27 – 28 agosto 2016
255 días viajando…
23 días en Brisbane…
Este finde cumplo 3 semanas en Brisbane y 1 en esta casa de Upper Brookfield. Qué rápido pasa el tiempo.
Sábado
El sábado quiero dormir, remolonear y levantarme con calma… pero es difícil con estos dos pidiendo su desayuno. Así que al final a las 8 y poco ya estoy en pie.
Para desayunar me hago mi habitual batido de plátano, papaya, cacao, maca y leche de almendras, y después…
Quinoa, verduras, ajo, cebolla, huevos y frutos secos.
Como necesito ver alguna cara que no sea la de mis perretes, me voy al Centro Comercial Kenmore Village a tomarme un Almond Cappuccino en el Café Bliss, y comprar algunas cosas que necesitaba.
Cuando buscaba curro por aquí, uno de los puestos más ofertados era el de barista con experiencia haciendo cafés. Y es que me he dado cuenta de que, a diferencia con España, que cualquiera puede poner un café, porque la única diferencia es más o menos café o más o menos leche, en el mundo anglosajón hay mucha pijería con el café, ya la leche siempre se pone con espuma y formando un corazoncito o poniendo cacao encima o cosas así que hay que practicar bastante para que quede perfecto.
Es algo tan perfeccionista que entonces entiendes este tipo de vídeos.
De vuelta a casa, me pongo con la tarea pendiente de replantar en dos macetas los dos Curry Trees que están creciendo en una maceta pequeña con tan poco espacio, que la raíz ha atravesado el fondo y se ha metido en la tierra.
No quiero cortar la raíz, así que me pongo a escarbar para sacarla…
…y venga a escarbar…
…hasta que finalmente…
Y por fin separo a estos siameses en dos macetas.
Lunch time!
Me hago lo que yo llamo La Colada, un guiso a base de col (sí, vale, he copiado el chiste de Astérix y el Escudo Arverno), pero en mi caso prefiero usar lombarda.
Hago un sofrito de ajo y cebolla (sobre aceite de coco), al que voy añadiendo verduras (en este caso, zanahoria, calabaza, calabacín y champis) y finalmente la lombarda troceada. Además le he puesto un puñado de lentejas rojas y arroz. Cúrcuma, comino, orégano, pimentón ahumado, un chorrito de salsa de soja y, finalmente, agua… y a cocer!
No es porque lo haya hecho yo, pero está de muerte y resurrección.
Después de comer nos damos nuestro paseo habitual. Hoy también se apunta Tank que estará viejito, pero no veas como tira.
Y la tarde la dedico a empezar a ver una serie que me ha recomendado mi amiga Mer, Stranger Things, una serie muy al estilo de los 80, muy al estilo de Los Goonies. Es verdad que la serie te engancha desde el minuto 1, aunque no sé si es el tipo de serie para ver estando solo en una casa en medio de un bosque. Menos mal que la veo muy bien acompañado. Archie está cada día más cariñoso conmigo.
Domingo
Hoy varío mi desayuno con unas tostadas con aceite, tomate y huevos escalfados.
Y después me voy a un sitio que me ha recomendado Mercè, una catalana que está en el grupo de Facebook de los vecinos de la zona. Se trata de una Granja/Santuario llamada Serendipity y que resulta que está muy cerca de mi casa. Es un lugar donde acogen y crían animales heridos, maltratados, abandonados o rechazados en otros lugares. Los domingos es el día de visita para el público.
Como llego a las 9 y resulta que abren a las 10, me acerco hasta Brookfield para tomarme un café en una tienda/cafetería que descubro y que me encanta.
La cafetería está al lado del Community Hall de Brookfield (que no es el mismo que el de Upper Brookfield).
A las 10 y algo me voy para Serendipity.
Y el sitio es genial, la verdad. Puedes llevar algo de comida y dar de comer a los animales. Los niños flipan.
Yo me lo paso bomba sacando fotos.
Uno de los casos más espectaculares es el de una yegua de carreras a la que decidieron sacrificar cuando ya no corría lo suficiente. Le pegaron un tiro en la cabeza y sorprendentemente no murió sino que salió huyendo.
También hay burros…
Todo el terreno pertenece a una casa que hay al fondo.
Hay hasta llamas!
Y en la entrada tienen un puesto de donaciones y venta de cosas. Yo aprovecho para comprar huevos puestos por las gallinas de ahí. Más naturales no pueden ser. Y encima son más baratos que los huevos free range del súper.
A la hora de comer tengo la visita de Nayra y Jacobo, una pareja de españoles que viven en Brisbane y a los que conocí por el grupo de Facebook de Españoles en Brisbane. No sólo me vienen a visitar, sino que me traen la comida (un estupendo plato de cebada con queso feta) y un vino maravilloso.
Pasamos una tarde estupenda de comida, charla y paseo con los perros. Jacobo es teleco, como yo, y para él la diferencia en el trato, las condiciones y sueldo entre su trabajo aquí y el que tenía en España es tan abismal, que no se ve volviendo.
Me cuentan algunas cosas interesantes sobre Australia. Por ejemplo, dado que encontrar trabajo aquí es bastante fácil y están bien pagados, incluso los trabajos no muy cualificados, en general la juventud no quiere hacer el esfuerzo de ir a la universidad. Eso hace que haya una demanda importante de profesiones muy cualificadas, especialmente las profesiones técnicas, como los telecos. Por eso a Jacobo (y por extensión a Nayra) les ha sido relativamente fácil conseguir la residencia. La mayor parte de su empresa son extranjeros, porque los tienen que buscar fuera. Así que si yo quisiera, lo tendría fácil… pero es que precisamente el mundo técnico es del que me estoy intentando alejar.
Cuando me despido de Nayra y Jacobo, doy de cenar a mis compis y después me acuerdo de que en el grupo de Facebook de los vecinos han comentado que hoy a las 18:30 pasa la Estación Espacial Internacional por aquí y será visible durante 4 minutos.
Lo compruebo en la página de la Nasa y veo que, efectivamente, a las 18:32 pasará sobre Brisbane.
Así que me cojo un té de jengibre y limón, me bajo una aplicación que hace de brújula y me salgo al jardín. El sitio es perfecto, ya que la oscuridad es total, la noche está completamente despejada y tengo una visión perfecta del Norte -> Este.
Y con una precisión matemática, a las 18:32, aparece en el punto exacto del horizonte (en el NNW) una luz… y flipo. Esperaba un puntito muy débil que me iba a costar mucho ver, pero lo que veo es una luz más brillante que un avión. Hasta es fácil fotografiarlo con mi móvil.
Y durante 4 minutos cruza el cielo como estaba previsto. Es una pasada. Mañana vuelve a pasar a las 19:18, pero sólo durante 1 minuto. A ver si lo veo.
Mañana vuelvo al tajo, a pintar la casa de la vecina, así que toca acostarse pronto.
Me siento especialmente centrado, tranquilo y feliz. Me está viniendo muy bien estar aquí estas semanas, a pesar del aislamiento. Después de lo perdido que me sentí en Cook Islands, siento como si estuviera volviendo a conectar conmigo y con los motivos de mi viaje.
Y es verdad que echo de menos un horror a mi gente en España y cada vez necesito más pasarme por ahí para verles…
…pero también siento que esto es lo mejor que he hecho en mi vida.
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