14 – 18 noviembre 2017
702 días viajando…
12 días en Christchurch…
El 14 de Noviembre terminó mi housesitting de 4 semanas en Darfield (Nueva Zelanda). Pero aún me quedan 2 semanas de visado que quiero exprimir hasta el final.
Christchurch…
Aprovecho estos día para visitar con calma esta ciudad que aún se está recuperando del terremoto de 2011. Todo el mundo dice que fue tan fuerte que la ciudad no ha vuelto a ser la misma desde entonces. Visito…
Arte urbano…
…y el Jardín Botánico.
Estos días me alojo en casa de Alex que está en una colina de Diamond Harbour con unas vistas maravillosas.
Kayaking…
Alex, que sabe lo que me gusta la aventura, me lleva uno de estos días a Diamond Harbour a hacer kayaking.
Es la primera vez que uso un kayak con timón, pero al final me hago con ello rápidamente. Algo nuevo que aprendo.
Mt. Anette…
Pero la gran aventura la empezamos el 17 de noviembre. Alex me invita a intentar hacer cima en el Mount Anette, cerca del Mount Cook, el punto más alto de toda Nueva Zelanda. Mount Anette tiene una altura de 2.235m, pero se presenta bastante más complicado que la subida que hicimos al Mt. Rolleston (2.212m).
Llegamos al atardecer a Mount Cook Village, el pueblo que está a los pies de la cordillera. El plan es subir la pequeña montaña de la izquierda antes del anochecer y montar la tienda para pasar la noche.
Y mañana llegar hasta allí…
Así que preparamos el equipo y nos ponemos en marcha.
Vamos siguiendo el Red Tarns Track, una ruta muy bien marcada para subir parte de la montaña que queremos subir hoy, justo hasta un mirador.
Por el camino vemos el impresionante deshielo del glaciar que da lugar a un riachuelo.
Llegamos hasta el mirador, con unas vistas increíbles del pueblo y del Mount Cook, que no se aprecia por las nubes.
A partir de aquí se acabó el camino trazado y fácil. Nos toca subir esa pared de piedras sueltas en las que por cada dos pasos que avanzas, resbalas uno hacia abajo. Es agotador. Tenemos que llegar hasta arriba y buscar un lugar para acampar.
Finalmente, después de hora y media de subida, llegamos arriba y encontramos un prado de musgo plano, blando y perfecto para montar la tienda.
A la mañana siguiente nos levantamos temprano.
7:15. Hay una niebla que no deja ver nada… y un sueño que idem.
8:00. Tras desayunar algo y preparar el equipo, nos ponemos en marcha. La ascensión consiste en ir siguiendo las crestas de la cordillera de montañas que llevan hasta el Mount Anette.
Dejamos la tienda en el “campo base” con las cosas que no necesitamos.
8:10. Según vamos subiendo, la niebla va quedando abajo.
8:40. Antes de llegar a la cresta hay que hacer cima en la primera montaña de la cordillera…
…donde llegamos a las 8:50. Y ahí, de nuevo entre la niebla, se ve la cresta.
9:30. Vamo avanzando por la cresta, subiendo y bajando sin parar. A trozos es fácil, a trozos da mucho miedo la caída a ambos lados.
9:50. Seguimos por la cresta mientras la niebla parece que se va disipando de nuevo.
10:10. Según se va despejando, entre la subida y el sol, toca quitarse capas.
10:45. La cresta es eterna…
11:00. Las vistas empiezan a ser más que impresionantes.
11:30. Tras 3 horas y media de subida, llegamos a la zona donde empieza de verdad la nieve. Toca ponerse los crampones. Se ha despejado lo suficiente y por fin podemos disfrutar de la vista del espectacular Mt. Cook, el punto más Zelanda, con sus 3.724m.
12:15. A partir de aquí la cosa se complica. Cuando vamos por la nieve, vamos siguiendo unas huellas antiguas de alguien que subió por ahí días antes que nosotros. Eso siempre tranquiliza. Pero de vez en cuando hay que atravesar paredes de rocas, lo que no es fácil con los crampones.
