque hay que pagar aparcamiento, pregunto en el grupo de Españoles en Brisbane cuál es mi mejor opción. Arantxa, una amable española del grupo que vive en Kenmore, me recomienda aparcar en Indooroopilly, un distrito de las afueras, pero bastante más cerca que Kenmore. Se llega en 20-25 minutos en coche, se aparca com facilidad (y gratis) muy cerca de la estación, y el tren te deja en el centro en 12 minutos por $3,85, usando la Go Card, la tarjeta de transportes de Brisbane
Mi primera visión al llegar a la estación de Roma Street en Brisbane, es la cafetería de la estación, con un nombre de lo más sugerente.
Como llego pronto, me doy un paseo por el río. Interesantes las actividades de estos días.
Es muy tentadora la carrera Bridge to Brisbane, pero es dentro de sólo una semana y me pilla muy flojo, la verdad…
…y acabo de mirar el precio de la inscripción, y $50 ahora mismo… como que no.
Aprovecho para sacar algunas foticos.
Quedo con Silvia en Queen St. en pleno centro centrísimo.
Y nos vamos a tomar un café a una cafetería cercana. Me cuenta que hace 4 meses decidió dejarlo todo y pillarse una visa de estudiante y venirse a Australia a aprender inglés (por lo que he visto, esto es lo más común entre los españoles que hay por aquí). Estuvo un par de meses de Aupair con una madre psicótica y un niño salvaje (o al menos esa es la imagen que se genera a partir de lo que me cuenta), menos mal que el hermano pequeño sí que era un amor. Ahora está a la espera de otra posibilidad de Aupair hacia finales de año.
Nos despedimos en cuanto nos echan de la cafetería (qué pronto cierran aquí todo) y yo me vuelvo a mi casa, que me toca dar de cenar a mis fieras.
Y para mí, me hago una ensalada de las mías.
Me ha llegado un mensaje de Nye. Hemos quedado el miércoles para que me enseñe su casa y me explique en qué tipo de trabajos le puedo ayudar. Así que… ¡ya tengo mi primer curro!
Antes de dormir me preparo una nueva infusión de jengibre. La hago cociendo un par de minutos unos trocitos de jengibre muy picado, luego lo cuelo y le añado medio limón en trozos, que aplasto bien para que suelten todos su jugo. Con esto hago gárgaras, y luego me lo tomo. Es mano de santo.
También aprovecho la tranquilidad del lugar para hacer mis meditaciones por la noche, aunque me está costando bastante concentrarme. Anoche, de media hora de meditación, yo creo que debí estar conectado no más de 5-10 minutos. Todo el resto del tiempo, mi mente iba a su bola. A ver si voy mejorando con la práctica.
Martes
Está volviendo el calor, porque habíamos pasado unos días con más frío del normal.
Tras mis saludos al sol, me preparo mi desayuno. Por lo que veo en los plátanos, tenemos visitas nocturnas en la cocina. Es lo que tiene vivir en el campo.
Por la mañana viene a verme Mark, el vecino constructor que me invitó a la party-cena de la otra noche. Me comenta que está trabajando en una casa de la vecindad y que le vendría bien ayuda para pintar. Que lo va a hablar con la dueña para asegurarse que ya tiene la pintura y que se pasa esta tarde para confirmarme. ¡¡Ya tengo dos trabajos!!
No hay como pedir cosas al universo.
Además he descubierto un grupo de facebook formado por los vecinos de la zona, 4069 Community and Surrounds (4069 es el código postal), y me han admitido, así que lo primero que he escrito ha sido presentándome y ofreciéndome para ayudar en lo que sea. Es mucho más fácil conseguir currillos informales así que de cualquier otra manera.
Para pasar la mañana, he decidido llevarme a Archie a hacerme una ruta de 5 kms en el Gold Creek Reservoir (o Dam… embalse, vamos). Mercedes me recomendó esta ruta y me dijo que me podía llevar a Archie, que le iba a encantar.
En el paseo en coche se porta como un campeón, pero es llegar… y ay madre.
Mercedes me dijo que no hacía falta llevarlo atado por allí, pero claro, lleva con Mercedes toda la vida y conmigo sólo 4 días, así que en cuanto se baja del coche, empieza la fiesta. Sale disparado como loco y se pone a perseguir a unas pobres gallinas que hay por ahí y que las tiene aterrorizadas.
