17 diciembre 2015

 

Tenía que pasar. Quien haya leído los posts anteriores sabía que era inevitable. Llevo todo el año queriendo hacer un viaje largo… y aquí estoy, en un avión de Emirates camino de Australia (con escala en Dubai) y con billete sólo de ida y sin una idea, ni siquiera aproximada, de cuándo o cómo voy a volver.

Y esto es exactamente lo que llevo tanto tiempo queriendo hacer.

Esta mañana me he despedido de Madrid…

…y por la tarde ya estaba en el avión.

¿Por qué?

Realmente la pregunta es “¿por qué no?”. Confieso que me daba vértigo marcharme… pero me daba aún más vértigo quedarme.

Necesitaba dejar mi trabajo, mi ciudad (intenta vivir en la Gran Vía de Madrid en Navidades), salir de mi zona de confort y enfrentarme a lo desconocido. Supongo que soy un adicto a las emociones, pero a estas alturas cualquiera cambia.

Pero no es sólo eso. Para mí es un viaje al exterior buscando algo en el interior. Es un tiempo que me voy a dedicar a mí, a pensar, a sentir, a crecer…

Y aunque la verdad es que se me hace especialmente duro dejar atrás a tantos y tan buenos amigos, no sería yo si no pasara por esto.

Y como me dijo uno de mis couchsurfers: “lo más difícil es tomar la decisión”. Y así fue. Tarde meses en ser capaz de decirme a mí mismo que esto es lo que quería hacer y que esto es lo que voy a hacer. Y aún así necesité algunos meses más (primeros de Octubre) y la inspiración de mi couchsurfer argentina y viajera, Mariel, para dejar de poner la excusa del dinero y fijar la fecha para “antes de fin de año”.

Y es que el mundo es demasiado grande e interesante como para estarse quietecito.

¿Sin dinero? Entonces… ¿cómo?

Efectivamente, mi excusa para no dar el paso era el dinero. Lo que llevaba leído sobre viajes, y mis contactos con otros viajeros, cifraban en unos 1.500 €/mes lo necesario para hacer un viaje largo. Eso lo convertía en algo imposible para mí.

Pero luego entendí que el dinero sólo se necesita para hacer turismo, no para viajar.

Un turista se mueve casi a diario, necesita pagar transportes, debe pagar entrada en todos los sitios turísticos a los que acude, paga alojamiento, comida…

Un viajero quiere sentir la experiencia de vivir en distintos lugares del mundo y no solo no le importa pasar temporadas en un mismo sitio, convivir con gente local, moverse a dedo y trabajar a cambio de la hospitalidad… es que, de hecho, prefiere ese modelo con diferencia, porque ésa es la experiencia que busca vivir.

Y aquí es donde aparecen mis dos grandes descubrimientos de este año: Couchsurfing y Helpx/WorkAway. Y es que realmente es muy fácil viajar sin dinero si se está dispuesto a ser un viajero y no un turista.

Así que para mí este viaje se convierte también en una especie de experimento: “Viajar sin dinero”. O al menos intentando gastar lo mínimo imprescindible. Y descubrir hasta dónde me lleva.

¿Y por qué Australia?

No sé… buscaba un destino desconocido para mí, lejos, seguro (al menos para empezar), y de siempre he sentido una enorme curiosidad por la zona del pacífico sur. Y como ha sido el primer sitio donde me han acogido como Helper… allá que voy!

El vuelo Madrid-Sydney (con escala en Dubai y parada en Bangkok) me ha salido (sólo ida) por unos 915€. Salí la tarde del Jueves 17 de Diciembre y llego la mañana del Sábado 19. Pasaré 3 noches en Sydney en casa de Josh, un couchsurfing majísimo, y así conozco algo la ciudad, y luego volaré a Hobart para irme a trabajar a una granja de Tasmania.

Quiero aprovechar este blog para contar la experiencia para mi propio recuerdo (mi memoria no es mi cualidad más destacada), pero también por si puede resultar interesante para futuros viajeros. Estaré encantado de recibir vuestros comentarios.

No escribiré en modo diario, como en anteriores viajes, sino más enfocado a temas, pero probablemente escriba con frecuencia. Es otra de las cosas que me apetece hacer en este viaje: leer y escribir.

…pues vamos a ello.