Nueva Zelanda (Whangeteau) – Terminando el gallinero

by | 18 May 2016 | 0 comments

18 mayo 2016

18 mayo 2016

153 días viajando…

19 días en Whangateau…

Nuevo día. Saludos al sol y desayuno. Qué distinto parece mientras se hace y cuando lo sirvo. Y es porque se da la vuelta… jajaja.

Mientras preparo el desayuno me encuentro esta libreta de notas en la cocina. Me ha hecho mucha gracia el título.

Después de desayunar, preparo mi música…

…y me pongo a currar!

Lo primero que quiero hacer es la tapa del ponedero. Voy a aprovechar que la sierra puede cortar en ángulo…

…para hacer un corte en 45º…

…que me encaja a la perfección.

¿Y para qué era la cámara de neumático?

Para evitar que entre humedad por la abertura de la tapa.

Ahora ya se pueden recoger los huevos con facilidad.

Parada para almorzar. Nat me ha preparado unos burritos con el curry que sobró de ayer. 

Me encanta cómo se curra las presentaciones. Se nota quien ha trabajado profesionalmente en la cocina. 

De postre ha vuelto a hacer barritas de muesli. Son mi perdición.

Después de comer, pongo la pared que me faltaba.

Y así queda por dentro. Donde está lleno de herramientas es donde las gallinas pondrían los huevos. 😉

Lo siguiente es poner estos listones diagonales…

…para…

…efectivamente. Será donde duerman las gallinas. Aunque aún no es definitivo. No me acaban de convencer mucho esas ramas. A ver si encuentro algo mejor.

Ya solo me queda poner un enrejado en las ventanas de arriba y poner el tejado. Y pintar, claro. Vamos a darle una pintura protectora contra la humedad por fuera y una pintura a base de cal para proteger contra los hongos por dentro.

Antes de dar la jornada por terminada, vuelvo a hacer un poco de espeleología para recolocar todas las maderas que hay debajo de la casa. Nat me lo ha pedido para que le resulte más fácil llegar a la bomba del agua que hay a la derecha, que a veces tiene que acceder a ella cuando falla.

Por cierto, esas columnas de madera que se ven, que apenas tienen 10 cms de grosor, son las que sostienen la casa. Y no se ve por el cubo de pintura, pero no están enterradas en el suelo. Están apoyadas sobre una base de hormigón. En las casas de Nueva Zelanda no hay cimientos. Esto permite mover las casas, algo que es bastante habitual, ya que sale mucho más barato construirlas en talleres especializados y luego moverlas.

Hoy hacemos una cena temprana, porque Kupe y Gala tienen natación a las 19h. Nat vuelve a sorprenderme con una hamburguesa de judías negras y lentejas que está de impresión. 

Aprovecho el par de horas que me quedo solo para escribir un rato el blog. Pero cuando conecto el móvil al portátil para descargar las fotos, veo que no se conecta y, de repente, empieza a oler a quemado. 

Lo desconecto rápidamente y pruebo a conectarlo a mi cargador… y lo mismo. No carga y empieza a oler a quemado. Ostras. El móvil sigue funcionando, pero no voy a poder cargarlo.

Descargo las fotos por WiFi mientras miro por Internet. Por lo que veo, ocurre cuando se cortocircuita el puerto mini USB del teléfono. Escribo al servicio técnico de Google (es un Nexus), porque creo que aún está en garantía, a ver qué me dicen. Luego pruebo a volver a cargarlo con otro cargador, y parece que carga, aunque si lo muevo, deja de cargar. Pero al final, al menos consigo cargarlo del todo. La verdad es que es una faena quedarme ahora sin móvil. Por suerte tengo cámara de fotos y portátil (¡Gracias, Almu y Jose!), así que tampoco sería una tragedia. Sólo un poco más incómodo.

Hoy me ha llegado por facebook este vídeo sobre la evolución de la población mundial en los últimos 2.000 años. Es fascinante. 

(Nota: En el mundo anglosajón 1 Billion = 1.000 millones)

O dicho de otra manera:

Durante toda la historia de la humanidad, hasta el año 1800, la población no llegó a los 1.000 millones de personas. 

En 1930 (130 años después) la población se duplicó y llegó a 2.000 millones de personas.

Hoy, menos de 100 años después, la población mundial supera los 7.000 millones de personas.

Realmente no podemos sacar conclusiones basadas en la historia, porque jamás en toda nuestra historia fuimos tantos. Creo que gran parte de nuestros problemas son porque somos demasiados. Es normal que haya violencia… vivimos apretados y peleando por nuestra pequeña parcela, llenos de miedo a que nos la invadan, sin entender que, por muy alta que hagamos la valla alrededor de nuestra parcela, el problema es global.

Siempre pienso que el mejor modelo de sociedad es el que se basa en pequeñas comunidades. ¿Pero cuántas pequeñas comunidades habría que hacer con 7.000 millones de personas?

:-/

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