11 noviembre 2020 – 6 marzo 2021
1.906 días viajando…
115 días en Lanzarote…
Ésta es la segunda parte del relato de mis casi 4 meses de estancia en la isla de Lanzarote donde llegué el 11 de noviembre de 2020.
En la primera parte conté cómo fue mi vida y mi trabajo en el Workaway en casa de Liz y Tinka. En esta segunda parte relataré las muchas excursiones que hice recorriendo y conociendo toda la isla.
Así que vamos a por ello.
Excursiones y quedadas…
Voy a ordenar cronológicamente todas las excuriones. Espero que pueda servir de auyda a algun excursionista despistado como yo.
15 nov 2020 – Barranco del Chafarís y Arrieta…
Primera mini-excursión de tanteo de los alrededores. Me voy con la moto por la carretera que une Tabayesco con Haría por dentro del Barranco del Chafarís. Así es la salida de Tabayesco…

…y así de pequeñito es Tabayesco, mi hogar durante estos 4 meses.

La sopresa me la llevo cuando veo que la carretera está cortada justo cuando cruza hacia el otro lado del barranco.

Por lo que me cuenta la gente que me encuentro por aquí, la carretera lleva cortada unos 3 años por peligro de desprendimiento. Y así se ha quedado. Para ir a Haría hay que dar un largo rodeo.
Así que, visto lo visto, me voy a Arrieta, a conocer el núcleo poblacional (perteneciente a Haría) más cercano a Tabayesco. Y es que Tabayesco es tan pequeño que no tiene un solo comercio. Para cualquier cosa hay que ir a Arrieta.

En Arrieta es donde está la famosa Casa La Juanita.

Y así es cómo se ve la carretera que une Arrieta con Tabayesco al atardecer.

19 nov 2020 – Órzola
Poco después hago una pequeña escapada a Órzola, la población más al norte de la isla y de donde salen los Ferrys a La Graciosa. Es una escapada breve casi al anochecer.


21 nov 2020 – Playa de Papagayo y Playa Quemada
Dos días después me voy al otro extremo de la isla, a la zona más al sur, a la famosa Playa del Papagayo, a la que se accede por un larguísimo camino de tierra sin asfaltar. Cómo se nota que no hay mucho turismo. Esta playa suele estar abarrotada.

Y algo más tarde voy a visitar el pequeo pueblo de Playa Quemada, que, para mí, tiene bastante más encanto, porque está muy escondido.

22 nov 2020 – Volcán La Corona y Mercado de Teguise
Y al día siguiente, como es domingo, hago mi primera excursión en condiciones. Voy a visitar uno de los volcanes más famosos de Lanzarote, el Volcan La Corona.
09:00 – Aparco la moto en el pueblecito de Ye, justo a la entrada del camino hacia el volcán.
El camino viene muy bien marcado, con la impresionante vista del volcán al fondo.

Es curioso lo de las botellas de plástico. No sé si las usan para marcar el camino o para que nadie se clave los palos de hierro.

09:25 – En menos de media hora se llega al cráter. No se tarda nada, porque al punto al que se accede es el más bajo del cráter, como puede verse.

Me ha sabido a poco así que decido intentar dar la vuelta al cráter. No veo ningún camino marcado y, de hecho, me cruzo con una pareja que lo ha intentado y ha dado media vuelta. Me dicen que no es posible. No me conocen.
09:52 – El camino, efectivamente no es fácil, pero la roca volcánica es tan rugosa que, con unas buenas botas, es muy fácil acceder por cualquier parte. Lo único es tener cuidado porque la roca es frágil y se rompe con facilidad. A la media hora ya estoy en el lado contrario.

10:01 – Sigo avanzando en sentido contrario a las agujas del reloj, y haciendo fotos, claro. Al fondo puede verse Ye, donde he aparcado la moto.

10:12 – Ya sólo me falta pasar esa roca de la derecha para llegar de nuevo a la casilla de salida.

10:28 – Conseguido. Le pido a un turista que me haga esta foto conmemorativa.

Foto de un turista
y a las 10:48 ya estoy de vuelta en la moto. Han sido menos de 2 horas para subir, darle toda la vuelta al cráter y bajar.
aquí dejo un pequeño resumen en vídeo de toda la aventura. Pido perdón por el infame sonido, pero es lo que tiene grabar con viento.
A la vuelta, aprovecho para visitar el famoso Mercado de Teguise, ya que sólo está los domingos. Es bastante más grande que el de Haría, pero también bastante más turístico y con menos encanto.

28 nov 2020 – Quedada en El Charco
He conocido a través de un grupo de Facebook a una pareja del país vasco que llevan tiempo viviendo aquí. Son Usoa y Nacho. He quedado con ellos para tomar algo en uno de los muchos bares que hay alrededor de El Charco, que es como se conoce popularmente a la Bahía de Arrecife.


29 nov 2020 – Playa de Famara
Al día siguiente, hago una visita rápida para ver el atardecer en la Playa de Famara, una de las playas más famosas de la isla, especialmente para los surferos, por sus olas y por lo apartada que está de todas partes.
A mí lo que más me atrae es lo que llaman El Risco de Famara, ese enorme acantilado que se ve al fondo, al cual fui en numerosas ocasiones.

Hoy hay poca gente y el atardecer está espectacular.