Intento por todos los medios que me haga caso, pero no hay forma. Intento cogerlo, pero me huye y está como loco corriendo en todas direcciones. Empiezo a agobiarme pensando que no va a haber manera de recuperarlo. Pruebo de todo. Incluso me monto en el coche y me alejo un poco en plan “¡que me voy!”, pero me mira y pasa de mi culo.
Y me doy cuenta de que el problema es la energía que transmito. Tengo un cabreo considerable, por lo que es normal que no quiera ni acercarse. Así que decido cambiar de estrategia. Me tranquilizo y empiezo a andar con calma hacia el embalse, pasando de él. veo por el rabillo del ojo que me sigue muy de lejos.
Subo una pequeña colina y arriba del todo, ahí está, el embalse.
La ladera de la colina es de césped recién cortado, así que me tumbo ahí y me hago el dormido. Veo que Archie va bajando de revoluciones. Sigue a su bola, pero algo más tranquilo y poco a poco se va acercando. Le ofrezco la mano, y finalmente se me acerca, se deja tocar, y por fin puedo cogerlo. Le pongo la correa y suspiro con alivio. Ha sido como una hora de agonía.
Se nota que no tengo costumbre de tener perros, ¿eh? 😉
Pienso si hacer o no la ruta, pero entre el susto, lo nublado que está, y los arañazos que tengo en las manos de haberme caído cuando trataba de atraparlo, decido abortar la misión y volver a casa. Lo dejo para otro día… pero con correa!
Ya en casa, intento hacer una de las cosas que me ha pedido Mercedes a ver si le puedo hacer el favor: trasplantar un arbolito a una maceta más grande.
Cuando me lo enseñó, me dijo que no se explicaba cómo podía sobrevivir con tan poca tierra. Cuando intento coger la maceta, encuentro la explicación. La raíz ha encontrado el camino hacia la libertad.
Ya en casa, Archie está exhausto y se echa la siesta… la madre que lo…
Por la noche Mark se pasa por casa y me dice que hay previsión de lluvia todo el día de mañana, por lo que será imposible pintar, pero que se pasará a buscarme a las 9 para enseñarme la obra y concretar cómo hacerlo. Es un tipo genial este Mark. Lo único es su acento australiano, que se me resiste un poco.
Para cenar, me hago otra megaensalada.
Ahora que han terminado las olimpiadas, he tenido que dejar de ver la tele. La programación es casi más mierda que en España… y con muchos más anuncios. Qué aburrimiento.
Así que tarde/noche de escribir el blog, meditación, lectura y a la cama.
Me encuentro físicamente bastante mejor y anímicamente muchísimo mejor. Obviamente lo físico influye en el ánimo, pero también hay un momento en el que hay que mejorar la actitud para que mejore lo físico, así que en esas estoy.
Sigo a la espera de los resultados de los análisis. Me ha desaparecido la diarrea, pero aún noto un poco de cansancio. Será bueno ver si hay alguna carencia de algo, aunque creo que estoy comiendo especialmente bien.
La otra cosa que me está fastidiando desde hace pocos días es un fuerte dolor en los hombros (muy especialmente el izquierdo) al dormir. Y no tiene nada que ver con la postura. Da igual en qué posición estoy, que en algún momento de la noche me despierto con mucho dolor.
Desde hace años tengo molestias en los hombros (desde que jugaba con frecuencia al voley), pero nunca me había dado un dolor tan fuerte, y mucho menos en medio de la noche, que es cuando no los estoy usando. A ver cómo evoluciona.
Pero vamos… es lo de menos. Estoy cada vez más a gusto y contento de estar aquí. Se me está haciendo mucho más fácil de lo que esperaba (a pesar de las trastadas de Archie) y pienso disfrutarlo hasta el último día.
Por último, comparto este vídeo que me ha pasado mi maravillosa amiga Mer que encaja perfectamente con mi filosofía de que “nunca es tarde”.
Para nada.
He conocido gente más joven que yo con la actitud de… “ya… me encantaría… pero me pilla un poco tarde…”
Por eso me encanta esta frase de Wang Deshun:
“Cuando dices que es demasiado tarde, es sólo una excusa para rendirte”
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