14 septiembre – 8 octubre 2017
661 días viajando…
41 días en Wellington
El 14 de septiembre por la mañana, después de recoger mis cosas y dejar limpia la habitación, me despido de Diana (mi host de HelpX en Brooklyn) y marcho al que será mi nuevo destino durante las próximas 3 semanas, la casa de Anne y Mike en Seatoun, un barrio de la península de Miramar, perteneciente a Wellington, la capital de Nueva Zelanda. Allí voy a hacer un housesitting cuidando de Maddie, su vieja gatita.
Anne y Mike son un matrimonio kiwi absolutamente encantador y lleno de energía y alegría, que no paran de viajar. En este caso se van mañana a Myanmar en un viaje de 3 semanas. Yo llego un día antes de que se vayan para ponerme al día de los cuidados de la casa y la gata.
Voy en bus hasta Seatoun y quedo con Anne en el Café Polo para que me recoja y me lleve en coche hasta la casa. No hay buses hasta arriba de la colina y la idea de subir andando con la mochila, quizá es demasiado optimista.
Nada más llegar a la casa, me quedo impactado con las vistas.
Y me presento a mi nueva compañera de piso, Maddie (más por loca que por Madelaine).
Me instalo en mi habitación…. de la que no me voy quejar, no.
Y dedico el resto del día a instalarme y ver con Anne y Mike los cuidados de la casa y de la gata, a la que hay que darle su medicina todas las tardes.
Por la noche, como despedida, nos vamos a cenar a La Boca Loca, un Restaurante Mexicano de Seatoun. Anne y Mike han decidido dejarme usar el coche durante su ausencia. En principio no entraba dentro del trato, pero como me han visto maduro y responsable, han tenido ese maravilloso detalle conmigo.
A la mañana siguiente se van muy temprano. Su plan era ir con el coche al aeropuerto, facturar el equipaje, traer el coche de vuelta e ir de nuevo andando hasta allí (el aeropuerto está a media hora). Todo esto para que yo no me tenga que levantar temprano. Obviamente me levanto temprano y les llevo yo al aeropuerto, claro.
Y así comienza mi nuevo housesitting.
Maddie…
Mi principal y casi única ocupación en estas semanas es dar amor y alimentos a Maddie.
Al principio se muestra un poco distante y sólo interacciona para reclamar su desayuno de forma bastante ostentosa.
Pero pronto se da cuenta de que soy la única fuente de amor en la casa, así que empieza a pedirme también sus cepillados varias veces al día.
Hasta que pronto llega el día en que ya se deja querer del todo y no se me separa.
Eso sí, no duerme conmigo, sigue durmiendo sobre la cama de sus papis, a los que debe echar de menos un montón.
Vida sana…
Lo mejor que tienen para mí los housesittings es tener el tiempo, el lugar y la posibilidad de poder cuidarme.
Para empezar, es fácil levantarse temprano con estas vistas.
Y también es muy fácil mantener mi rutina de hacer yoga todas las mañanas si dispongo de un espacio para hacerlo como éste.
También he tenido el tiempo y la paciencia de grabar mi sesión completa (una media hora todas las mañanas entre estiramientos, saludos al sol, algunos asanas, relajación y meditación) en modo time-lapse.
Y el otro pilar básico de mi vida saludable es la alimentación. Lo primero que hago al llegar a un housesitting es comprar mis “básicos”.
Arroz, legumbres, cacao, frutos secos crudos, huevos, ajo, jengibre, cúrcuma, leche de soja, frutas (manzanas, plátanos, limones, naranjas…) y verduras (zanahorias, col, puerro, brócoli, coliflor, tomate, aguacate…). Con esto ya puede venir un terremoto.
Así me puedo hacer desayunos estupendos.
Algunas veces, para variar, me hago una papilla con plátano, cacao, leche de soja y frutos secos.
Para almorzar me suelo hacer una cosa a base de arroz, lentejas, verduras, ajo, jengibre, cúrcuma, huevos y frutos secos.