3 dic 2020 – La Santa
Otro de los rincones escondidos del lado oeste de Lanzarote es el pueblecito de La Santa, que es eso que se ve a la derecha.

Me doy un paseo hasta el volcán que hay justo al lado, hacia el sur. El sitio es increíble.

5 dic 2020 – Barraco de Chafarís, Las Peñas del Chache, Playa Honda y El Golfo
Día muy completo. En primer lugar, me voy con la moto hasta el Mirador del Barranco de Chafarís, que es el que lleva directamente hasta Tabayesco. Casi se puede apreciar allí al fondo. Lo que sí se llega a ver es Arrieta.

Mi intención es llegar hasta Las Peñas del Chache que, con sus 670 m. de altura, es el punto más alto de la isla. Pero es también una base del Ejercito del Aire con varios enormes rádares, por lo que no consigo encontrar la forma de acercarme. Eso es lo más cerca que lo veo.

Hacia el mediodía quedo con mi amiga Gladys en Playa Honda. Empieza a despejarse y el cielo nos hace este regalo.

y algo más tarde me doy un paseo desde la Playa de Guasimeta hasta la de Matagorda, donde vuelvo a tener otro de estos regalos del cielo.

Y ya casi al anochecer, hago una visita rápida a uno de los rincones más impresionantes y diferentes de Lanzarote: El Golfo.
13 dic 2020 – Presa de Mala, Mala y Arrieta
El finde siguiente hago una de las excursiones que tenía más ganas de hacer desde que llegué. Al poco de llegar vi que, desde la carretera y ya cerca de Tabayesco, se veía una presa con una pintada de un enorme corazón.
Le pregunté a Liz y me contó la historia de la Presa de Mala. Al parecer, esta presa es una de las últimas que se contruyó durante el final del franquismo y fue un despropósito desde el principio. Se tardó 2 décadas en terminar con unos sobrecostes exagerados, con la idea de recoger y almacenar el agua de lluvia que bajaba por el Barranco Valle del Palomo en una de las zonas más secas de la isla. Pero lo más divertido es que, cuando por fin se terminó y llegaron por fin las esperadas lluvias… el suelo era tan poroso que el agua acumulada desapareció en poquísimos días. Toda la obra había sido un fracaso y nunca se llegó a utilizar. Desde entonces está abandonada y se convirtió en un lugar de visita para los más aventureros.
Yo voy andando desde casa de Liz en Tabayesco, porque está bastante cerca. En primer lugar intento llegar desde abajo, por el Barranco Valle del Palomo, que es donde desaguaría la presa, pensado que luego se podrá subir. Pero pronto me doy cuenta de que no se puede ir mucho más allá sin ponerse a escalar.

Así que doy media vuelta y voy hasta el camino que sube por la izquierda del barranco.
Al llegar hasta una especie de depósito etiquetado como Depósito General Norte, veo que el camino sigue subiendo, pero también veo en mi mapa de OsmAnd (muy recompendable para aventureros), que hay un sendero que va por dentro del barranco, como a media altura y siguiendo la tubería que viene de la presa. El camino no es fácil y, en algunos momentos, algo peligroso, pero muchísimo más interesante y espectacular, así que ni me lo pienso.
El sendero desemboca en la presa como a media altura y, desde ahí se sube por unas escaleras. Flipo especialmente cuando veo que puedo incluso entrar por dentro de la presa. Está tan abandonada, que no hay ningún control. No perderse el video-resumen que pongo un poco más abajo.
Una vez arriba, hago sesión de fotos.


Para volver, voy por donde sube todo el mundo. Desde ahí también hay una foto muy chula de la presa.

Bajo hasta el pueblo de Mala, lo cruzo, y llego a la costa a la altura de la Punta de la Pared. La idea es seguir ahora la costa hacia el norte hasta Arrieta y tomarme allí una caña en la playa.

Y, finalmente, ahí está Arrieta.

Aquí va un vídeo-resumen de toda la aventura.
14 dic 2020 – Mirador del Río
Al día siguiente decido irme a ver el atardecer desde el famoso Mirador del Río. Lo que yo no sabía es que cobran la entrada para acceder al mirador (eso ya lo descarta) y, además, lo cierran a las 17h, por lo que no se puede ver el atardecer.
Pero siempre hay soluciones y rápidamente encuentro un lugar cercano desde el que las vistas son igual de espectaculares. Bueno, espectacular se queda corto.
No hay un lugar mejor (ni una hora mejor, menuda luz) para ver la isla de La Graciosa y, justo detrás, puede aprecisrse la isla de Montaña Clara y, a la derecha, la isla de Alegranza.

Me quedo a disfrutar de la puesta de sol… y a grabarla!
17 dic 2020 – Volcán Caldera Blanca
Hoy se cumple el 5º aniversario del comienzo de mi viaje y, como cada año, quiero celebrarlo haciéndome una foto en el lugar más espectacular de donde me pille la fecha, para mi album “Hands Up“.
Y, después de consultarlo con Liz y Tinka, me recomiendan que me vaya, sin duda, a la Caldera Blanca.
El Volcán Caldera Blanca posee el cráter más grande y profundo de la isla, con un diámetro de 1 km y una altura en su punto más alto de 458 m. Así que parece el lugar perfecto para celebrar estos 5 años de vida nómada.
16:00 – Como hoy no es fin de semana, por la mañana he tenido que trabajar, así que me he venido por la tarde. Al llegar me doy cuenta de hay que hacer una ruta algo más larga de lo que había pensado. Tengo que darme prisa para que no se me haga de noche.
Aparco la moto en el parking del principio del sendero. Desde ahí hasta el cráter hay algo más de 3 kms.

