26 abril – 11 mayo 2023

 

2.702 días viajando…
15 días en Shoreham-by-Sea (UK)…

El 26 de abril de 2023 ya tengo de nuevo puesto un pie en un avión con rumbo, en este caso, a UK. Próximamente haré de guía turístico para un grupo de americanos y necesito desoxidar mi inglés, así que me he buscado (y encontrado) un housesitting en tierras británicas.

El viaje

El vuelo es Pisa-Londres. Poco después de partir, tengo la ocasión de ver desde una perspectiva única los Alpes Apuanos, que normalmente veo desde mi ventana. Si aguzase la vista, casi podría ver mi casa ahí, a sus pies.

Y, poco después, veo los otros Alpes, aún más espectaculares.

Por suerte el avión llega a Gatwick Airport, que está tan al sur, que estoy a la misma distancia de Londres que de mi destino. Y para más suerte aún, hay un tren directo, así que poco después de mediodía ya estoy en el pequeño pueblecito costero de Shoreham-by-Sea, mi hogar por las próximas dos semanas

El housesitting

Cuando llego, conozco por fin a la encantadora Julia, la propietaria de la casa en la que me alojaré por 15 días mientras ella estará de viaje. Julia me presenta a los que serán mis dos nuevos compañeros de piso, Rolo y Mojo.

Julia se va poco después de enseñarme cómo va todo y me quedo al cargo del fuerte.

Rolo y Mojo

Rolo es un caniche cariñosísimo al que lo que más le gusta son sus paseos y perseguir una pelota. Pero cuando estamos en casa, no se me separa.

Y Rolo, como buen gato que es, es algo más independiente, pero también le gusta sentirse acompañado y conun poquito de atención, cuando Rolo le deja espacio.

Es definitiva, ambos son una maravillosa compañía para los aún muy fríos días de primavera en Inglaterra.

Mi rutina

Pronto establezco mi rutina diaria, que incluye, cómo no, mi sesión de yoga todas las mañanas. En este caso, casi siempre bien acompañado.

Para hacer la compra, tengo la fortuna de contar con la bici eléctrica que Julia me ha dado permiso para usar (así como su abrigo). Haciendo la compra veo que uno de los productos fundamentales de mi alimentación está sufriendo restricciones. Al parecer tiene que ver con casos de gripe aviar por aquí.

La otra parte fundamental de mi rutina son los paseos con Rolo, pero eso lo contaré en una sección aparte, que da para mucho.

Algunos días, cuando el tienpo lo permite, cojo la bici y me pierdo por los alrededores intentando acordarme que se conduce por la izquierda.

El resto del día lo dedico a preparar los tours que acompañaré el mes que viene. Y las noches las dedico a ver alguna peli o serie en muy buena compañia.

Una tarde me voy con Rolo al pub Duke of Wellington, donde admiten perretes, para ver un poco de música en directo. Pero no duro mucho porque el volumen es un poco alto para el pobre Rolo.

Los paseos

Y, como decía, la parte central de mis días son los paseos con Rolo (o, algunas veces, solo) lo que me ha permitido conocer los alrededores. 

Shoreham-by-Sea

Como contaba al principio, Shoreham-by-Sea es una pequeña población costera al sur de Inglaterra, en el el condado de Sussex Occidental. La ciudad es pequeña, pero tiene una larga historia, anterior incluso a la Edad Media, aunque el nombre de Shoreham data del siglo XI.

El punto central de la ciudad es la Iglesia de St Mary de Haura, que, como dice la Wikipedia, es también del S. XI.

Aquí podemos ver la Oficina de Correos con las inevitables cabinas telefónicas.

Uno de mis sitios preferidos para tomarme un café durante mis paseos es el Hector’s Shed, donde me permiten estar con Rolo, y donde hacen unos estupendos desayunos.

El Álamo

Justo detrás del Pub Duke of Wellington, hay un solar en construcción (como se puede ver muy bien en Google Maps) donde hace un año comenzó la construcción de un complejo de apartamentos. Al parecer estas obras incluían la tala de un viejo álamo de 46 años justo en el límite de la propiedad.

Pues los vecinos se organizaron rápidamente en lo que denominaron The Poplar Front (El Frente del Álamo) y construyeron una especie de refugio bajo el árbol en el que siempre habría alguien para evitar la tala.

Por lo que leo, poco después de mi visita, en junio de 2023, tras 250 días de ocupación, de presión y campañas, la constructora accedió a modificar el proyecto y salvar de esta manera el viejo árbol. Toda una victoria de la comunidad frente a las grandes empresas devoradoras.

La playa

Muy cerca de la casa de Julia está la Playa de Shoreham, una larguísima playa de piedras, no muy cómoda de caminar, pero por fortuna han hecho una pasarela de madera hacia el este que parece no tener fin y que es perfecta para dar algunos de nuestros paseos.

Aquí se puede ver lo cerquita que está la playa de mi casa…

El paseo marítimo

Muy cerca de mi casa está el Widewater Lagoon, una pequeña y alargada laguna prácticamente al lado del mar. Al otro lado de la laguna hay una serie de mansiones bastante espectaculares con vistas a la laguna y al mar, y la estrecha separación entre la laguna y la playa es un larguísimo paseo que no solo cubre todo el largo de la laguna, sino que sigue muchísimo más allá, pasando por dos zonas de casas prefabricadas, Eastern Sands y Beach Park, el enorme parque de Lancing Beach Green, y terminando finalmente en una especie de palapa de cemento al final del parque a 2,5 kms del inicio del lago.

Pero hagamos el paseo, para verlo mejor.