Y para cenar siempre cae una ensalada o una sopa.
Excursiones…
También aprovecho mis días aquí para conocer los alrededores, como Worser Bay…
…donde te puedes tomar un estupendo café en Scorch-o-rama…
…si las gaviotas te dejan.
Para hacer mi primera compra, fui al Saturday Market de Newtown.
Otro sitio al que voy varias veces es al pie de pista del aeropuerto…
…donde puedo ver los aterrizajes de los aviones. Llamadme raro, pero es algo que me fascina.
Otro cosa que me han recomendado mucho es recorrer el Te Kopahou Reserve. Para ello se puede ir en coche hasta el Te Kopahou Visitor Center…
…y desde ahí se sigue andando.
El paisaje es sencillamente espectacular.
La primera parada es el lugar conocido como Red Rocks, por motivos obvios.
Pero si se sigue un poco más allá, se puede llegar en una hora desde el aparcamiento al lugar de observación de leones marinos.
Sólo hay que atravesar este pequeño desfiladero.
Y allí están, tan ricamente, tomando el sol. Lo que se ve al fondo es la Isla Sur.
Y es sorprendente lo tranquilos que están y lo mucho que te puedes acercar.
En la playa te encuentras algunas cosas… raras.
El camino está abierto sólo para vehículos 4×4, e incluso para ellos, el desfiladero puede ser un poco complicado.
Otro de los rincones que he explorado por aquí, es Point Halswell, el punto más al norte de la Península de Miramar.
Y otro de los cabos de Wellington es el de Roseneath.
Desde donde hay un muy bonito paseo hasta uno de mis lugares preferidos para pasear al atardecer: Oriental Bay.
La playa de Oriental Bay está abierta a los perros (y es un lugar de encuentro para ellos) de mayo a noviembre, hasta que empieza la temporada de playa.
Pero la playa más espectacular de Wellington es, sin duda, la de Breaker Bay, como se puede ver.
Tiene algunas pequeñas rutas alrededor que merecen mucho la pena.
También hice una visita a lo que es visita obligada para todos los frikis de Lord Of The Rings (no es mi caso), el lugar donde se creó todo el envoltorio de la película, el lugar que empezó como un pequeño taller de muñecos y maquillajes para películas, la Weta Cave.
Actualmente la empresa está dividida en dos grandes departamentos: Weta Workshop, que sigue haciendo las criaturas, estructuras y maquillajes, y Weta Digital, que se encarga de los efectos digitales.
No deja de impresionarme el tamaño de esta industria, que trabaja a nivel mundial, en un lugar tan pequeño como la Península de Miramar, que es donde me encuentro. De hecho, mucha de la gente que vive por aquí, trabaja allí.
También he tenido tiempo de visitar los Botanic Gardens de Wellington, que están en una colina al oeste de la ciudad.
He tenido suerte con el tiempo (algo difícil aquí) y las vistas de la ciudad son inmejorables.
Y mi última visita es a Edwards Barber Shop, regentada por un peluquero iraní que parece especializado en crestas…
…y al que por mucho que le insisto que corte más de arriba, finalmente…
…me siento un poco punky.
Curro…
Sigo trabajando para Paul haciendo vendiendo paellas, especialmente los viernes en el Left Bank Market.
Y los domingos en el Harbourside Market, donde Paul empieza a hacer las paellas…
…y luego me deja solo para que yo las termine y las venda.
El domingo anterior al Referendum de Catalunya, llegando al mercado, me llevo la sorpresa de encontrarme en el otro lado del mundo a un grupo de catalanes supermajos informando a la gente sobre lo que estaba pasando allá.
Pero éste no es mi único curro. Cuando llegué a Wellington, lo primero que hice fue escribir a todos los food trucks y puestos del mercado para ofrecerme a ayudar. Paul fue el único en contestar positivamente, pero tuve otro montón de respuestas. Una de ellas fue de Fiona, que fue tan maja que le pasó mi contacto a su amiga Kellie y su marido Jim, quienes andaban buscando ayuda para lidiar con sus hijos después del colegio.