Como se puede apreciar, hay dos montañas. La más pequeña que está delante es la Montaña Caldereta y, la de detrás, la Caldera Blanca.

16:10 – Así que me pongo en marcha rápidamente. El camino está hecho a través de una llanura de lava absolutamente espectacular. El paisaje es increíble y estoy completamente solo.
16:30 – Cuando llego a la altura de la Caldereta, el camino cambia abruptamente de lava a tierra. Hace raro.
16:33 – Y aquí está la Caldereta, un buen adelanto de lo que será la Caldera Blanca.
16:44 – Una vez pasada la Caldereta, sigo avanzando hacia la Caldera Blanca. Hasta ahora el camino ha sido claro. A partir de aquí hay varias opciones, ninguna demasiado clara, que discurren entre los restos de lava. Se intuye sobre todo por la ausencia de líquenes en el camino. Ah, y hay que tener cuidado con las cuevas.
16:50 – Llegada al cráter de la Caldera Blanca. Perdón por el sonido, pero es lo que tiene el viento.
Como estoy en el lado este, estoy completamente a contraluz. Pero aún así se aprecia la espectacularidad del sitio.

Y lo que se ve maravillosamente desde aquí es La Caldereta.

16:56 – Es un poco tarde (aquí anochece a las 18:30), pero no puedo evitar la tentación de darle la vuelta al cráter, aunque voy a tener que darme prisa.
17:13 – Y en poco más de 15 minutos consigo llegar al otro lado, al punto más alto del cráter, donde veo que hay una pareja. No estoy solo.
Me hago la foto oficial, claro…

17:28 – Después de la sesión de fotos, toca correr. Hay que bajar y llegar al parking antes del anochecer, y me queda una hora. Bajo por el lado norte del cráter, que es prácticamente una cresta.
17:34 – La pareja que va por delante de mí empieza a bajar por la ladera exterior del cráter, por un sitio que me da la impresión de que es complicado y que tampoco supone un atajo. Yo decido que voy a ir por el lado interior, ya que el camino se adentra en el cráter y parece mucho más interesante.
17:42 – Cuando el camino se introduce dentro del cráter, el viento desaparece y se hace un silencio… espectacular. Da cosa incluso hablar.
17:48 – Finalmente el camino sale del cráter y completo la vuelta en poco menos de una hora. Ahora hay que volver al párking.
17:56 – Me vuelvo a encontrar con la pareja. Parece que no ha habido mucha diferencia de tiempos entre nuestros caminos. Ya se ha puesto el sol y queda apenas media hora para que se haga de noche.
18:25 – Y cuando ya es casi de noche, llego a la moto. En el vídeo parece que hay más luz de la que hay en realidad (maravilla de cámaras). Han sido dos horas y media de excursión increíble. Muy recompendable… bueno, más bien imprescindible si se viene a la isla.

25 dic 2020 – Ermita de las Nieves
Aprovechando el día de Navidad, voy a hacer una visita rápida a la Ermita de las Nieves. Aparco primero en el Mirador de la Ermita de las Nieves, con impresionantes vistas a la Playa de Famara.

Y luego me acerco hasta la Ermita.

Y después, por curiosidad, me voy con la moto hasta el Parque Eólico que se ve desde casi toda la zona norte de la isla. Aquí se puede apreciar lo que hace el salitre del mar a cualquier cosa a su alcance.

27 dic 2020 – Playa del Risco
Dos días después hago uno de mis grandes descubrimientos: La Playa del Risco, una playa a la que únicamente se puede acceder bajando el enorme acantilado que hay frente a la isla de la Graciosa.
10:10 – Dejo la moto en el Aparcamiento Las Rositas, muy cerca de Ye. Desde allí solo hay que andar unos metros para llegar a un pequeño mirador al filo de acantilado, donde ya puede verse la Playa del Risco.


10:20 – Para llegar a la Playa del Risco hay que bajar por el Camino de los Gracioseros, un largo y bastante empinado camino en zigzag, que empieza precisamente en ese mirador y que resbala bastante por la cantidad de piedras sueltas que lo cubre. No es peligroso, pero sí bastante incómodo.
Aquí se aprecia mejor el zig-zag…
10:45 – Tras media hora de interminable y agotadora bajada, por fin piso tierra “firme”.
10:52 – Y ahí está por fin… ¡La Playa del Risco!
Y, a pesar de que es domingo, no hay absolutamente nadie. Ni una sola huella en la arena. Impresionante es poco.

10:56 – No hay huellas en la arena… excepto las mías ahora, claro.

11:10 – Me cruzo la playa hasta el otro extremo, donde la arena es remplazada por rocas perfectamente alisadas por el mar.
11:33 – Comienzo a volver. Al cruzar de nuevo la playa, me quedo flipado viendo las miniolas que llegan en diagonal formando este efecto sorprendente.
11:47 – Y ahora toca subir el risco.
11:56 – Me empiezo a cruzar con gente. Parece que la playa sí que tiene visitantes, solo que no son muy madrugadores.
12:02 – Si bajar era incómodo, subir es agotador.
12:19 – Y por fin llego al mirador.
12:27 – Una vez que recupero el resuello, me hago la “foto oficial” de la excursión.

