Australia (Tasmania) – Viajando por Tasmania

by | 25 Jan 2016 | 2 comments

20 – 25 enero 2016

39 días viajando…
35 días en Tasmania…

Pues ya he vuelto sano y salvo de mi viaje por Tasmania con Shio. Ha sido muy interesante. Tasmania es un lugar increíble donde el tiempo y la naturaleza cambia a cada paso que das. Hemos tenido la mala suerte de que haya coincidido con una de las peores épocas de incendios que recuerdan por aquí, pero por suerte no nos ha afectado mucho.

Voy a intentar resumir un poco cómo han sido esos 6 días. 

Día 1…

Me levanto prontísimo, ya que he quedado con Shio en las oficinas de Hertz e Hobart a las 8:30. A las 8:00 ya estoy en el bus.

Llego a Hertz a las 8:30 y voy haciendo los trámites. En nada ya tenemos el coche.

Nos ha salido baratito. Unos $250 por 6 días. Sobre las 9 emprendemos la marcha. Nuestro destino de hoy es Zeehan donde pasaremos la noche en casa de un Couchsurfing, Dave.

Pero pararemos en el Lago St. Clair y en el parque nacional que va desde ese lago hasta el siguiente, el Lago Burbury.

Paramos por el camino para desayunar…

…e ir al baño.

Sobre las 12:15 llegamos al Lago St. Clair y nos hacemos una rutilla por la zona.

Foto de Shio

Foto de Shio
Foto de Shio

Esto es un wombat (bombátido) disecado, que nos hemos pasado todo el viaje intentando encontrar uno vivo, pero no ha habido forma. 

Continuamos el viaje con alguna que otra parada…

Foto de Shio

…y sobre las 15:45 llegamos a las Minas de Hierro de Queenstown

Toda esta zona es famosa por su minería en metales, especialmente oro, plata, hierro, cobre…

Esta minería hizo que aparecieran ciudades como Queenstown, que se mantienen como las típicas ciudades americanas de la fiebre del oro. 

Aprovechamos para comer algo en el sitio con el cartel con más buen rollo de la ciudad.

A las 18h llegamos a Zeehan, que es otra pequeñísima población nacida alrededor de la minería. 

Vamos hasta la casa de Dave. En casi toda Tasmania la gente vive en casas, no en pisos. Las casas pueden ser más grandes o más pequeñas, más en ciudades o más aisladas, de una planta o de varias, pero todas tienen más o menos el mismo estilo, con un pequeño césped en la entrada, normalmente sin vallas o muy bajitas, y con un gran patio atrás. Muy como en Los Simpsons.

Dave nos recibe con muchísima simpatía y alegría. Nos avisa que está a punto de cerrar el único súper de la ciudad, por si queremos comprar algo, así que vamos corriendo y compramos algunas cosas para cenar. Dave cocina una ensalada de patatas y nosotros una ensalada de lechuga, tomate, garbanzos, zanahoria, etc…

Se me sigue haciendo raro cenar con sol, pero entre que aquí la gente cena a las 7 de la tarde, y que anochece tardísimo…

Dave nos anima después de cenar a que vayamos a visitar el Spray Tunnel, un túnel de unos 100 m. por dónde pasaba el tren de la antigua mina de plata, la Spray Silver Mine. Además de la emoción de ir de noche, está el añadido de ver los gusanos luminiscentes que en el techo del túnel. Los Glow Worms. Así que cogemos nuestras antorchas frontales y nos vamos para allá.

Foto de Shio

No tengo fotos de los gusanos, porque no hay luz suficiente para hacerlas, pero ir a oscuras por el túnel es un espectáculo impresionante, donde el techo es una especie de cielo estrellado lleno de puntos de luz.

Día 2…

Tras un desayuno de tostadas de un pan recién hecho por Dave la noche anterior…

…nos ponemos en camino. Dave se ha ido muy temprano para hacer acampada este fin de semana en Bruny Islands.

Habíamos reservado Couchsurfing en Smithton para las dos siguientes noches, pero me doy cuenta de que no me han confirmado y no consigo respuesta, así que buscamos rápidamente otra opción, y conseguimos una nueva host, Susan, también en Smithton. 

Pero antes de ir allá, pasamos por Strahan para conocer esa zona.