Así que de lunes a jueves, de 15:30 a 18:30 (aprox) voy a Island Bay, en la zona sur de Wellington, para echar una mano con Frank (6 años, pura hiperactividad y encanto) y Georgi (3 años, un verdadero amor).
Mis funciones son variadas. Los primeros días me dediqué sobre todo a reorganizar el enorme armario de la despensa e intentar mantener la cocina limpia.
También les he ayudado a lijar y barnizar algunos muebles…
Dar una capa de aceite al porche de madera…
Organizar las bicicletas en el garaje…
Pero una de mis tareas favoritas y que tengo que hacer todos los días es la cena de los niños, a los que, sorprendentemente, les encantan las verduras y hortalizas crudas o al vapor.
Y Kellie está encantada con que le enseñe algunas recetas vegetarianas y más o menos sanas, como la tortilla de patatas…
O el risotto…
Y también me pidió que le hiciera dos bizcochos para algo del colegio de Frank, así que volví a retomar la receta del bizcocho bicolor de cacao y coco.
Aunque me equivoqué y puse debajo el coco… y queda mejor con el cacao debajo, pero aún así, no quedó nada mal y los niños no dejaron ni las migas!
Mi experiencia con Kellie ha sido por completo la opuesta a la que tuve con Diana. Se ha portado maravillosamente conmigo y no ha parado de apreciar y agradecer mi trabajo con enormes muestras de entusiasmo y por eso siente en el alma que me vaya a ir.
Agnès y el final del housesitting…
Y es que, efectivamente, me voy. El housesitting llega a su fin y toca dar el siguiente paso. Y el siguiente paso es otro housesitting que me ha salido en Darfield, una pequeña población muy cerca de Christchurch (donde ya estuve el año pasado durante una semana en una mala experiencia HelpX), cuidando de Max, un Norwegian Forest Cat, durante casi un mes.
El tema es que Anne y Mike vuelven de su viaje por Myanmar el 8 de octubre y no tengo que estar en Darfield hasta el 18, por lo que tengo un hueco de 10 días.
Así que se me ocurrió la idea de publicar en el grupo New Zealand Backpackers un post diciendo que buscaba travelmate para viajar por la Isla Sur y, apenas unos minutos después de publicar, me escribe Agnès diciendo que ella va a hacer ese recorrido más o menos en las mismas fechas y que tiene un hueco en el coche.
Agnès es francesa de ascendencia china, nacida en la Isla Reunión, y empezó su viaje sólo un mes antes que yo y ha pasado más o menos por los mismos sitios, incluido dos meses en Kep (Camboya), aunque antes que yo. Ha estado haciendo un Helpx en New Plymouth y llega a Wellington el 6 de octubre.
Así que pido permiso a Anne y Mike y le ofrezco a Agnès quedarse en el sofá hasta que lleguen y marcharnos al día siguiente por la mañana con destino sur y sin demasiados planes.
Mike y Anne…
Según lo previsto, Anne y Mike llegan el domingo 8 de octubre y celebramos la despedida pidiendo unas pìzzas y cenando todos juntos.
Y así termina mi Housesitting en Wellington. Justo antes de irme Anne me entregará un sobre para que lo abra por el camino.
Junto con una propina… ¿Se puede ser más maja?
Cuentas…
Y como ya hemos cambiado de mes, toca ver las cuentas de septiembre, mi mes en Wellington.
