19 febrero 2016
64 días viajando…
9 días en Melbourne…
¡Mi primer día libre!
La verdad es que se agradece después de 7 días seguidos trabajando. Ya me he enterado bien. Tenemos derecho a 2 días libres a la semana que, por lo general, prefieren que sean en finde. Pero esta semana me han pedido si puedo echar una mano en el mercado de mañana. Por eso me cojo hoy y el domingo.
Me levanto un poco más tarde (7 y poco) y sin prisas. Ayudo con el desayuno. Tamsin y Fabienne han preparado un guacamole y yo una tortilla de queso.
Con los tomates, queda un desayuno nivel marqués.
La luz de esta mañana es mágica…
Tamsin se va hoy a Melbourne y mañana coge un vuelo a Sydney, así que nos vamos juntos hasta la city. Le he propuesto hacer autoestop en vez de pillar el bus. Ella encantada.
Así que dejo que se despida de todo el mundo y nos vamos hasta la carretera, al lado del cementerio.
No tenemos que esperar ni 5 minutos cuando nos para un repartidor de comida. No va a Melbourne, pero puede dejarnos en Seville, a mitad de camino, si no nos importa que haga un par de paradas por el camino para hacer el reparto. Nosotros encantados, claro.
Así que acompañamos a Adrian, que es como se llama, en su reparto hasta Seville y ahí volvemos a poner el dedo.
Al ser una ciudad tardamos un poco más, pero a los 15-20 minutos nos para Mel, una chica encantadora que, cuando le decimos que venimos de Peace Farm, resulta que lo conoce bien, ya que ha estado ahí varias veces. Nos lleva hasta Lilydale…
…y ahí cogemos el metro hacia el centro.
Tamsin se baja antes, así que nos despedimos ahí mismo.
Me promete contarme la experiencia de su Vipassana en cuanto lo termine. Es su primer Vipassana y siento gran curiosidad por saber cómo lo vivirá.
Yo sigo hasta Melbourne Central…
…donde pillo una WiFi para concretar con Mica, la uruguaya de couchsurfing, con la que he quedado para comer y conocernos por fin. Pero está de camino a una entrevista de trabajo y no le da tiempo. Quedaremos por la tarde. Así que decido ir a comer al Lentil as Anything de St. Kilda y luego dar una vuelta por la playa.
Para ir, me cojo el tram (que es como llaman aquí al tranvía) hasta St. Kilda…
…y desde ahí lo encuentro fácilmente.
Como siempre, el modelo es Pay As You Feel.
En este caso el local es muy pequeñito, con muy pocas mesas, por lo que me comparto mesa con tres chicas sofisticadas (pijas). Aquí no es buffet, sino que te sirven en la mesa los voluntarios, siempre con una sonrisa y mucha amabilidad.
Me pido un curry verde con arroz, que está de miedo, y como me quedo con hambre, me pido también una hamburguesa vegetariana.
Después de comer me doy una vuelta por la playa, pero el tiempo no acompaña nada. Hace mucho viento y bastante frío…
…algo que agradecen los Kite Surfers, claro.
Al final opto por meterme en un café con WiFi y ver como va Mica.
Está ya volviendo a su casa que está en Port Melbourne, también en la playa, pero bastante más al oeste. Me propone que nos pillenos una bici cada uno, y nos encontremos en un punto intermedio. Y es que me descubre algo estupendo que no sabía. Hay un servicio de Bike Sharing, que por $3 (unos 2€) te puedes coger una bici y tenerla todo el día o por $8 toda la semana. Está tirado. Además se paga por tarjeta de crédito. No hay que darse de alta ni nada.
Así que dicho y hecho. Me.voy a buscar una estación de bicis. Por el camino veo uno de esos miles de detalles que hacen que me encanta esta ciudad.
Me pillo una bici y me pongo a seguir el paseo marítimo hasta encontrarme con un gorro rojo en dirección contraria. Por fin nos conocemos.
Mica dejó Uruguay poco antes que yo España, para hacerse un viaje parecido al mío. Pero ella sí necesita ganar dinero, por lo que estuvo en Tasmania en la recogida de la cereza. Luego se vino a Melbourne a buscar trabajo aquí, pero no encuentra nada, por lo que está pensando volverse a Tasmania para la recogida de la manzana. Su idea es ahorrar lo suficiente para volar a Nueva Zelanda. Parece que nos persigamos. Llegó a Sydney, voló a Tasmania y luego a Melbourne, siempre antes que yo… y ahora piensa en ir a NZ, pero en este caso creo que yo me adelanto.
Por la tarde nos despedimos, ya que no puedo perder el último bus a Yarra Junction. Veo difícil hacer autoestop cuando está anocheciendo. Aprovecho que tengo la bici para irme pedaleando hasta la estación de Flinders St. Es todo un descubrimiento lo de poderme mover en bici por Melbourne. Y además está lleno de carriles bici.
Aprovecho para tirar algunas fotos de esta ciudad que me enamora. Está llena de vida, locales, actividad…
En Flinders St. dejo la bici y me pillo el metro a Lilydale. Casi una hora de viaje. Y allí pillo el bus 683 a Warburton. En el bus coincido con Elisa, una italiana que está trabajando en una granja en Launching Place, poco antes de Yarra Junction. Me viene genial la charla para practicar mi italiano que, según Elisa, es muy bueno. ^_^
Llego a Peace Farm a las 22:15, noche cerrada. Menos mal que me traje la linterna frontal.
Cuando llego, me encuentro una sorpresa en la cocina.
Fabienne ha estado haciendo muffins de calabacín y me han dejado jno. Está espectacular.
Luego me encuentro que han encendido una hoguera y que siguen despiertos y de charla.
Están Lorna, Matt, Fabienne… Y Jess, una chica nueva de Reino Unido que ha llegado hoy. No está muy habladora, así que mañana me enteraré mejor de quién es.
Mañana toca currar, pero después de un día libre, voy con otra energía. Además, siento mucha curiosidad por ver cómo va lo del mercado.
Me he enterado que mañana por la noche es la Noche en Blanco de Melbourne. Le he propuesto a Mica ir a verlo, si luego me hacen un hueco en su casa para dormir con sus compañeros franceses y colombianos, ya que no tendría bus de vuelta. Parece que en principio no hay problema.
He consultado con un par de amigos expertos (gracias, Gabi y Dani!) lo de mi pérdida de peso y me han dicho que no me preocupe, que es normal, que mi cuerpo se está adaptando al cambio de actividad. Lo único es que tengo que darle más proteínas. Así que mucho huevo, legumbres y frutos secos. Y a ver si empezamos a recolectar brócolis.
Mi rodilla me sigue molestando, pero los ejercicios de estiramiento que me recomendó Camille me están viniendo bien.
El domingo quiero dedicar parte del día a buscar nuevo destino en Nueva Zelanda, a ver si encuentro algo interesante por el norte, que se acerca el otoño. Hoy hacia un frío aquí que no era ni medio normal.
En cuanto pueda, me voy a zonas tropicales. 😉
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