Aquí vemos al fondo los casoplones de la laguna

Una vez termina el lago, nos encontramos con los prefabricados “baratos” de Eastern Sands, todos en disposición paralela a la costa.

Y justo después está el algo más caro complejo de Beach Park, donde las casas están distribuidas en diagonal y donde además cuentan con las típicas casetas de playa.

Lamentablemente no tengo muchas más fotos de esta zona y sorprendentemente no tengo ninguna del parque Lancing Beach Green, y eso que llegué varias veces hasta el bar Perch on Lancing Beach, donde paré a tomarme algo, siendo uno de mis paseos favoritos con Rolo.

Al menos en este vídeo se puede ver parte del paseo de vuelta al atardecer, pasando por Beach Park, Eastern Sands y los casoplones de la laguna.

Willowbrook Park

Un día decido dar un paseo por detrás de la zona de Beach Park, al otro lado de la carretera, y me encuentro una urbanización llamada Willowbrook Park, que parece sacada de una peli americana y que, la verdad, da un poquito de miedo.

Cecil Pashley Way

Algunos días, para variar, en vez de ir por la costa, decido seguir el Cecil Pashley Way, un camino que sigue el curso del Río Adur. Es un paseo muy agradable donde gran parte del tiempo puedo llevar a Rolo sin correa.

El camino pasa junto al Brighton City Airport, que es más bien un pequeño aeródromo.

Y, normalmente llego hasta el Old Shoreham Toll Bridge, un viejo puente sobre el río Adur…

…no sin antes hacer una pequeña parada en el Food Truck de Relay Coffee, para tomarme mi segundo café de la mañana.

Luego paso al otro lado del puente y regreso por el Old Shoreham.

Riverbank

Otro de mis paseos favoritos es por el Riverbank de Shoreham, un sorprendente paseo por un pequeño canal, cerca de la desembocadura del Río Adur, donde hay más de 40 embarcaciones, a veces embarrancadas, a veces flotando (depende de las mareas) y convertidas en viviendas o centros artísticos… incluso en Airbnbs!

El origen de estas embarcaciones data de los años 50. Durante la postguerra hubo gran escasez de viviendas y se trajeron un gran número de barcos en desuso, muchos de ellos buques militares fuera de servicio, y se anclaron en esta zona. Más tarde, en los años 60, se puso de moda como viviendas alternativas para el movimiento Hippy. La verdad es que es algo digno de ver, sobre todo por lo cuidado que lo tiene la mayoría y su significado artístico. Este sería el primer barco del paseo, empezando por el oeste.

Muchos se han hecho una pequeña construcción alrededor del barco para tener una terraza o un cobertizo. 

Otros lo han convertido en alojamiento vacacional.

Incluso podemos encontrarnos un barco de guerra alemán, el Die Fische, actualmente convertido en vivienda de 4 habitaciones.

Y no falta ni siquiera un torpedo de la WWII.

Aquí van algo más de tres minutos de un paseo por el Riverbank. No os lo perdáis, merece la pena.

Brighton

el 29 de abril decido probar a llevarme a Rolo en transporte publico. Nos vamos en bus hasta la famosa y cercana ciudad costera de Brighton.

Rolo se porta maravillsamente en el bus.

Brighton es sobre todo famosa por el Brighton Palace Pier, un muelle de recreo construido durante la década de 1890 y que alberga hasta un parque de atracciones.

Pero cuando voy a la puerta, me llevo la desagradable sorpresa de que no está permitido entrar con animales. 🙁

Así que, en vez de visitar el pier, que es lo típico, me doy una vuelta por la ciudad, que también mola. Aquí podemos ver el Royal Pavilion.

Y aquí entrando en la bulliciosa, comercial y artística Gadner St.

Worthing Pier

Si consinuase caminando el paseo marítimo hacia el oeste durante algo más de 6 kms, llegaría hasta el otro famoso muelle de la zona, el Worthing Pier.

Y eso es lo que hice el 5 de mayo, pero no caminando, sino en la fabulosa y descansada bici eléctrica de Julia. Y sin Rolo, claro.

Brighton II

Y así llegamos al 11 de mayo de 2023, último día de mi housesitting. Por la mañana llega Julia que queda impresionada y feliz de lo limpia y ordenada que le he dejado la casa y lo feliz que parece Rolo.

Como no tengo el vuelo hasta la tarde/noche, aprovecho para volver a visitar Brighton, pero esta vez sin Rolo, así puedo entrar en el Pier.

A lado del Pier está tocando la banda Ol’Times (actualmente conocida como Amos Moses).

Me doy un paseo por East St, donde justo hay un festival. Está la ciudad de lo más animada.

Y, finalmente visito el Brighton Palace Pier…

…donde me dedico a atraer a las gaviotas para hacerles fotos.

¿Y por qué?

Pues porque hace justo 20 años, en junio de 2003 vine de visita a Londres con unos amigos y un día bajamos a Brighton. Y cuando estaba haciendo fotos en el Pier, una gaviota se me echó encima y justo la pillé en una foto muy chula. Hoy he querido (y conseguido) rememorar aquella foto.

2003

2023

Chau, UK!

Por la tarde me voy a Gatwick Airport, donde pillo el vuelo a Pisa. Allí pierdo el tren a Carrara por muy poco y me toca esperar una hora, así que me voy al bar Kinzica Pisa, el único que encuentro abierto a las 22h y me consuelo como puedo. 

Pero poco después ya estoy en casa, listo para más aventuras. El verano promete un viaje muuuuuy interesante, pero no nos adelantemos, porque eso será…

…en un próximo capítulo.

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