Pero más o menos conseguimos ir avanzando, aunque la cosa da bastante acojone.
13:15. Por lo menos el día se ha despejado y, ahora sí, ahí está… el Mt. Cook.
13:50. Hay un momento en que no podemos seguir por la cresta, porque las rocas son demasiado inaccesibles, así que las rodeamos por la nieve…
…pero la cosa se complica demasiado. La pared es terriblemente vertical, lo que siempre da miedo por un resbalón o una posible avalancha. Además hemos dejado de ver las huellas, con lo que no tenemos ninguna referencia de que el camino sea el bueno.
A diferencia de nuestra subida al Mt. Rolleston, en el que Alex iba completamente segura, lo que me daba una total confianza, aquí la noto dudosa e insegura. Dice que no se siente del todo tranquila, ya que al no haber huellas, puede haber una grieta en cualquier parte bajo la nieve y caer por ella.
Para mi es suficiente. Bastante acojonado estoy ya en esta pared casi vertical, y además se está haciendo tarde, por lo que le sugiero dejarlo y volver, a lo que ella accede con todo el dolor de su corazón. Así que a las 14:00, tras 6 horas de subida, damos media vuelta.
Y es que teníamos la cima a un tiro de piedra!
La vuelta se hace especialmente dura, entre la decepción y el cansancio acumulado. Incluso hay un momento en el que doy un resbalón en una pared de nieve, pero consigo frenarme. Voy acojonadísimo.
14:45. El cansancio nos puede y cada cierto tiempo tenemos que parar a reponer fuerzas.
15:00. Nos toca desandar todas las crestas que hicimos a la ida.
Pero al final el cuerpo saca fuerzas cuando no ha más opciones, aunque estoy bastante en el límite de mi resistencia. Ha sido buena idea volver. No sé si hubiera aguantado las aproximadamente 3 horas extra de llegar hasta la cima y vuelta.
A las 16:30, completamente agotado, por fin diviso la tienda de campaña… pero aún hay que bajar hasta allí.
Llegamos allí sobre las 17:30. Han sido unas 3 horas y media de bajada hasta el campo base (se baja más rápido que se sube). Como aún nos queda luz (y algo de fuerzas), Alex prefiere volver a Christchurch hoy, pero yo decido, un poco sobre la marcha, hacer noche en Mount Cook Village e irme mañana a Queenstown. Quiero conocer esa parte de Nueva Zelanda antes de marcharme del país.
Así que comemos algo, descansamos, recogemos la tienda y seguimos bajando. Me tiemblan las piernas, pero al final conseguimos llegar hasta el coche sobre las 19:00. En total unas 11 horas de caminata con pocas paradas. Madre mía…
Alex, que no me cansaré de decir lo maravillosa que es, me deja su tienda y saco de dormir, y me lleva hasta el camping del Mount Cook Village, el White Horse Hill Campground, donde nos despedimos y ella marcha para Christchurch.
El camping está genial, con unas vistas tremendas a las montañas, un buen espacio común con mesas para cocina y comer (aunque no tiene cocina) y con baños pero sin duchas. Pero son sólo 13 NZD (7,6€). Me hago algo de cena en el hornillo de gas que me ha dejado también Alex y con lo que me ha quedado de la comida que llevábamos, y me voy pronto a dormir, que estoy muerto.
Han sido 5 días muy intensos en compañía de Alex que se ha portado increíblemente bien conmigo. Ahora comienza una nueva etapa sin demasiados planes. Mañana intentaré llegar hasta Queenstown en autostop y, una vez allí…
…ya veremos. 😉
Pamcho, soy Tatus.. ahora mismo voy por Abril del 2016, jajajjaa.. pero te dejo este comentario aquí porque sé que llegaré, tarde o temprano.. me está flipando tu aventura, un abrazo desde la distancia!!!