En Straham visitamos un pequeño teatro en el puerto…

…el puerto…

…y paramos a tomar un café.

Nos informamos de que lo más interesante en Strahan es visitar la cascada Hogarth Falls. Así que nos dirigimos al parque del pueblo (Peoples Park) desde donde sale la ruta hasta la cascada.

Impresiona ver como de un árbol cortado puede nacer otro. La vida es imparable.

Cogemos la ruta…

…por fin sé de dónde viene el nombre de Fern Tree…

Foto de Shio

…y por fin llegamos.

Foto de Shio

Desde ahí partimos para Smithton…

…haciendo una pequeña parada en el pueblecito de Waratah, que tiene un encanto especial.

Seguimos avanzando hacia el norte y se empieza a notar el humo de los muchos incendios forestales que están asolando Tasmania.

Hacemos parada en Wynyard para comprar algo para la cena. Aquí el olor a quemado y el nivel de humo es terrible.

A las 19:45 llegamos a casa de Susan en Smithton. Por suerte el humo no ha llegado hasta aquí.

Al rato de hablar con ella nos damos cuenta de que es la hermana de Dave (!!). Es verdad que Dave nos dijo que tenía una hermana en Smithton, pero menuda casualidad.

Saco algunas fotos del vecindario aprovechando la luz del atardecer.

Susan vive con sus tres hijos, Leo, Joe y la pequeña Leia. Nos vamos a dar una vuelta con Joe y Leia, que nos quieren enseñar el parque de columpios que hay cerca.

Ya en casa preparamos una ensalada (nuestra especialidad) mientras Susan prepara unas patatas y carne guisada para los niños.

La sobremesa no puede ser más divertida… aunque luego no hay forma de que se vayan a dormir, claro…

…Al fin y al cabo, están de vacaciones.

Día 3…

Nuestro plan de hoy es visitar la zona noroeste de Tasmania.

Queríamos llegar más al sureste, pero las carreteras están cortadas por los incendios que hay en la zona centro.

Pero hacemos una parada y visitamos el río.

Decidimos dirigirnos a Trowutta, donde Susan nos ha dicho que visitemos el Trowutta Arch, una formación geológica poco habitual. Nos cuesta bastante encontrar el sitio, ya que no hay indicaciones y los caminos ni siquiera aparecen en Google Maps. Pasamos por las plantaciones de eucaliptos (gumtrees).

Parte de Tasmania se está dedicando a la plantación artificial de árboles para después vender la madera, utilizando semillas genéticamente modificadas para obtener un crecimiento más rápido, de forma que en unos 7-9 años ya están preparados para cortar. Ver esos mismos campos devastados cuando recogen la “cosecha” es desalentador.

Nos perdemos varias veces, hasta que por fin damos con el lugar.

El acceso es por un camino de Rain Forest (selva no tropical) que es absolutamente maravilloso.

El camino viene marcado por una serie de cintas de colores o pequeñas indicaciones.

El silencio es absoluto.

Y, finalmente, llegamos.

El sitio es un agujero formado por la erosión del agua subterránea hasta que queda al descubierto. El este caso son dos, que dejan en medio un arco de roca.

Foto de Shio
Foto de Shio

Nos dirigimos hacia el oeste, hacia la costa. Vemos que las carreteras hacia el sur siguen cortadas.

Y se puede ver claramente el humo de los incendios.

Llegamos a la costa y hacemos parada en Nelson Bay. 

Aunque el día no acompaña para un baño, la tentación de mojarme es demasiado grande.

Foto de Shio
Foto de Shio

Seguimos hacia el norte y hacemos parada en Marrawah para comer algo.

La taberna de Marrawah es un sitio muy… de ahí. Llegamos a las 14:30 y nos dicen que la cocina está cerrada (sirven comidas de 12 a 14h!), que sólo quedan sandwiches. Y al preguntarle de qué, nos recita a toda velocidad …

– Chickencheesehamcheesechickentomatohamtomatocheese… 

Cuando para, le pregunto… 

– Sorry, I’m vegetarian…
– What?
– Vegetarian, I’m vegetarian…
– What?
– Ok, just a coffee… Do you have soy milk?
– What??

