13 febrero 2016

58 días viajando…
3 días en Melbourne…

Pues he dormido estupendamente en mi caravana. Hoy no me despierto a las 6:45, porque me he puesto el despertador a las 6:30. Las jornadas aquí empiezan a las 7. Hoy soy de Travis/Emily. Travis me ha dicho que me pase a las 6:45 por su casa y me invita a desayunar. 

A las 7 y poco nos ponemos a la tarea. Lo primero es dar de comer a las gallinas. Tienen tres ubicaciones: 

El remolque, donde están la mayoría, y donde, por cierto, se había acabado el agua y las pobres estaban sedientas…

…y dos estructuras semiesféricas, una con unas cuantas adultas y otra con los pollos jóvenes que aún no ponen. 

La ventaja de estas estructuras es que son fácilmente movibles y cada 1-2 semanas se cambian de sitio para que coman la hierba y fertilicen una zona. Justo hoy hemos movido una de ellas.

Los sábados a las 9h, Cat da su clase de Chi Yoga, a la que los woofers estamos invitados. Travis me da permiso para asistir. 

Me ha venido estupendamente, aunque mi rodilla sigue dando por culete. 

El resto de la mañana la dedico a preparar las “camas” de tierra donde se plantarán los guisantes. Primero aireando la tierra…

…y después igualándola y soltándola con la horca.

La verdad es que con este sol resulta un trabajo durísimo. Aquí hace mucho más calor que en Tasmania.

A media mañana viene Carlos con Oshya a despedirse. Me da un buen consejo: que ponga yo mis límites, ya que es fácil dejarse llevar por la pasión y acabar quemándome. 

Para comer me hago un arroz con lentejas rojas y 4 huevos.

Después de comer me tomo un rato de relax y después toca la tarea de la tarde, recolectar huevos.

Recojo nada menos que 4 docenas de huevos. 

Después toca limpiarlos, ponerlos en las hueveras de cartón y etiquetarlas con la fecha. 

El resto de la tarde la dedico a arreglar y limpiar la cajonera de la cocina, ya que casi no se puede abrir ningún cajón y está llenisima de mierda, y es lo primero que necesito para intentar organizar un poco la cocina. No se nota mucho pero al final me queda perfecta. Sólo hay un cajón inutilizable. Aquí se ve el antes y después. 

Por cierto, la nevera funciona perfectamente. La taza con agua que puse ayer, hoy tenía hielo. Así que la bajo de potencia y meto las cosas en la nevera. 

Ayudo a Travis a ordeñar a Behla (resulta que no era Bella), Ebony y Cinnamon. Hoy es un poco desastre, porque Cinnamon se pone muy nerviosa al ser ordeñada y acaba derramando la leche de una patada. 

Después me doy una ducha ahí mismo. Las duchas pueden ser en casa del host o donde las cabras, que hay una ducha de agua fría y al abierto… y la verdad es que lo prefiero. Es toda una experiencia ducharse al aire libre con agua fría mientras te miran unas cabras. :-p

Para cenar, aprovechando que hay muchos tomates, me hago un revoltijo con ellos, una remolacha, algo de zanahoria, a lo que añado lo que me sobró del arroz de la mañana y algunos huevos. No queda bonito, pero sí muy rico. 

Por la noche me invitan a unirme a tomar algo en la terraza de Cat/Matt, que tienen de visita a los vecinos, Paul, su mujer y sus dos hijas. Paul está ayudando en la construcción de la nueva casa de Travis/Emily. Ahí conozco a la otra gata de Cat, Tiger Lily. 

Y poco más. Tengo que conseguir acostarme antes. Aún sigo con horario español, y si quiero hacer saludos al sol o algo de yoga, me tengo que levantar a las 6 o 6:30. Y también si quiero meditar por las noches. Me estoy acostando tan tarde, que es imposible. 

Mañana sigo siendo de Travis/Emily. Tengo derecho a un día libre a la semana, pero por ahora me lo guardó hasta que tenga plan. 

La verdad es que se me hace rara la idea de volver. Cada vez me llevo mejor con la idea de “vivir viajando”.