Esa misma noche, quedo con Lisa, una amiga actriz inglesa que vive en Fuerteventura pero que está aquí de visita, para tomar algo por Costa Teguise. Quedamos concretamente en Brasas Flamenco Bar, uno de los bares más animados del Pueblo Marinero, la zona de bares de Costa Teguise. Ahí nos encontramos con esta escena tan animada…
Las que bailan son Pilar y Mayte, dos chicas de Madrid que están pasando una temporada por Lanzarote. Acabamos charlando y les cuento mi excursión a La Playa del Risco de esta mañana. Ellas no conocen demasiado de la isla, así que quedamos para el sábado siguiente para enseñarles esa playa.
2 ene 2021 – Playa del Risco (again)
Así que, a la semana siguiente, repito excursión. Quedamos a las 11h y empezamos con sesión de fotos.

Foto de Pilar
No voy a repetir el relato de la bajada. Pero esta vez sí que me animo a meterme en el agua, aunque no hace demasiado calor.

Foto de Pilar
Después nos hacemos una rutilla hasta la punta más cercana a la isla de La Graciosa.

Y, para volver, damos un rodeo cruzando las Salinas del Río.

Foto de Pilar

3 ene 2021 – El Golfo y la Geria
Al día siguiente, vuelvo a quedar con Pilar y Mayte para hacer una excursión por El Golfo, uno de los rincones más apartados y sorprendentes de Lanzarote, prácticamente dentro del Parque Nacional de Timanfaya, por lo que todo su paisaje es lava volcánica.
Empezamos la excursión por el famoso Mirador del Golfo…
…desde donde hay una vista chulísima del pequeño pueblo de El Golfo.

Andamos un poquito hacia el sur, hasta el famoso Lago Verde.

Volvemos a tirar para el norte. Cruzamos el pueblo y cogemos un sendero conocido como el Wanderweg de El Golfo, que va paralelo a la costa.

Y llegamos hasta un pequeño saliente que forma un espectacular puente sobre el mar.

Foto de Mayte



Más tarde, Pilar y Mayte me llevan a conocer una de las bodegas más famosas de Lanzarote, La Geria.

La Geria está situada en la zona donde están la mayoría de los viñedos y las bodegas. Es muy curiosa la forma que tienen aquí de plantar los viñedos, para evitar que les afecte el viento seco de la isla.

10 ene 2021 – Mirador Rincón de Haría
Una semana más tarde voy a visitar uno de los dos miradores que me ha recomendado Mayte. En este caso se trata del Mirador Rincón de Haría.
10:10 – Aparco la moto a la salida de Haría, para hacerme parte del camino andando. Paso al lado de una casa con estas curiosas esculturas.

10:33 – Me pensaba que el mirador de Haría era la antena que se veía encima de la colina, pero no, es mucho más fácil de alcanzar.
10:42 – Me hago la foto oficial, claro.

10:55 – Como me ha sabido a poco, decido subir hacia la colina que se ve a la derecha. Parece que hay un camino que va paralelo al acantilado con muy buena pinta.
11:03 – Al llegar a lo alto de la colina, las vistas son espectaculares.
11:11 – Panorámica de las vistas.

11:20 – Veo en mi mapa que la siguiente montaña a la que me dirijo es el Pico La Mesa. Parece que estoy llegando…. pero no.
11:27 – Ya casi…
11:30 – Y, ahora sí, llegando el Pico de la Mesa.
11:41 – Para mí es uno de los lugares más espectaculares de los que llevo vistos en la isla y, curiosamente, de los más desconocidos. Ni si quiera viene en Google Maps.
Veo que viene lluvia, así que toca correr. Para no repetir camino, voy a volver por el barranco que luego se convierte en la Calle Casa Atrás.
11:56 – Y , de repente, me encuentro con este impresionante campo de florecillas. Algo poco habitual por aquí.

12:06 – Y ahí está Haría.

12:30 – Y fin de fiesta como es debido, con un pincho de tortilla en el Bar La Plaza.

17 ene 2021 – Mirador de Guinate
Y una semana más tarde voy a visitar el otro mirador que me recomendó Mayte: El Mirador de Guinate.
10:50 – En este caso aparco en el mismo mirador… y no hay mucho que ver. Las vistas son chulas, eso sí, pero esto está lleno de gente y no es muy interesante.

11:00 – Así que, como suelo hacer, me pongo en modo cabra y empiezo a subir el monte que tengo al lado siguiendo un camino no muy evidente que hay hacia el norte siguiendo el acantilado.
11:07 – Una vez arriba, sigo el camino pegado al acantilado y es… espectacular!
11:15 – Una vez que he subido el acantilado, miro para atrás y no sé si se aprecia el mirador desde aquí. Está lleno de gente… y yo aquí completamente solo y con mejores vistas. Es curioso lo del turismo.

11:21 – Un poco más allá, ya puedo ver el parking de las Rositas y la Playa del Risco.
11:25 – Llego a un punto especialmente chulo para hacerme mi foto oficial y da la casualidad de que viene un grupito en dirección contraria, así que puedo pedirle que me la haga desde el mejor sitio posible con el mejor encuadre.