Total, que me conformo con un café solo y seguimos el camino.

Sobre las 15:30 estamos de vuelta en Smithton donde paramos en un café para comer algo, porque estoy a punto de dar mordiscos al coche. Me pido hamburguesa vegetariana, que me hace el apaño.

Como aún es pronto (Susan no regresa hasta las 17:30), recorremos la costa norte hacia el oeste. Nuestra intención era llegar a Perkins Island, donde se supone que se puede ir a pie con marea baja, pero no encontramos el camino para acceder con el coche. Al final llegamos un poco más allá, y paramos en un camping frente a Robbins Island.

A la vuelta hacemos algo de compra para la cena. Encontramos una superoferta de “lo que quepa en la bolsa por $4” de productos un poco más atrasados. Así que nos llevamos todo lo que pillamos para hacer ensaladas y tortilla.

También nos compramos un vinito y algo de queso para compartir con Susan y tener un momento de relax.

Mas tarde nos ponemos a cocinar. Shio se pone con la ensalada de col y zanahoria por un lado, y tomates y pepino por el otro… 

…y yo con una tortilla de patatas, espinacas y brócoli.

Cenamos, charlamos, y disfrutamos de una noche de luna casi llena…

Es una enorme fortuna poder contar con gente como Dave o Susan que están dispuestos a acogerte en sus casas sin conocerte, ofrecerte su hospitalidad, su compañía y su conversación. Para nosotros es un auténtico lujo.

Día 4…

Hoy toca cambiar de Couchsurfing. Nos espera Peter en su casa de Loongana, en medio de la montaña, pero antes queremos pasar por Stanley, una de las ciudades más turísticas de Tasmania, y el Parque Nacional de Narawntapu, un poco más al este de Devonport.

Pero empezamos con Stanley.

Es una especie de Gibraltar, con su peñón y todo. La ciudad es preciosa, la verdad, aunque los tassies dicen que se ha vuelto demasiado turística.

La principal atracción es subir a “La Nuez”, The Nut State Reserve, es decir, la montaña a cuyo pie está la ciudad. 

Se puede subir en telesilla ($10) o andando. Nosotros andando, por supuesto

Las vistas van mejorando por momentos… a ambos lados.

Al llegar arriba, lo habitual es hacerse el recorrido circular que recorre toda la cima y que son unos 2 kms.

Foto de Shio

Lo peor son las moscas, que hay a cientos y se nos intentan meter en los ojos y los oídos. Es un coñazo.

Llegamos a la zona que da al puerto.

El humo de los incendios de Tasmania llega hasta el mar y se dirige hacia el norte, hacia Australia.

Foto de Shio

Llegamos al punto más alto.

Foto de Shio

Y llegamos de nuevo al punto de partida, desde donde bajamos al parking.

Foto de Shio

Nos damos una vuelta por la ciudad.

Shio tiene antojo de lo más típico de aquí, el Fish & Chips.

Foto de Shio

Después de comer nos volvemos a poner en movimiento. Hacemos parada en Burnie para tomar un café e ir al baño.

Otra de las cosas extraordinarias de Australia es que en todas las ciudades hay baños públicos, por lo que los bares o cafeterías no tienen la obligación de tenerlos. Simplemente te indican dónde está el más cercano. Y los baños públicos son gratis y generalmente muy bien cuidados y limpios. Simplemente, aquí se considera que ir al baño es una necesidad pública y como tal debe ser resuelta.

Sobre las 15h llegamos al Parque Nacional de Narawntapu, donde hacemos una ruta entre la playa y la laguna.

Foto de Shio

Finalmente marchamos para Loongana, donde, después de mil vueltas para intentar encontrar la casa de Peter, conseguimos llegar a las 20h.

Peter es una persona interesantísima, con una larga vida y muchas experiencias. A los 30 años, cuando estaba en lo mejor de su profesión, tuvo un accidente de coche en el que llegó a estar clínicamente muerto, y que le hizo cambiar por completo su vida. Dejó todo y se dedicó a viajar. Ahora tiene una casa maravillosa en lo alto de una montaña, completamente aislada de cualquier sitio poblado.

Nos recibe con su perro Máximus, con el que tengo una tremenda conexión inmediata. 

