17 febrero 2016
62 días viajando…
7 días en Melbourne…
Completo mi primera semana en Peace Farm y hoy cumplo dos meses justos desde que salí de Madrid. Nunca había estado tanto tiempo en el extranjero… y se le coge el gusto, oiga.
Hoy Vicky nos ha invitado a una clase de Kundalini Yoga a las 7h, y hemos ido todos los woofers, además de dos vecinas y Cat. Vicky estaba sorprendida. No suele tener tanta gente en clase a esas horas.
La clase me ha venido genial. Muy relajante y recolocante.
Antes de la clase, Lorna y yo hemos dado de comer a las gallinas, y después de la clase nos encargamos de las cabras.
Una de las pequeñas le ha cogido un gusto especial a mis pantalones de trabajo…
Hoy el desayuno lo ha preparado Tamsin. Porridge, un pastiche de avena, leche de almendras, plátano, manzana… está especialmente bueno cuando le añado cacao.
Hoy volvemos a ser de Travis. Me pide que rellene de estiércol otra de las composteras…
…y después, que siga trabajando en los lechos donde plantaremos guisantes, allanándolos y quitando piedras y hierbas.
Así es como lo dejé ayer…
Y al final de la mañana, ya lo tengo apañado. Con la horca lo allano y con el rastrillo le quito las piedras y las hierbas, bajo la supervisión de Travis.
Cuando termino, Travis me pide que prepare junto con Camille tres nuevos lechos de tierra donde ayer limpié con la Whipper Snipper.
Camille es otra de las voluntarias que vienen una vez a la semana para aprender sobre Permacultura. Vive en Yarra Junction, que está prácticamente al lado.
Cuando le cuento a Camille mi idea de viajar por algunas de las islas del pacífico sur, me cuenta que ella estuvo de voluntaria durante un año en las islas Tonga como fisioterapeuta. ¡Ostras, una fisio! El universo es muy majo. Le cuento mis problemas de rodilla. Me dice que puede ser cosa muscular. Su jornada acaba al final de la mañana, pero se ofrece a venir por la tarde a echarme un vistazo.
De la comida hoy se ha encargado Tamsin, que ha preparado un arroz con curry de verduras espectacular.
Después de comer me encargo de recolectar los huevos y después ayudo a Travis a montar una valla en medio de los lechos.
Y es que la planta de los guisantes es trepadora y estamos preparando por donde va a trepar. Ya está todo listo para poner las semillas mañana.
A las 18h en punto viene Camille que le echa un vistazo a mi rodilla. Dice que es posible que el dolor venga más de un problema muscular. Me recomienda estirar mucho el psoas y el cuádriceps, y me propone unos ejercicios de fortalecimiento. Además me pone unos adhesivos para recolocar la rodilla.
Se lo agradezco enormemente. Ha sido un detalle que haya venido por la tarde sólo para esto.
Cenamos con Travis y Emilie (lo estaba escribiendo mal) un arroz con verduras al horno.
Y poco más. Es curioso, porque el primer mes se me hizo largo, pero en el buen sentido, lleno de experiencias. Pero este segundo mes se me ha pasado volando. Me asombra la facilidad con la que ha pasado todo en estos dos meses. Prácticamente ninguna complicación, ningún mal rollo, ningún problema importante.
Y lo que más saco de todo esto es aprendizaje. Vivir con menos, adaptarme a lo que haya, tolerancia. Al final te das cuenta que las cosas o personas que no te gustan o te molestan es por algo que está dentro de ti y no por esa cosa, persona o situación. Y la tolerancia es exactamente eso.
Nada es tan grave.
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