Foto de un espontáneo
11:35 – Avanzo un poco más hacia el norte siguiendo la costa y me encuentro una casa que… madre mía, quién la pillara!
11:52 – Me separo finalmente de la costa y camino hacia el interior buscando un camino de vuelta hacia Guinate.
12:11 – Haciendo publicidad a la App de Open Street Maps.
12:12 – Lo de los campos de flores amarillas… aquí es exagerado.
12:45 – Cruzo Guinate y me desvío un poco a la izquierda para explorar un poco… y me encuentro esta casa abandonada justo en el acantilado.
12:43 – Y ahí está el mirador, donde tengo aparcada la moto.
24 ene 2021 – Barranco de Tenegüime
El fin de semana siguiente decido que mi excursión va a ser subiendo por el Barranco de Tenegüime hasta un café que hay por ahí arriba.
10:40 – En esta ocasión aparco en el cementerio de la Ermita de Santa Margarita, cerca de Guatiza, que es donde desemboca el barranco.



11:00 – Avanzo atravesando algunos campos de cultivo cubiertos por el picón, que es como llaman aquí a los pequeños fragmentos de lava sólida que se utiliza para cubrir los campos para protegerlos del viento y para que retengan la humedad de la noche.
11:07 – Después de andar un buen rato por dentro del barranco, salgo por uno de los lados… y me doy cuenta de que no estaba yendo específicamente por el Barranco de tenegüime, sino por una de sus bifurcaciones, así que tengo que pillar un camino para volver a coger el barranco.
11:11 – Aquí puede verse cómo el agua de lluvia que baja por la ladera de una montaña, va formando un barranco.
11:21 – Ahora sí, ya estoy por fin dentro del Barranco de Tenegüime.
11:41 – El mapa me indica que el barranco empieza en el Parque Eólico, pero yo quiero llegar al Restaurante Mirador de los Valles, que está en algún lugar a la izquierda del barranco, así que me tengo que salir subiendo un poco a lo cabra. O sea, como siempre.
11:47 – Y la cosa no es tan fácil como parecía…
11:52 – Llegando arriba del lateral del barranco.
11:54 – Lo que creo que es el restaurante que busco, según el mapa es otro restaurante vegetariano que aparecía en Google maps muy cerca del Mirador de los valles y que siempre me había dado curiosidad, porque parecía como muy apartado de todo.
11:57 – Cundo llego a dónde, según Google Maps, está el Restaurante Vegetariano, lo que me encuentro es la Finca Machín. Hablo con el dueño y me explica, muy amablemete, que, efectivamente, las anteriores inquilinas montaron un restaurante vegetariano, pero que lo cerraron y se fueron hace meses. Para cuando escribo estas líneas, veo que Google maps ya lo ha quitado.
12:02 – Y aquí está finalmente, el Restaurante Mirador de los Valles, con unas vistas espectaculares.
En algunos cafés, los símbolos que usan para indicar los baños de hombres y mujeres son tan sutiles que, a veces, es difícil saber cuál es cuál…
…en este café eso no pasa.
12:50 – Después de un café y de disfrutar de las vistas, emprendo el camino de vuelta. Esta vez lo haré por un camino más sencillo que va bordeando el barranco por la derecha. La cosa es que cuando estaba subiendo por el lateral del barranco en plan cabra, pisé en una roca grande que estaba más bien…. suelta. De milagro no me ha aplastado la pierna, pero me he llevado un buen golpe. Así que no estoy para hacer mucho más el cabra hoy.
12:58 – Desde aquí se ve perfectamente el barranco por el que he venido.
13:04 – Desde aquí se ve gran parte de la isla.
13:13 – Todos los sábados voy a comprar las verduras orgánicas que cultiva Joaquín en su finca y luego vende en el Mercado de Haría. Y me acabo de dar cuentas de que, desde aquí, se ve perfectamente su finca.
13:37 – Ya a la vista del cementerio, cojo un atajo para llegar en línea recta.
13:45 – Y ahí está mi moto, 3 horas después de salir. Ha sido una excursión chulísima, la verdad.
He subido la excursión a Wikiloc por si alguien quiere seguirla o verla más en detalle.
30 ene 2021 – Barranco de Chafarís
Desde que llegué a Tabayesco, no he dejado de preguntarme qué era esa especie de construcción gris que se ve al final (o al comienzo, según se mire), del Barranco de Chafarís.

Es algo que veo todas las mañanas, allá a lo lejos, cuando estoy haciendo yoga en el tejado de la casa.

El Barranco de Chafarís es el que va desde el Mirador del mismo nombre, pasa al lado de Tabayesco y desemboca en la Playa de la Garita.
Así que el 30 de enero de 2021, decido averiguar de una vez por todas qué es esa contrucción. No tengo más que salir del pueblo y coger el camino que va por el mismo barranco.
Hay un momento en que no se puede seguir por el barranco, ya que se entra en propiedad privada, y hay que coger un desvío hacia la derecha, dando un buen rodeo. Pero finalmente llego a la estructura… y resulta que es algo que ya conocía, porque pasé por delante con la moto. Es el Bar Restaurate Los Helechos que, lamentablemente, está cerrado por la pandemia.

Y es una pena, porque tiene una terraza con unas vistas increíbles. Aún así, yo le doy un rodeo y encuentro un lugar con las mismas vistas.

A la vuelta, paso al lado de las Peñas del Chache, una base militar que es el punto más alto de la isla.