Llegamos directamente para preparar la cena. Hacemos una hoguera con todas las hojas caídas, y ahí preparamos un cuscús con verduras y una ensalada de lentejas.

Y cenamos al aire libre.

Para dormir Peter nos deja una de las cabañas que tiene libre y que es todo un lujo. No podríamos estar mejor.

Día 5…

Cuando parecía que teníamos que dar por perdida la posibilidad de hacer lo que realmente más me apetecía de este viaje, subir a Cradle Mountain, por culpa de los incendios, Peter nos dice que no hay problema, que el parque está abierto y que los incendios no han llegado allí. Así que… ¡allá vamos!

Nos levantamos prontísimo, porque nos esperan unas dos horas en coche hasta llegar allí.

Así que nos despedimos de Peter, Maximus… y compañía….

…y nos dirigimos al Parque Nacional de Cradle Mountain para hacer algunas de sus rutas. Yo estoy empeñado en llegar a la cima. Shio no está tan convencida.

10:00 – Llegamos al Centro de Visitantes. Hay que escoger entre entrar con el coche (unos $60) o pagar el pase de un día ($16,50) y entrar con el Shuttle. 

10:20 – El Shuttle nos deja en el parking de Dove Lake

El mapa indica los grados de dificultad de cada trozo: Verde es fácil, naranja es moderado y violeta requiere experiencia.

Nosotros salimos del Dove Lake Car Park hacia el mirador de Marions.

Cradle Mountain es lo que se ve justo al fondo, medio tapado por las nubes, y con forma de sierra. Ahí quiero subir.

Desde el Lago cogemos en dirección al Overland Track.

10:30 – Llegamos al Boat Shed… 

…donde hay que decidir entre ir por el fácil Dove Lake Circuit, o el muy duro Marions Lookout Link. 

Obviamente nos vamos a lo difícil.

Según vamos subiendo, las vistas del lago son cada vez más espectaculares.

La subida se hace dura, con algunos trozos con cadenas para poder agarrarse y tirar.

11:10 – Por fin llegamos al Mirador de Marions. 

Foto de Shio

Y ése es nuestro objetivo.

Foto de Shio

Desde el mirador cogemos el Overland Track. El camino, como siempre en estos parques nacionales, está excesivamente marcado, pero entiendo que lo hacen para proteger el suelo.

11:50 – Llegamos al punto donde se unen el Horse Track y el Overland Track.

11:55 – Un poco más adelante llegamos al refugio de Kitchen Nut, que está al pie de la subida tocha a la cima de Cradle Mountain, donde la gente suele hacer un descanso o dejar sus mochilas si llevan mucho peso.

Shio decide quedarse ahí a esperarme. No se ve con fuerzas para subir a la cima. Son casi las 12, le digo que volveré antes de las 14h, ya que calculo que puedo subir y bajar en un par de horas. Nos repartimos la comida, le dejo las llaves del coche por si me pasara algo…

12:00 – …y me dirijo al Cradle Mountain Submit Track. Hago una parada en el WC, aunque sólo sea por la curiosidad de ver un baño en la montaña.

Y mientras hago mis cosas en lo que viene a ser un agujero, no dejo de reírme con las indicaciones. Se llevan las cacas en helicóptero. Pero lo mejor es la indicación de por qué está prohibido fumar.

12:05 – Hay un desvío que puede resultar confuso, ya que no dice cuál lleva a Cradle Mountain, pero es a la izquierda.

Y muy poco después aparece el sendero a la cima.

La indicación pone 2,5 horas de ida y vuelta. Le he dicho a Shio que 2 horas y quiero estar arriba con calma, así que tendré que ir rapidito.

Y a partir de aquí la cosa cambia, y mucho. El sendero deja de estar tan preparado y marcado…

…y las únicas indicaciones son unos palos asomando entre las rocas.

12:20 – Y el sendero desaparece para convertirse en enormes rocas que prácticamente hay que trepar. Esto me encanta. Soy feliz como una cabra loca.

Hacia arriba…

…y hacia abajo.

Sólo hay que ir siguiendo los palos. No sé si se aprecia lo empinada que llega a ser la subida, que por momentos acojona.

