Me despierto algo después de las 9. Desde mi cama se ve que hace muy buen día. ¡Por fin!

Desde que estoy en Italia he dormido cada noche en un sitio diferente… 🙂

Ducha y salgo a desayunar con Roberta. Dos capuccinos (el mío con leche de soja) y compartimos un panino vegetariano. Aún sigo sin hambre.

Roberta se queda en casa trabajando (es freelance en comunicación) y yo salgo a dar una vuelta hasta Navigli, que es por donde cenamos anoche.

Ando mosqueado con Ryanair porque no encuentro mi vuelo de vuelta. Tengo un billete para un vuelo que al parecer no existe (!). En fin, intentaré hablar más tarde con ellos.

He quedado con Federica en vernos en Lecco a las 18:30. Me va a dar alojamiento por esta noche y así visito esa parte del lago.

Como algo en un japonés de Navigli…

…y vuelvo a casa de Roberta para intentar resolver el misterio del vuelo desaparecido (esto se parece a Lost).

Ryanair me asegura que está todo bien, pero ni siquiera en la web de ellos aparece este vuelo. En fin, veremos qué pasa el miércoles.

Me despido por ahora de Roberta (es probable que vuelva a Milán para la última noche) y cojo el tren para Lecco en la Estazione Centrale.

Llego sobre mas 17h. Lecco es un sitio precioso.

Mientras espero a Federica, me tomo un helado en la mejor heladería de Italia…

…y me voy al McDonalds en busca de WiFi.

A las 18:30 me viene a recoger Federica en coche y vamos hasta su casa en Valmadrera, muy cerca de Lecco. Habla muy bien español. Dice que aunque lo ha estudiado, es la primera vez que lo habla con alguien. Pues para ser la primera vez, lo habla sorprendentemente bien. 🙂

Dejamos mis cosas en casa y salimos a cenar con sus amigos Gerardo y Dario a una hamburguesería de Lecco: Herba Monstrum.

La hamburguesa vegana resulta espectacular.

Y la cerveza artesana también. 

Después de cenar, vuelta a casa. Estoy ahora acostado en el sofá del salón con el gato de la casa, Hamleto, sobre mis pies, mientras la gata, Ofelia, ronda por aquí cerca. Mejor acompañado imposible.

¡Buenas noches!