Y vuelvo por un camino que va por el lado derecho del barranco, con unas vistas impresionantes. Hasta que, finalmente, ahí está Tabayesco.

Dejo aquí un vídeo-resumen de la excursión, por si os animáis a verlo entero.
7 feb 2021 – Peñas del Chache y El Bosquecillo
Llevo semanas oyendo hablar de “El Bosquecillo” de Lanzarote, así que decido que la excursión de hoy va a ser para descubrirlo. No me imagino cómo puede ser un bosque en esta isla tan seca, la verdad.
09:21 – Salgo de Tabayesco y subo la colina que hay justo detrás, por donde volví en la excursión anterior.


09:51 – Así se ve Tabayesco cuando me alejo un poco. Como se ve, Tabayesco es diminuto. Ni siquiera es un municipio, es un Nucleo Urbano, que por no tener, no tiene ni un bar.

09:59 – No me puedo creer lo que me llego a encontrar en esta ladera.
10:05 – Y como suele ser habitual en mis excursiones, al final siempre me encuentro una casa abandonada.
10:13 – Más vale no ir muy distraído por aquí… si no quieres desaparecer en algún pozo oculto.
10:22 – Una vez superada la colina, ya se ve el otro lado y puede ya apreciarse mi primer destino, Las Peñas del Chache, el punto más alto de la isla, con sus 670 m.

10:36 – Parece que voy bien.

10:40 – Y así es Lanzarote. Da igual que haga un día estupendo. Cuando menos te lo esperas…
10:52 – Y cuando me acerco a las Peñas del Chache, el paisaje cambia bastante… y la fauna!
11:00 – Para acercarme todo lo que pueda a la base militar que hay en Las Peñas del Chache, tengo que rodear los terrenos privados que hay por aquí.
11:11 – Conseguido. Llego hasta la mismísima puerta de lo que resulta ser la Base del Escuadrón de Vigilancia Aérea nº22 del Ejército del Aire.
11:20 – Rodeo la base por el lado sur, con unas vistas espectaculares de la inmensa llanura que hay en el lado más hacia el oeste, donde está Famara.


11:39 – Me desvío un poco de la ruta para meterme en ese pico que se ve a la derecha de la foto anterior. Resultar ser el Pico el Castillejo (615 m) y las vistas desde ahí son increíbles.
11:46 – Este lugar merece una de mis fotos oficiales.


12:05 – Desde allí, sigo el sendero hacia el norte que va pegado al acantilado.


12:14 – Y así llego hasta el Mirador del Risco de Famara. Una zona con un mirador, un parque con zona infantil, barbacoas…
12:24 – Pero lo más divertido de todo es que, cuando avanzo un poco más para encontrar el Bosquecillo, al no encontrarlo miro en el mapa… y resulta que El Bosquecillo era justamente el parque que acabo de pasar.
12:28 – Y es que, al parecer, por lo que luego me cuenta Liz, El Bosquecillo fue en otro tiempo realmente un bosque, pero en alguna tempestad pasada quedó bastante arrasado y con apenas unos pocos árboles.
Para volver, sigo un camino que se supone que lleva a Haría y, de repente, reconozco el camino que estoy andando por haberlo andado la semana pasada. Es el que lleva al Restaurante Los Helechos.
12:39 – Y, de repente, me doy cuenta de que el camino que estoy andando es lo que llaman el Camino Natural de Órzola a Playa Blanca, un trekking preparado y conservado para conectar el punto más al norte con el punto más al sur de la isla.
13:16 – Cuando estaba decidido a ir a Haría, me encuentro el desvío a Tabayesco por el Barranco de Chafarís, y para allá que voy.
13:53 – Y ahí se ve ya Tabayesco…

14:04 – Entrada triunfal en Tabayesco. A pesar de que en el vídeo no paro de decir que vengo por el Barranco de Temisa, en realidad me estoy equivocando, porque éste es el Barranco de Chafarís.
14:09 – Final de la excursión en el mismo punto en el que empecé. Han sido casi 5 horas de “paseo”.

He subido la excursión a mi perfil de Wikiloc, para fardar, más que nada.
11:08 – La primera etapa es subir una colina que hay cerca de Tabayesco, con unas antenas. Una de ellas resulta ser un rádar. Perdón por el sonido infernal con el viento.
11:29 – Después de la colina, sigo por un camino rural en dirección a Máguez. Al fondo puede verse el Volcán de la Corona.

11:57 – Ahí está Máguez, detrás del prado de flores amarillas, donde me encuentro un burrito pastando.

12:04 – Y, efectivamente, ahí está Máguez.
12:10 – Decido no entrar en Máguez, para poder coger el Camino Natural de Órzola a Playa Blanca en dirección a Haría.
12:15 – Subo una pequeña colina dejando atrás Máguez…

12:22 – …y ahí está Haría, el pueblo de las palmeras.

12:34 – Es sábado, así que justo he pillado el día del Mercado Artesanal de Haría.
12:43 – Como es día de mercado, está todo bastante petado, pero yo ya me había hecho a la idea de mi pincho de tortilla. Así que, tras una pequeña espera, consigo sitio en la terraza de El Rincón de Quino.

13:09 – Después de esta alegría gastronómica, emprendo el camino de vuelta por el mismo camino de la semanba pasada, por el Barranco de Chafarís.
13:24 – Desde aquí se ve perfectamente el Barranco de Chafarís (aunque en el vídeo sigo empeñado en llamarlo de Temisa).
13:45 – Ahí ya se ve Tabayesco…

14:01 – …y entrada triunfal.