12:30 – Sigo subiendo…

12:35 – Cuando parecía que había llegado a la cima, resulta que hay que volver a bajar por el otro lado para seguir subiendo. Ahí me encuentro con un grupo de japoneses muy simpáticos.

12:40 – Y cuando me creo que lo de la izquierda es la cima…

… resulta que no, que la cima está justo girando hacia la derecha y subiendo un poco más. Donde hay un grupo ya reunido.

12:45 – Llego a la cima. He conseguido subir en 45 minutos.

Aprovecho que se despeja un poco para sacar algunas fotos desde ahí. Se puede apreciar el Kitchen Nut, donde me espera Shio.

Como lo que sobró ayer de ensalada y cuscús mientras charlo con un italiano de Venecia que habla perfectamente español, ya que vivió un año en Tarifa. Después hago una meditación encima de una roca apartada.

13:25 – Me hago el selfie oficial de la cima…

…y comienzo la bajada. Tengo media hora para llegar. Me quedo con las ganas de asomarme al otro pico que hay cerca y que vi antes, pero no me da tiempo.

Desde aquí veo clarísimamente tres de los incendios.

13:35 – La bajada es más difícil que la subida, porque las rocas son muy altas. También es más peligroso, porque se hace más difícil usar las manos, y las piernas van más frías.

13:50 – Me encuentro de nuevo a Alessandro, el italiano, y me hago una foto con él.

Foto de un espontáneo

13:58 – Shio ha salido a mi encuentro y cumplo con lo de llegar antes de las 14h.

Cogemos el Face Track con la intención de subir al Hansons Peak como camino de vuelta.

14:12 – Vistas del Dove Lake desde el sur, desde donde se ven las Honeymoon Islands.

Foto de Shio
Foto de Shio

14:30 – Según avanzamos se van viendo mejor los lagos.

14:37 – Se ha puesto a llover, así que cuando llegamos a la intersección con el Lake Wilks Track, decidimos tirar por ahí, porque es más corto.

14:45 – La bajada, como muy bien indica el mapa, es muy empinada.

14:57 – Llegamos a la altura del Lake Wilks… 

…que está sensiblemente por encima del Dove Lake. 

15:07 – Según vamos llegando al Dove Lake, la vegetación se convierte en bosque espeso.

15:18 – Por fin llegamos al lago, al Dove Lake Track.

15:26 – Sigue siendo bosque.

15:28 – Llegamos al embarcadero del lago justo cuando el cielo se abre un poco y hay unas vistas espectaculares de la montaña.

15:40 – Vemos el parking.

15:47 – Llegamos a otra pequeña playa.

16:00 – Alcanzamos de nuevo el Boat Shed desde el otro lado.

16:05 – Un poco más…

16:10 – …y llegamos al parking.

Han sido casi 6 horas de paseo en las que solo he parado una media hora en la cima, pero ha sido sin duda la mejor experiencia del miniviaje por Tasmania.

Volvemos exhaustos hasta Loongana, en otras dos horas de coche. Una vez en casa de Peter Shio prepara una ensalada…

…y yo un arroz de los míos…

…y cenamos viendo el Open de Tenis de Australia.

A pesar de ser nuestra última noche, nos vamos a dormir pronto, porque estamos más que muertos.

Día 6…

Y llega nuestro último día. Ésta es la estampa que veo nada más levantarme.

El día se irá casi íntegramente en volver a Hobart, ya que tenemos que estar antes de las 17h, que cierra la oficina.

Antes de irnos, Peter nos enseña la hamburguesa incorrupta de McDolands que lleva 12 años en su vitrina. Había oído hablar de ello, pero es la primera vez que lo veo.

Nos despedimos de Peter (con un café)…

…y Máximus…

Foto de Shio
Foto de Shio

…y nos ponemos en camino. 

Hacemos parada en Devonport para conocerlo, desayunar y comprar algo de picoteo para el viaje.

A las 16:25, después de llenar el depósito y hacerle un lavado rápido al coche para que no se note demasiado por qué caminos nos hemos metido, llegamos a Hobart.

Me despido de Shio que no vuelve a Margate, sino que se va con unos japoneses amigos suyos a vivir una temporada en plan bastante hippy en el sur de Tasmania, y yo me cojo el bus para Fern Tree, donde hago una parada necesaria.