- COMIDA:
- Comer fuera: 53,10€
- Comprar comida: 225,60€
- Cafés: 82,14€
- Bebidas: 55,14€
- SUBTOTAL: 415,98€
- TRANSPORTE:
- Bus: 47,73€
- Gasolina: 54,93€
- SUBTOTAL: 102,66€
- OTROS:
- Pelu 11,04€
- Farmacia: 36,40€
- Postales: 9,72€
- Suscripción KiwiHousesitters: 39,21€
- Conexión Internet: 42,83€
- SUBTOTAL: 139,20€
- TOTAL: 657,84€
- Paellas: 334,23€
- Burgers: 30,99€
- Casa Kellie: 311,50€
- TOTAL: 676,72€
- TOTAL: -18,88€
Se nota que Nueva Zelanda es bastante más cara que Asia, pero, por otra parte, he conseguido contener bastante mis gastos al no pagar alojamiento y comer casi siempre en casa. Aún así el transporte, la gasolina, la conexión a internet, el café y las bebidas… son escandalosamente caros.
Y a eso se une la suscripción de 65 USD a una nueva web de Housesitting. Menos mal que es anual.
Pero gracias a haber tenido la oportunidad de currar, vuelvo a tener por fin un mes con gasto negativo (beneficios!).
Mis saldos mensuales quedan, pues, tal que así:
- DIC’15: 345€ (Media: 345€)
- ENE’16: 393-19 = 374€ (Media: 360€)
- FEB’16: 387€ (Media: 369€)
- MAR’16: 468-290 = 178€ (Media: 321€)
- ABR’16: 301-39 = 262€ (Media: 309€)
- MAY’16: 880€ (Media: 404€)
- JUN’16: 925-12 = 913€ (Media: 477€)
- JUL’16: 765-30 = 735€ (Media: 509€)
- AGO’16: 602-507 = 95€ (Media: 463€)
- SEP’16: 864-641 = 223€ (Media: 439€)
- OCT’16: 1.090€ (Media: 498€)
- NOV’16: 706-753 = -47€ (Media: 453€)
- DIC’16: 1178-1057= 121€ (Media: 427€)
- ENE’17: 760-1529 = -769€ (Media: 342€)
- FEB’17: 768-276 = 492€ (Media: 352€)
- MAR’17: 1052-106 = 946€ (Media: 389€)
- ABR’17: 818-67 = 751€ (Media: 410€)
- MAY’17: 1.326€ (Media: 461€)
- JUN’17: 328€ (Media: 454€)
- JUL’17: 468€ (Media: 455€)
- AGO’17: 986€ (Media: 480€)
- SEP’17: 658-677 = -19€ (Media: 458€)
- TOTAL: 10.065€
- MEDIA MENSUAL: 458€
Sigo por encima de los 400€/mes, pero me he recuperado bastante.
Conclusiones…
Pues sólo tengo buenas palabras y agradecimiento por estas tres semanas. Anne y Mike han sido unos hosts maravillosos. La casa que me han dejado para cuidar no podría haber sido mejor. Maddie ha sido un amor conmigo. Kellie, Jim, Frank y Georgi han sido la familia con la que más a gusto he trabajado en este viaje. He tenido la ocasión de visitar sitios increíbles. Económicamente ha sido un mes muy bueno…
…y para colmo me han ofrecido trabajar online para una empresa en Vietnam. No será mucha dedicación y me permitirá viajar algo más relajadamente, sin tener que preocuparme por trabajar.
La conclusión obvia de este mes es que prefiero con muchísima diferencia hacer Housesitting que HelpX. Las ventajas de HelpX es tener la comida incluida y vivir en contacto con gente local. Pero estoy viendo que es cada vez más difícil encontrar buenos hosts de HelpX que te hagan sentir parte de la familia y aprecien tu trabajo. Y, como ya he comentado varias veces, prefiero cocinarme mi comida y, teniendo ingresos, eso será más fácil.
Así que mi plan de viaje a partir de ahora va a ser simplemente buscar housesittings de mediana duración (entre 3 y 8 semanas) por el mundo e irme a esos lugares.
No suena a mal plan, ¿no?
Por lo pronto ya tengo asegurado un housesitting de un mes durante las navidades en Melbourne.
¿Qué mejor sitio para pasar las fiestas?
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