También he subido esta excursión a mi Wikiloc, para dejar un legado a la posteridad. ?
20 feb 2021 – Arrecife
Una semana más tarde, y como preparación de mi pŕoximo viaje a la península, llevo mi moto a revisión a Motos Garrido. Mientras espero a que me la dejen como nueva, aprovecho la ocasión para darme una vuelta por la capital.




Y, por supuesto, la Bahía de Arrecife, popularmente conocida como El Charco.

21 feb 2021 – La Graciosa
Al día siguiente hago una de las excursiones que más ganas tenía y que más se ha hecho esperar: visitar la Isla de La Graciosa.
La Graciosa es una pequeña isla muy cerca de Lanzarote, a la cual pertenece. Bueno, concretamente pertenece al municipio de Teguise. Tiene apenas unos 700 habitantes repartidos entre sus dos únicas poblaciones: La antigua capital, Pedro Barba y la capital actual, Caleta del Sebo.
He tardado en visitarla por dos motivos:
1) Hemos tenido restricciones por la pandemia y no se podía cambiar de isla. Esto ha sido duro para La Graciosa, ya que viven del turismo.
2) He esperado a estar empadronado aquí, porque así me sale muchísimo más barato el ferry. Apenas 3€.
10:27 – Como suele ser habitual en estos casos, hay dos compañías de ferry que se reparten los horarios, sin grandes diferencias en cuanto a calidad o precio. Es un ferry sólo para pasajeros. No se pueden llevar vehículos a la isla.

El ferry deja el puerto de Caleta de Sebo. Lo primero es tomarme un café en el Mesón de la Tierra. Ahí charlo con la camarera para preguntarle cómo es vivir en un sitio tan aislado con tan pocos habitantes. Ella dice que le encanta, y que no es tan aislado por la cantidad de turismo que viene, pero que los últimos meses han sido duros por la ausencia de turismo. Justo estos días es cuando se está empezando a volver a una cierta normalidad.
Después me voy a una de las tiendas de alquiler de bicis y me alquilo una por 10€. La verdad es que son pocos los lugares que se pueden visitar con la bici, pero al menos para ir al más lejano (la Playa de las Conchas) viene bien. Pillo a la de la tienda casi ya cerrando porque dice que ya no va a venir mucha más gente hoy (y eso que es domingo). Que cuando termine le deje la bici ahí mismo en la puerta.
11:15 – Pues todo listo para ir hacia la Playa de las Conchas, una de las playas más típicas para visitar aquí

11:18 – Dejo atrás Caleta de Sebo y me dirijo hacia el norte.

11:29 – Como puede verse, en la Graciosa no hay carreteras asfaltadas. Sólo unos pocos caminos de tierra. Aquí uno de los cruces de caminos.

11:57 – Aquí un pequeño video resumen de mi paseo en bici y de la llegada a la Playa de las Conchas. Es un lugar increíble en el que no hay prácticamente nadie. Ventajas de la pandemia.

12:05 – Mi plan es subirme la Montaña Bermeja, un espectacular volcán que hay justo al lado de la playa, siguiendo un camino que hay justo al otro lado de la playa (en vez del camino normal que sale donde aparqué la bici). Lo hago un poco a lo loco y pronto me doy cuenta (cuando por fin miro el mapa) que ese camino no sube al volcán, sino que lo rodea. Como no tengo prisa y la excursión es muy chula, decido hacer la vuelta completa y subir luego por el camino oficial.
12:50 – La subida se las trae. Parecía fácil desde abajo, pero… madre mía.
12:53 – Y aquí la retransmisión de la llegada a la cima, donde me encuentro unas curiosas esculturas, y donde, por supuesto, me hago una de mis fotos oficiales.


13:17 – Bajar es más fácil… y rápido, claro.
13:36 – Emprendo el camino de vuelta. Aquí puede verse mi bici, la playa y la Montaña Bermeja.

13:36 – Entrada triunfal en Caleta de Sebo donde puede verse cómo son las calles del pueblo. Absolutamente nada de asfalto. Eso le da mucho encanto.
14:11 – Después de dejar la bici, cruzo el pueblo hacia el sur y sigo un camino que va pegado a la costa. Estoy pasando al lado de la Playa del Salado y voy en dirección a la Montaña Amarilla, el volcán más al sur de la isla, pero no creo que llegue, porque hay un largo paseo.

14:37 – Al final sólo llego hasta la Playa Francesa, pero con unas buenas vistas de la Montaña Amarilla.

Después del baño, el paseo de vuelta, una cervecilla en el pueblo…
17:39 – …y ya estoy en el ferry de vuelta. A estas horas es cuando hay la mejor luz para apreciar lo impresionante que es el Risco de Famara.

27 feb 2021 – Bajada a Famara
Y el 27 de febrero hago la que será mi última excursión en Lanzarote. Una ruta que me contó un local que vive en una casa cerca de las Peñas del Chache y que va desde El Bosquecillo hasta Famara. Y vuelta, claro.
09:30 – Aparco la moto en el parking de El Bosquecillo y, en nada, ya estoy en el mirador con vistas a la espectacular Playa de Famara.


10:04 – La bajada es siguiendo un camino que va por dentro del Barranco de la Poceta.