Llego antes que Sarah, pero aprovecho para poner una lavadora, ducharme y volver a instalarme.

Para cenar preparo una crema de calabaza, el calabacín más gordo de la huerta…

…mucho jengibre y cebolla. Y no es por nada, pero me queda espectacular. Como me siento muerto de hambre, me hago también un arroz sólo con cebolla.

Y aquí acaba mi viaje de 6 días por Tasmania.

Entre las cosas curiosas, está el hecho de haberme tirado 6 días conduciendo por la izquierda. Menos mal que el coche era automático. Sólo 2 veces me puse en el carril contrario (siempre en ciudad) y era rápidamente alertado por Shio al grito de ¡Left! ¡Left! Por suerte en Japón también se conduce por la izquierda.

También entré en una rotonda mirando a la izquierda y casi me como un coche que venía por la derecha. Es lo que más me costaba.

Lo que más curioso me ha resultado a la hora de conducir han sido los límites de velocidad. El máximo es 110 y lo ponen con bastante facilidad, incluso en carreteras llenas de curvas, con un solo carril por sentido y sin arcén, pero siempre añaden un cartel que dice “dependiendo de las condiciones de la carretera”. Es una manera de decir, que adaptes tu velocidad a lo que te encuentres. Luego, cuando ponen otros límites, son enormemente certeros. En las curvas te advierten (no te limitan) que las cojas a 55, 45, 35 o incluso 25 kms/h, y normalmente se corresponde con la velocidad más adecuada para cogerla. Y en las ciudades te limitan a 80 cuando estás entrando y a 60 cuando ya estás dentro. Y cuando hay obras en la carretera, te limitan a 80. En España es todo mucho más exagerado, todas las limitaciones se ponen dando por hecho que nos las vas a respetar, y algunas son imposibles de respetar, como cuando te limitan a 20 en una carretera por obras.

En cuanto al coste del viaje, hemos tenido la suerte de no tener que pagar alojamiento (todo ha sido couchsurfing), así que la mayor parte ha sido el coche. El gasto total ha sido de 684,16 AUD (440,51€) a repartir entre los dos. De los cuales:

  • Alquiler coche:                    $268,67 (173,01€) 
  • Gasolina:                          $146,58 (94,63€) 
  • Lavado de coche:                    $10,00 (6,46€) 
  • Comer fuera:                       $109,00 (70,37€) 
  • Comida comprada:                   $103,01 (66,50€) 
  • Mapa:                                $6,95 (4,54€) 
  • Entrada a Cradle Mountain + Mapa:   $39,95 (25,80€) 

En total, los gastos por día y persona son 57 AUD (36,70€) de los cuales 35,43 AUD (22,81€) son del coche y 17,66 AUD (11,37€) son para comer. Lo cual supone un presupuesto bastante austero, especialmente en Australia, considerado de los países más caros.

Emocionalmente, el contacto con la naturaleza ha sido maravilloso, y me ha permitido hacer algunas meditaciones en sitios privilegiados, pero el hacer turismo y especialmente con couchsurfing implica moverse rápido, estar pendiente de otras personas… por lo que he estado un poco más descentrado. Pero por otra parte, hemos conocido a gente maravillosa gracias al couchsurfing.

Ir con Shio ha sido un lujo y ha demostrado una paciencia infinita, especialmente con mi forma de conducir. Su buen talante y su tranquilidad han hecho que hayamos convivido 6 días viajando sin el más mínimo problema. Incluso ha tenido el detallazo de pagarme algo más en el reparto de deudas, por haber conducido todo el rato, cosa a la que he intentado negarme, pero no ha habido forma.

Pero sobre todo le agradezco infinitamente a Shio que me haya empujado a hacer este viaje con ella, porque de otra forma creo que nunca me hubiera a animado a hacerlo, y me ha encantado conocer más a fondo esta pequeña isla, que es un mundo en sí misma.

2 Comments

  1. ALMA AGUILAR

    ¡Fantastica experiencia!

    Reply
  2. Unknown

    Genial el miniviaje!!! Me encanta la idea de los baños públicos, yo me quejo de que en España necesariamente tienes que entrar en algún bar o café y normalmente consumir algo (aunque no quieras) sólo para poder acceder al baño…

    Reply

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