10:33 – Media hora después se empieza a ver Famara, tanto la Urbanización, como el pueblo de La Caleta de Famara.

10:55 – Necesito media hora más para llegar hasta la Urbanización de Famara, donde, según se comenta, tienen casa algunos políticos de nuestro país.


11:13 – Llego a la Playa de Famara, que sobre todo es espectacular por sus vistas al Risco.

11:42 – Y me tomo un buen y merecido descanso (con café y minibocata) en la Croissantería Tertulia.

Han sido algo más de 2 horas de bajada que resumo en este interesante documento gráfico:
12:00 – Me pongo en marcha para volver al Bosquecillo. Como es aburrido volver por el mismo camino que he venido, decido dar un rodeo siguiendo (más o menos) las indicaciones del mapa de OpenStreetMaps. Me hago bastante lío, pero me echo unas buenas risas (luego lo veis en el vídeo de la subida).
13:10 – Después de muchas vicisitudes, consigo llegar a uno de los picos del risco, Morro Alto (325 m).

13:42 – Sigo avanzando en dirección a las Peñas del Chache y paso a la altura de Cueva Bermeja (461 m).

14:00 – Paso al lado de una estación de rádar de nombre un tanto alemán (Radarstation Küsrenschutz) y llego hasta la Ermita de las Nieves (590 m).

14:32 – Media hora más y ahí ya se ve el Mirador del Bosquecillo.

14:36 – Y sólo necesito un poco más para llegar hasta mi moto.

Han sido dos horas y media de subida, de las que también tengo un vídeo-resumen, no te lo pierdas.
Esta excursión también la he subido a mi perfil de Wikiloc, para goce de las futuras generaciones.
15:45 – Pero ahí no acaba la cosa. He terminado tan sudado, que necesito un baño en la playa… pero no me he traído bañador, así que me voy a una de las dos piscinas naturales nudistas del ya de por sí nudista pueblo de Charco del Palo… y tan ricamente. Estupendo fin de fiesta.

DESPEDIDA y CONCLUSIONES…
Y poco después llega el momento de las despedidas. El 6 de marzo de 2021 vuelvo a hacer mi mochila y me despido de Liz, Tinka, Calima, Don Pepito, Chispa, Sina y Ayla.
Han sido casi 4 meses de estancia en esta casa. Todo un record. Creo que no había estado nunca tanto tiempo en un mismo sitio desde que empecé este viaje hace más de 5 años. Y es fácil explicar el por qué. No es sólo que pasar el invierno en Lanzarote sea una maravilla. Es que, además, ha sido probablemente el mejor Workaway en el que he estado. El alojamiento era de lujo, la comida inmejorable, el trabajo de lo más creativo y enriquecedor y la compañía (tanto humana, como perruna y gatuna) ha sido insuperable.
Liz ha sido una increíble host que no sólo me ha tratado como parte de la familia, sino que ha valorado mi trabajo como pocos lo han hecho.
Y es que la sensación final de agradecimiento es mutua, a juzgar por la maravillosa review que me ha dejado en Workaway.
Como ya comenté en alguna ocasión, viajar es no parar de despedirte y echar de menos. Por mucho que intente trabajar el desapego, al final siempre cuesta dejar un lugar y, sobre todo, a su gente. Pero con la alegría y la emoción de ir a un lugar nuevo. Nuevas aventuras.
En cuanto a Lanzarote como isla… no me voy a quejar. Ya habéis visto qué maravilla de paisajes. Y eso que normalmente me cuestan las zonas con poca vegetación, pero se agradece mucho lo verde que se ha puesto la isla con las últimas lluvias. Y el paisaje volcánico… es algo de otro planeta.
En cuanto a la gente… me suele pasar en las islas que me cuesta conectar con la gente. Es como si vivir en las islas les hiciera estar… “aislados”.
Por un lado están los turistas. Pero de esos apenas he visto, gracias a la pandemia. Algo bueno debía tener.
Por otro lado están los expats. De esos he visto muchos y me he dado cuenta (generalizando) de que cuando alguien de otro país (especialmente de países anglosajones) se va a una isla, es porque quiere aislarse. No quiere realmente conectar demasiado con otra gente, excepto, quizá, con sus compatriotas. El resultado es encontrarte pequeños guetos. Zonas donde todos los comercios están en inglés o, sobre todo, en alemán (Lanzarote es la isla de los alemanes) y donde te encuentras expatriados que llevan décadas viviendo aquí y aún no hablan ni una palabra de español. En eso Liz es una maravillosa excepción, ya que habla un español de lo más fluido y le encanta ir a sitios locales. Mis intentos de conectar con expatriados han sido regulares, por lo general.
Y luego están los locales. Hay quizá en Lanzarote (probablemente en las islas Canarias en general) un cierto sentimiento de que los “peninsulares” (así nos llaman) venimos con aires de superioridad, de ser de la “gran ciudad”, y por eso, varias veces, me he encontrado cierto rechazo, distancia o, incluso, agresividad. Estoy generalizando, por supuesto, porque también he conocido gente maravillosa de aquí.
Pero la experiencia general no ha podido ser mejor. Al final me voy porque siempre que me siento demasiado cómodo en un lugar, empiezo a ponerme nervioso y siento que llega la hora de moverse. No quiero quedarme atascado en ningún sitio, al menos por ahora…
…me quedan muchos paraísos que conocer.
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